Queridos vecinos de Asiegu:
Disfrutáis cada día de la grandeza de estas montañas, del impresionante Urriellu que os contempla, que os protege y os identifica. Podéis sentiros unos privilegiados, porque cuidáis este rincón de Asturias en el que destaca, por encima de todo, la belleza de este paisaje, que os recuerda ─y nos recuerda a todos, además─ el respeto que debemos sentir hacia la naturaleza.
La fuerza y el coraje que habéis demostrado tener los más jóvenes para poner en marcha un modelo de desarrollo local son, ciertamente, un símbolo. He leído estos días, tras la concesión del Premio, que alguno de vosotros afirmaba, con orgullo, que deseabais ser un “espejo de constancia en el que Asturias debe mirarse”.
Asturias y toda España, que viven el despoblamiento y el envejecimiento de las zonas rurales, ciertamente deben encontrar en vuestra actitud y en vuestro carácter emprendedor caminos para solventar un problema tan grave, cuyas consecuencias nos afectan a todos los españoles. De justicia es, además, que encontréis en la Administración el apoyo y la ayuda precisas. Con este premio, queremos poner de relieve la trascendencia de vuestra forma de actuar y que vuestro ejemplo se extienda como algo prioritario a otros pueblos y otras zonas de España.
Porque habéis tenido el empuje necesario para potenciar vuestro patrimonio cultural, vuestras tradiciones y costumbres. Y, al mismo tiempo, a través de una creciente e inteligente actividad económica, estáis consiguiendo crear bases firmes para el futuro, construyendo para vuestros hijos la posibilidad de una vida digna y próspera aquí, en Asiegu, donde habéis afirmado que queréis vivir y formar vuestras familias. Y así lo estáis haciendo, cuidando el entorno y apostando por los productos de calidad, trabajando por la imprescindible mejora de las infraestructuras, día a día, con tesón, espíritu positivo y deseos de prosperidad.
"...Asturias y toda España, que viven el despoblamiento y el envejecimiento de las zonas rurales, ciertamente deben encontrar en vuestra actitud y en vuestro carácter emprendedor caminos para solventar un problema tan grave, cuyas consecuencias nos afectan a todos los españoles. De justicia es que encontréis en la Administración el apoyo y la ayuda precisas. Con este premio, queremos poner de relieve la trascendencia de vuestra forma de actuar y que vuestro ejemplo se extienda como algo prioritario a otros pueblos y otras zonas de España..."
El turismo rural, la producción de queso de Cabrales ─tan reconocido dentro y fuera de España─, el cuidado del ganado, la mejora de los cultivos…, todas las iniciativas que, en este sentido, habéis desarrollado, están generando empleo y, en consecuencia, riqueza, y son claro ejemplo de lo que digo. Y, lo que es más importante, han hecho nacer en vosotros la esperanza de que el campo tiene futuro y nos hacen creer a los demás que es posible revitalizar la vida rural y revertir las circunstancias negativas de su estado actual.
Por todo eso, por esa actitud, por ese recobrado espíritu emprendedor y por esa vida en armonía con vuestro entorno, sois ejemplares. Hoy os felicitamos y os damos las gracias por vuestras ganas y vuestra ilusión.
En vosotros vemos reflejadas asimismo las vidas de todos aquellos que llevan una existencia acorde con la naturaleza y en sintonía con su realidad, manteniendo el respeto por lo mejor de la herencia de vuestro pasado y por los ecos de todos los que cuidaron y protegieron un paisaje, una cultura y unas costumbres ancestrales. Vemos también como trabajáis para que los más pequeños aprendan a convivir con el entorno natural: a cuidarlo sin alterarlo, sin romper su equilibrio; sin destruirlo ni violentarlo; con amor, en definitiva, por la tierra; y convencidos, como en el hermoso verso de Alfonso Camín, de que sin ella es imposible florecer.
Y por todo ello es para nosotros un auténtico placer estar hoy aquí para entregaros este premio. Para la Reina y para mí esta edición es, además, especialmente emotiva, pues es la primera vez que nos acompañan nuestras hijas, la Princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta Sofía. Deseamos que ambas ─que tenían unas ganas inmensas de venir─ sientan, como la Reina y Yo hemos sentido todos estos años, el cariño de los asturianos, vuestro cariño.
Querida Leonor, querida Sofía, espero que recordéis siempre este momento como uno de los más agradables y felices de nuestra estancia en Asturias y que no olvidéis nunca la generosidad y la amabilidad con las que somos recibidos y el ejemplo de convivencia pacífica, de sana ambición, de tesón y fortaleza que nos ofrecen los vecinos de Asiegu.
Gracias al jurado por su labor, siempre comprometida, porque son muchas las candidaturas ─todas meritorias─ que cada año se presentan a este Premio. A vosotros, queridos vecinos y vecinas, os damos muy sinceramente las gracias por vuestra acogida, por vuestro cariño, y por vuestro ejemplo. No los olvidaremos nunca, podéis creerme. Enhorabuena a todos.