Muy buenos días a todos. De regreso a España, tras un viaje a Centroamérica, a Honduras, donde como siempre ocurre allá se reviven emociones intensas alrededor de todo lo que nos une a las naciones y los pueblos Iberoamericanos, me alegra que la Princesa y yo podamos visitar nuestras queridas Islas Canarias, las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
Gracias por vuestra acogida, por vuestra hospitalidad y por esta invitación que sentimos llena de cariño y a la que, tened seguro, correspondemos con los mismos sentimientos de afecto hacia el querido pueblo canario.
"...Sé bien lo mucho que ha costado llegar hasta aquí. Años, esfuerzos, recursos, voluntad. El trabajo y la ilusión de muchas personas. Pero lo habéis conseguido, con generosidad y paciencia; con visión de futuro, espíritu emprendedor y altura de miras. Felicidades y enhorabuena de corazón.Tomemos esos valores que representan esta obra llena de vida y belleza, y que la han hecho florecer, como ejemplo para afrontar las dificultades que todavía dificultan el desarrollo y bienestar de tantas personas en España, y particularmente en Canarias. Estoy convencido de que esta tierra está llena de oportunidades, de capacidad y voluntad en sus gentes, especialmente en los jóvenes. Por eso, con esfuerzo, con inteligencia, y sobre todo con la necesaria formación y preparación de esos jóvenes, tengo la confianza de que entre todos, solidaria y responsablemente, haremos realidad vuestras legítimas expectativas..."
Estamos aquí, en un entorno extraordinario. Un entorno —“Palmetum”— que causa verdadero asombro. Este jardín botánico y parque público a un mismo tiempo aúna ciencia y protección del medio ambiente con sensibilidad social y gestión turística. La colección botánica de enorme riqueza que alberga el parque lo sitúa entre los más importantes de su clase y está a disposición de los ciudadanos y de cuantas personas se acerquen a visitarlo.
Y lo sorprendente, además, es que este hábitat lo habéis creado, además, sobre un antiguo vertedero, hecho que lo hace aún más admirable. Cuesta imaginar, aunque lo veamos en fotografías y muchos aquí lo retengan en su memoria, el aspecto tan distinto y degradado que tenía hace casi 25 años, cuando arrancó este proyecto.
Sé bien lo mucho que ha costado llegar hasta aquí. Años, esfuerzos, recursos, voluntad. El trabajo y la ilusión de muchas personas. Pero lo habéis conseguido, con generosidad y paciencia; con visión de futuro, espíritu emprendedor y altura de miras. Felicidades y enhorabuena de corazón.
Tomemos esos valores que representan esta obra llena de vida y belleza, y que la han hecho florecer, como ejemplo para afrontar las dificultades que todavía dificultan el desarrollo y bienestar de tantas personas en España, y particularmente en Canarias. Estoy convencido de que esta tierra está llena de oportunidades, de capacidad y voluntad en sus gentes, especialmente en los jóvenes. Por eso, con esfuerzo, con inteligencia, y sobre todo con la necesaria formación y preparación de esos jóvenes, tengo la confianza de que entre todos, solidaria y responsablemente, haremos realidad vuestras legítimas expectativas.
A la Princesa y a mí nos encantará ver, conocer y apoyar el desarrollo y la evolución de este parque –Palmetum- o, lo que es lo mismo, nos encantará venir a visitaros a Tenerife y a todas las Islas, a animar vuestro futuro –que es el nuestro- siempre que queráis.