Estimado Presidente Santos, queridos Juan Manuel y María Clemencia.
Gracias de corazón Presidente por sus palabras que me han llenado de emoción.
Durante cuatro décadas he tenido el privilegio de representar a España en todo el mundo y, muy particularmente, en la comunidad histórica a la que pertenecemos. Desde el comienzo de mi reinado sentí la ilusión y el deber de contribuir con todo mi esfuerzo a articular la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Ahora es una realidad que nos identifica en el mundo de la globalización en que vivimos.
En su discurso de proclamación como Rey de España, mi hijo Felipe VI, subrayó los lazos de afecto, historia, cultura y solidaridad que ligan a nuestras naciones. Hizo hincapié asimismo en las intensas relaciones económicas y las visiones cada vez más cercanas que compartimos ante los desafíos de la globalización. Expresó su deseo de potenciar con determinación todo lo que nos une.
Este compromiso da también sentido a mi presencia hoy aquí, con todos ustedes, en la toma de posesión del Presidente de la hermana República de Colombia, Don Juan Manuel Santos.
"...Durante cuatro décadas he tenido el privilegio de representar a España en todo el mundo y, muy particularmente, en la comunidad histórica a la que pertenecemos. Desde el comienzo de mi reinado sentí la ilusión y el deber de contribuir con todo mi esfuerzo a articular la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Ahora es una realidad que nos identifica en el mundo de la globalización en que vivimos..."
Les traigo asimismo el mensaje lleno de afecto que el Rey Felipe les hace llegar en ocasión tan singular y emotiva para mí. Me complace trasladarle, señor Presidente, su invitación para recibirlo oficialmente en España.
Desde mi primera visita oficial a Colombia en 1976, he seguido con gran interés y he sido testigo cercano, de los grandes esfuerzos y sacrificios de su pueblo para alcanzar las metas de justicia, de prosperidad y de paz. Hoy desde esa proximidad, sentimos una gran esperanza en el futuro de Colombia. Confiamos, señor Presidente, en que durante su mandato esas aspiraciones se hagan plenamente realidad, como merecen los colombianos.
En el noble empeño de conseguir la paz, que impulsará el desarrollo de todos los ciudadanos de Colombia, podrán contar siempre con el apoyo firme y comprometido de España y, estoy seguro, con el de los demás países iberoamericanos. La paz de este país, es también la paz para la región que compartimos.
Quiero reiterar, señor Presidente, mi admiración por el crecimiento económico y el desarrollo social de Colombia, que avanza con paso firme en la superación de la pobreza y en la creación de oportunidades para todos los ciudadanos.
No me extiendo más. Les reitero mi gratitud por este gesto de afecto y amistad que guardare siempre en mi memoria.
Señor Presidente, queridos Juan Manuel y María Clemencia: Levanto mi copa para brindar por vuestra ventura personal y la de todos los presentes, con mis mejores deseos de bienestar para este país hermano, y para toda Latinoamérica.
Muchas gracias.