ras la llegada de Doña Letizia a la sede de la Fundación Abertis, el acto comenzó con la intervención del consejero delegado de Abertis, José Aljaro, y la proyección del vídeo: “Rights of way”, que resume el proyecto pionero de la Fundación Abertis junto con UNICEF y el Institut Guttman, en el que impulsan el derecho de los niños a volver del colegio de una manera segura. Posteriormente se inició una mesa redonda donde se presentó el informe de seguridad vial “Cada niño cuenta. El impacto de los accidentes de tráfico con víctimas infantiles”, acompañada por el vídeo “Puedo esperar”, que señaliza la última campaña sobre seguridad vial, dedicada a la concienciación sobre las distracciones al volante a causa del uso del móvil.
Acompañaron a la Reina, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el consejero delegado de Abertis, José Aljaro; el director general de Tráfico, Pere Navarro; el presidente de UNICEF Comité Español, Gustavo Suárez Pertierra; el profesor e investigador senior del London School of Economics and Political Science, Alexander Grous, y el director de la Fundación Abertis, Sergi Loughney.
El estudio aporta luz sobre el impacto que los accidentes de tráfico con víctimas de 0 a 17 años tienen en la economía y la sociedad, a la vez que identifica oportunidades para reducir las tasas de mortalidad en países con diferentes niveles de riqueza. Se indica que 21.800 millones de dólares (19.600 millones de euros) es el coste socioeconómico anual de los accidentes de tráfico sufridos por niños en los ocho países analizados en el estudio (Francia, España, Italia, Chile, Brasil, Argentina, Puerto Rico e India).
De adoptarse las mejores prácticas en la prevención de accidentes de tráfico, se estima que podrían salvarse las vidas de 1.342 menores, con una reducción del 5% y del 10% en países de renta alta y renta media o baja, respectivamente. Una cifra equivalente al coste socioeconómico global de 1.000 millones de dólares, de acuerdo con el informe de la LSE.
Es decir, que los accidentes de tráfico constituyen un problema importante de salud pública en los países en desarrollo, donde las lesiones causadas por estos provocan más del 90% de todas las muertes, y son la principal causa de muerte infantil de niños de más de 10 años en todo el mundo.