u Majestad el Rey ha intervenido telemáticamente en la sesión inaugural del V Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo que se desarrolla en Barcelona. Don Felipe ha destacado que “necesitamos más que nunca desarrollar entre todos una política euro-mediterránea renovada y activa, adaptada a los retos y oportunidades actuales, dirigida en último término a hacer del Mediterráneo un espacio abierto y dialogante, con un proyecto real de cooperación e integración entre las dos orillas, que permita prevenir la conflictividad y las tensiones.”
Desde el Palacio de la Zarzuela, Su Majestad ha participado tras los discursos de apertura de Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; de Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea; de Ayman Safadi , ministro de Relaciones Exteriores y Expatriados de Jordania; y de Nasser Kamel, secretario general de la Unión por el Mediterráneo, todos ellos en sesión presencial en Barcelona.
El Rey, quien ha explicado que su deseo habría sido estar hoy presente en Barcelona, pero la obligación de guardar cuarentena preventiva lo ha impedido, ha recordado que “hace ahora exactamente 25 años la ciudad de Barcelona, históricamente volcada hacia el Mediterráneo, fue escenario de un hecho que bien podemos calificar de histórico”: la “Conferencia de Barcelona, que reunió a los entonces 15 Estados miembros de la UE con sus socios mediterráneos y puso en marcha el llamado ‘Proceso de Barcelona’, institucionalizado años después en el marco de la Unión por el Mediterráneo, cuyo V Foro Regional ahora inauguramos”.
Sin embargo, ha afirmado que “a la hora de hacer balance del pasado para encarar con resolución el futuro, debemos reconocer que las expectativas que entonces se suscitaron no han terminado de cumplirse y que, aunque caminamos hacia ese objetivo, estamos todavía lejos de alcanzarlo”, porque “a lo largo de los últimos 25 años han cambiado mucho, y no siempre en la mejor dirección, las circunstancias geopolíticas que definían la región euro-mediterránea en 1995”.
“Hoy la situación es mucho más compleja y más difícil de gestionar, con diversos conflictos y tensiones que se superponen y alimentan recíprocamente, con crecientes desequilibrios económicos y sociales, y con preocupantes fracturas culturales que amenazan con poner en riesgo la esencia misma de nuestro común proyecto euro-mediterráneo. Y a todo ello se suma una excepcional emergencia sanitaria que ha venido a poner de relieve el carácter único del área euro-mediterránea y la importancia de la vecindad geográfica inmediata”.
No obstante, Su Majestad ha subrayado que “en estas circunstancias no podemos dejarnos llevar por el desánimo” y ha advertido de que si no continúa el proyecto de cooperación e integración de las dos orillas “nos encontraremos tarde o temprano con el escenario de un Mediterráneo cada vez más inestable e impredecible, convertido en línea de fractura entre diversos mundos cada vez más ensimismados y alejados entre sí.
Frente a esta situación, el Rey ha dicho que “el aniversario que hoy celebramos representa una gran oportunidad para alzar nuestra voz, al unísono y proclamar que si en 1995 tuvimos éxito también lo tendremos ahora. No falta experiencia ni conocimiento. Existen las herramientas y la voluntad política de actualizarlas para extraer todo su potencial. Hoy como ayer, la clave reside en la corresponsabilidad y en la claridad de objetivos”.
Este 5° Foro Regional de la UpM reúne a los ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la UpM para reafirmar su compromiso con los principios del Proceso de Barcelona y reiterar su compromiso con el diálogo euromediterráneo y la cooperación.
La Unión por el Mediterráneo (UpM) es la organización intergubernamental euromediterránea que aúna a los 27 países de la Unión Europea y a 15 países del Sur y Este del Mediterráneo. Tiene como objetivo fortalecer la cooperación regional, el diálogo y la implementación de proyectos e iniciativas concretos con impacto en los ciudadanos, principalmente en los jóvenes, abordando así los tres objetivos estratégicos de la región: estabilidad, desarrollo humano e integración.