Señoras y señores, Ladies and gentelmen, “Good morning or good afternoon to all participants in this important meeting for all of us representing the Mediterranean area, birth and home to so many cultures and civilizations and to which we all owe so much of WHAT and WHO we are.
I am greatly pleased and honoured to greet you from Spain, as we host in Barcelona this conference as well as the permanent seed of the UfM. Unfortunately, my intention and initial plan way to be physically present today in Barcelona together with our Minister of FA, Arancha Glez Laya, the EU-HR and Vice-president of the Commission, José Borrell and the UfM Sec General, Nasser Kamel was frustrated by having to be preventively confined. So I join you from Madrid and celebrate with you this 25th Anniversary of a historic event that gave birth to what was called the Barcelona Process. Allow me to continue now in Spanish, but not without wishing you all good health and much success in your public responsibilities with regard to the peace, stability, progress and well-being of all the Mediterranean people and our envivament.
Hace ahora exactamente 25 años la ciudad de Barcelona, históricamente volcada hacia el Mediterráneo, fue escenario de un hecho que bien podemos calificar de histórico.
Me refiero a la Conferencia de Barcelona, que reunió a los entonces 15 Estados miembros de la UE con sus socios mediterráneos y puso en marcha el llamado ‘Proceso de Barcelona’, institucionalizado años después en el marco de la Unión por el Mediterráneo, cuyo V Foro Regional ahora inauguramos.
El carácter histórico de aquella ocasión vino dado no sólo por el número y diversidad de sus protagonistas, sino también por el espíritu de concordia y la visión de un futuro en común que la hicieron posible.
Ello permitió acordar una ambiciosa declaración política y un programa de trabajo muy detallado para convertir el Mediterráneo en un espacio de paz y estabilidad, de prosperidad compartida y de respeto e intercambios mutuamente enriquecedores en los ámbitos humano y cultural.
A la hora de hacer balance del pasado para encarar con resolución el futuro, debemos reconocer que las expectativas que entonces se suscitaron no han terminado de cumplirse y que, aunque caminamos hacia ese objetivo, estamos todavía lejos de alcanzarlo.
"...Necesitamos más que nunca desarrollar entre todos una política euromediterránea renovada y activa adaptada a los retos y oportunidades actuales dirigidas en último término hacer el Mediterráneo un espacio abierto y dialogante..."
Y es que a lo largo de los últimos 25 años han cambiado mucho, y no siempre en la mejor dirección, las circunstancias geopolíticas que definían la región euro-mediterránea en 1995.
Hoy la situación es mucho más compleja y más difícil de gestionar, con diversos conflictos y tensiones que se superponen y alimentan recíprocamente, con crecientes desequilibrios económicos y sociales, y con preocupantes fracturas culturales que amenazan con poner en riesgo la esencia misma de nuestro común proyecto euro-mediterráneo.
Y a todo ello se suma una excepcional emergencia sanitaria que ha venido a poner de relieve el carácter único del área euro-mediterránea y la importancia de la vecindad geográfica inmediata.
En estas circunstancias no podemos dejarnos llevar por el desánimo. Antes bien, necesitamos más que nunca desarrollar entre todos una política euro-mediterránea renovada y activa, adaptada a los retos y oportunidades actuales, dirigida en último término a hacer del Mediterráneo un espacio abierto y dialogante, con un proyecto real de cooperación e integración entre las dos orillas, que permita solventar y prevenir la conflictividad y las tensiones.
De no seguir esta senda, nos encontraremos tarde o temprano con el escenario de un Mediterráneo cada vez más inestable e impredecible, convertido en línea de fractura entre diversos mundos cada vez más ensimismados y alejados entre sí.
Me alegra saber que esta reunión del Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, al igual que la que ayer mantuvieron los Ministros de Asuntos Exteriores de los países de la UE y de la Vecindad Sur, se celebran con el firme propósito de evitar que ese escenario pueda hacerse realidad.
Excelencias, Señoras y Señores,
En las complicadas circunstancias a las que me he referido, a veces se expresan opiniones que denotan un cierto cansancio, cercano al desinterés, en relación con este proyecto.
El aniversario que hoy celebramos representa una gran oportunidad para alzar nuestra voz, al unísono y proclamar que si en 1995 tuvimos éxito también lo tendremos ahora. No falta experiencia ni conocimiento. Existen las herramientas y la voluntad política de actualizarlas para extraer todo su potencial. Hoy como ayer, la clave reside en la corresponsabilidad y en la claridad de objetivos.
Muchas gracias.