a aldea de Asiegu (Cabrales) ha sido galardonada con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2019.
El jurado de este Premio –convocado por trigésimo año consecutivo por la Fundación Princesa de Asturias– estuvo presidido por Francisco Rodríguez García, presidente de Reny Picot; e integrado por Amada Álvarez Pico, presidenta de la Asociación de Guisanderas; Xuacu Amieva Celorio, gaitero; Lorenzo Arias Páramo, profesor titular de Historia del Arte; Rosario del Camino Fernández-Miranda, abadesa del Real Monasterio de San Pelayo; Yolanda Cerra Bada, presidenta de la Asociación Asturiana de Antropología y Patrimonio Etnológico; Felipe Fernández García, doctor en Geografía y catedrático de Análisis Geográfico Regional; Rosa Fernández Rubio, alpinista; Francisco González Orejas, director en funciones de la RTPA; Cristina Jerez Prado, red de Clubes de Lectura de Bibliotecas Públicas; Juaco López Álvarez, director del Muséu del Pueblu d'Asturies; Marta Magadán Díaz, editora; Juan José Menéndez García, presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Faba Asturiana; Marta Pérez Pérez, directora de Valnalón; Jorge Suárez Díaz, presidente de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar; Mario Suárez Porras, fotógrafo; José Tuñón Huerta, director de la Fundación Oso Asturias; Etelvino Vázquez Pérez, director y actor; y Fernando Delgado Álvarez, periodista y secretario del jurado.
En su visita a la aldea de Asiegu Sus Majestades los Reyes, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía estuvieron acompañados por el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo; el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega; el presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Marcelino Marcos; la delegada del Gobierno en Asturias en funciones, Delia Losa; el alcalde de Cabrales, José Sánchez, y la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, entre otras personalidades.
Tras los saludos de llegada, iniciaron su recorrido por la aldea visitando la quesería "La Pandiella", donde el propietario de la quesería, José Miguel Mier, les explicó las técnicas sobre la elaboración del Queso de Cabrales. Finalizada la visita a la quesería, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía se dirigieron hacia la balaustrada titulada “Homenaje a les vaques”, donde saludaron a los miembros del Jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2019, el autor de la balaustrada, José Sahagún, realizó una breve explicación sobre su obra. A continuación, Sus Majestades los Reyes, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía procedieron al descubrimiento de una placa conmemorativa.
Posteriormente, continuaron el recorrido y se dirigieron hacia el Llagar Sidra Pamirandi, donde conocieron como se elabora de forma artesanal la sidra por parte Manuel Niembro, propietario del llagar. A su salida saludaron a un grupo de señoras que se encontraban realizando tapetes a ganchillo, seguidamente visitaron la Quesería de Asiegu, donde sus propietarios, Pablo Ruíz y Rocío Bueno, les explicaron la elaboración artesanal del Queso de Cabrales. A continuación visitaron una casa típica asturiana con balconada, finalizada la visita, en el exterior de la casa, saludaron a un grupo de niños de Asiegu, mientras dos de ellos interpretaban una pieza musical con gaitas.
Sus Majestades los Reyes, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía se trasladaron a la Iglesia de San Miguel de Asiegu, donde el grupo folclórico “Corri-Corri” de Las Arenas interpretó el baile “corri-corri”, y se realizó la Ofrenda del Ramo, danza tradicional para pedir alimento y salud al Santísimo Sacramento, a continuación el restaurador de la Iglesia de San Miguel de Asiegu, Jesús Puras, realizó unas breves explicaciones, y tras la visita, en el atrio, se realizó la firma en el libro de honor del Ayuntamiento de Cabrales.
En la Plaza de Asiegu, Doña Leonor pronunción unas palabras en las que destacó que "los pueblos como Asiegu son un tesoro de España que hay que querer, cuidar y proteger. Acabáis de enseñarnos las queserías, el llagar, las cosas bonitas de este lugar que demuestran que en este pueblo hay vida, hay belleza y hay futuro" y que "defender valores muy importantes como el respeto y el conocimiento de la naturaleza y el medioambiente; el valor de la vecindad, de trabajar unidos, de las tradiciones y también del progreso. Permitidme que os felicite por ello".
