on Felipe presidió este acto en el Aula Magna de la Escuela Diplomática donde se celebró la entrega de los Despachos a los nuevos funcionarios de la Carrera Diplomática.
El Rey abrió la sesión y concedió la palabra sucesivamente al embajador director de la Escuela Diplomática, Alberto Antón, y a la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, María Aránzazu González Laya. Seguidamente se produjo la lectura de los nombres de los 35 nuevos secretarios de Embajada y se procedió a la entrega de despachos de la Promoción de la Carrera Diplomática, a continuación, el secretario de Embajada y número uno de la Promoción, en nombre de los miembros de la LXXII Promoción de la Carrera Diplomática, Alejandro Robles, dirigió unas palabras de agradecimiento.
Su Majestad el Rey en su intervención destacó “…y, al cabo, también cuando actuéis en ámbitos fuera del Servicio Exterior, siempre os encontraréis ante una misma responsabilidad: la de impulsar y defender los intereses permanentes de España, que es tanto como decir los valores propios de nuestra Constitución, los mismos que inspiran nuestra política exterior: la defensa de la democracia, el respeto por los derechos humanos, la legalidad internacional, la tolerancia y el respeto por la diversidad, la voluntad solidaria que se traduce en la cooperación para el desarrollo, la promoción de nuestra lengua común, la cultura y el conocimiento, y la defensa del medio ambiente…”
Para concluir, el Rey mantuvo un encuentro y conversó con los miembros de la Promoción de la Carrera Diplomática y con los asistentes al acto.
Su Majestad el Rey también estuvo acompañado por la subsecretaria de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Celsa Nuño; el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba; la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno; el secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz; y por el equipo directivo de la Escuela Diplomática.
La Carrera Diplomática es el cuerpo de la Administración del Estado especializado en relaciones internacionales y adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al que, por su preparación específica, le están encomendadas las funciones de naturaleza política, diplomáticas y consulares. Su tarea se divide, por tanto, en dos grandes ámbitos: el propiamente diplomático, y el consular.
El trabajo diplomático consiste en la representación de España en el exterior, las relaciones con otros países y la participación en foros multilaterales. Las funciones consulares consisten en la protección y asistencia a los ciudadanos españoles en el extranjero, en una amplia gama de situaciones: Registro Civil y notaría, legalización de documentos, asistencia a detenidos y presos, expedición de pasaportes y salvoconductos, o ayuda a ciudadanos afectados por situaciones de emergencia. También se incluyen en el ámbito consular las tareas relativas a la tramitación y expedición de visados para extranjeros que desean viajar a España por un corto período de tiempo, o para establecer su residencia en nuestro país.