Realmente, resulta muy emotiva esta visita ‒y este acto‒ que nos ha congregado hoy, en la nueva fábrica de Campofrío. Porque se produce, como saber, solo dos años después de que las anteriores instalaciones sufrieran el devastador incendio que a todos en Burgos, en Castilla y León y toda España nos causó un profundo impacto.
A todos nos impresionó entonces la capacidad destructora de aquel fuego que, en muy poco tiempo, se llevó por delante años de trabajo, de esfuerzo y de ilusiones de quienes trabajaban en esta fábrica y de quienes consiguieron hacer de esta industria un auténtico referente del sector cárnico en España y en muchos países del mundo. Aquellos días de 2014 ‒que recordamos muy bien‒ la sociedad española se sobrecogió con la dolorosa noticia.
"...Este es, sin duda, un ejemplo extraordinario de capacidad para sobreponerse a la adversidad. Los trabajadores y la compañía, a pesar del dolor y la confusión, supisteis afrontar la dura situación con verdadera entereza y con una voluntad firme de superar unas dificultades que, lógicamente, no habríais podido ni imaginar un día antes del suceso. Dificultades personales, familiares, laborales, económicas, las de todo un entorno social y productivo que tiene en esta fábrica −como lo tenía también en la que la precedió− un verdadero punto de encuentro y que, como se ha comprobado, supera con mucho lo profesional. Porque me atrevo a decir que se os ha visto como a una gran familia ‒generosa, solidaria, eficiente, decidida a salir adelante‒..."
Sin embargo, hoy quiero deciros aquí que me ha impresionado y yo creo que a todos aún más la determinación de todos vosotros, trabajadores, profesionales, directivos y accionistas; —la determinación de la empresa entera— que ha hecho posible que veinticuatro meses después de aquel incendio estemos visitando esta nueva obra de ingeniería, estas modernas y magníficas instalaciones de Campofrío.
Este es, sin duda, un ejemplo extraordinario de capacidad para sobreponerse a la adversidad. Los trabajadores y la compañía, a pesar del dolor y la confusión, supisteis afrontar la dura situación con verdadera entereza y con una voluntad firme de superar unas dificultades que, lógicamente, no habríais podido ni imaginar un día antes del suceso. Dificultades personales, familiares, laborales, económicas, las de todo un entorno social y productivo que tiene en esta fábrica −como lo tenía también en la que la precedió− un verdadero punto de encuentro y que, como se ha comprobado, supera con mucho lo profesional. Porque me atrevo a decir que se os ha visto como a una gran familia ‒generosa, solidaria, eficiente, decidida a salir adelante‒.
En este sentido, el logro que aquí podemos ver y admirar es también un ejemplo de compromiso y de eficacia: el compromiso cumplido plenamente con la construcción y puesta en marcha de esta fábrica puntera ─generadora de puestos de trabajo─ que es un verdadero orgullo para la industria del sector cárnico de esta tierra y de toda España. Enhorabuena por todo ello a Alfa Group y a Campofrío Food Group, así como a Sigma Alimentos, por vuestro compromiso, vuestra apuesta y vuestra lealtad.
Estoy seguro de que ahora, ante vosotros, tenéis por delante un futuro prometedor. Porque habéis sabido superar una de las pruebas más difíciles que os ha fortalecido como empresa y, sobre todo, como equipo humano. Desde un pasado indudablemente exitoso, sé que os vais a proyectar con fuerzas renovadas gracias a vuestra capacidad de trabajar juntos, a vuestra forma de hacer las cosas, cuidando y alimentando la innovación y la excelencia que siempre han caracterizado a Campofrío.
Muchas felicidades a todos.