A continuación Don Felipe expresó que "Asturias y toda España, que viven el despoblamiento y el envejecimiento de las zonas rurales, ciertamente deben encontrar en vuestra actitud y en vuestro carácter emprendedor caminos para solventar un problema tan grave, cuyas consecuencias nos afectan a todos los españoles. De justicia es que encontréis en la Administración el apoyo y la ayuda precisas. Con este premio, queremos poner de relieve la trascendencia de vuestra forma de actuar y que vuestro ejemplo se extienda como algo prioritario a otros pueblos y otras zonas de España", y además dirigiéndose a la Princesa y a la Infanta dijo "Querida Leonor, querida Sofía, espero que recordéis siempre este momento como uno de los más agradables y felices de nuestra estancia en Asturias y que no olvidéis nunca la generosidad y la amabilidad con las que somos recibidos y el ejemplo de convivencia pacífica, de sana ambición, de tesón y fortaleza que nos ofrecen los vecinos de Asiegu.".
Una vez terminadas sus intervenciones la Banda de Gaitas de DOP Cabrales “Picos de Europa”, dirigida por Héctor Braga, interpretó el Himno de Asturias. Un tradicional almuerzo de campo puso fin al acto.
Asiegu es una aldea del concejo oriental de Cabrales, situado en la vertiente meridional de la sierra del Cuera, a unos cuatrocientos metros de altitud. Con una población de 98 vecinos, su emplazamiento constituye un privilegiado balcón desde el que observar, al sur, los macizos de alta montaña de los Picos de Europa. En su entorno se encuentran yacimientos arqueológicos como la cueva prehistórica de la Covaciella (descubierta en 1994 y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco como parte del arte rupestre paleolítico del Norte de España), lo que certifica que se trata de una zona poblada desde tiempos muy remotos, como también se desprende del descubrimiento a principios del siglo XX de un grupo de catorce hachas datadas entre 1700 y 1500 a.C., conocidas como las “hachas de Asiegu” y que actualmente se encuentran en el Museo Arqueológico de Asturias, además de un enterramiento con ajuar funerario, que por el tamaño de los restos fue conocido como la tumba del “gigante de Asiegu”. También hay en el pueblo restos de una construcción defensiva, conocida como El Castru, que en el siglo XVIII era ya descrito como el castillo de Asiegu. El pastoreo y la ganadería han sido, durante siglos, la fuente de riqueza tanto de Asiegu como de todo el concejo de Cabrales y la elaboración de quesos para aprovechar el excedente lácteo constituyó también desde antiguo un rasgo característico, figurando referencias al queso de Cabrales en escritos de Jovellanos. El barrio de La Caleya constituye el núcleo primitivo del pueblo, donde se observa la arquitectura tradicional asturiana de corte popular, con varias casas de corredor, mientras que la conocida como la casa de El Cuetu de las Abellotas, el barrio más alto de Asiegu, es uno de los vestigios constructivos más antiguos que se conservan y que tiene su origen en una posada de origen medieval.
Los vecinos crearon en 1999 la Asociación Cultural Asiegu XXI para recuperar la conciencia de comunidad y la iniciativa vecinal perdida por la crisis del mundo rural. Una de sus primeras acciones fue la recuperación de fotografías históricas sobre algunos logros de la comunidad vecinal y su publicación en calendarios monográficos, por ejemplo, sobre la construcción de la carretera o la escuela. Asiegu XXI impulsó la realización de diversos trabajos comunales, como la mejora de las infraestructuras para el pastoreo, la renovación del tendido eléctrico y el alumbrado público y las traídas de agua. También dotó de uso a la antigua escuela, rehabilitada por el Ayuntamiento, como centro social para los vecinos. A principios del siglo XXI, los vecinos aprovecharon el proceso de concentración parcelaria de Asiegu impulsado por el Gobierno asturiano para, a través de cesiones, reservar suelo para la ampliación de la carretera, construir dos rondas de circunvalación, una nueva red de pistas de acceso suprimiendo las antiguas servidumbres de paso y un aparcamiento, así como la mejora del acceso al cementerio. Este proceso también permitió la construcción de equipamientos colectivos, como una pista donde se celebra la fiesta de San Roque desde 2007 y que en 2017 se adecuó como pista polideportiva, el mirador y área recreativa de El Naranxu y una nueva bolera. Entre las iniciativas vecinales más recientes se encuentra el apadrinamiento de bancos colocados por el Ayuntamiento con vistas a los Picos. Actualmente, Asiegu cuenta con dos queserías acogidas a la DOP Queso de Cabrales, varios alojamientos de turismo rural y el itinerario Ruta’l Quesu y la Sidra. Con cuatro rebaños de oveja xalda, Asiegu se ha convertido en referencia en la recuperación, manejo y promoción de esta raza autóctona. El pueblo fue el primer núcleo de población de Asturias en instalar una red interna para conectar varios hogares a internet y dar cobertura a la mayada de Tebrandi.
El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar “al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes”.
Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias. Su dotación económica es de veinticinco mil euros.
En esta edición concurrían un total de 26 candidaturas.