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Palabras de Su Majestad el Rey en la Pascua Militar

Palacio Real de Madrid, 1.6.2020

A este día de Reyes, de tanta tradición en España, la familia castrense une la histórica celebración de la Pascua Militar; que recuerda —como bien sabéis— lo decretado por el rey Carlos III para honrar la recuperación de Menorca para España en 1782. Es una festividad, por tanto, emotiva y llena de valores, una fecha para recordar y honrar; y también para hacer balance del año que hemos dejado y asomarnos al nuevo que comenzamos.

Así, al dirigir hoy la palabra a todos los soldados, marinos, aviadores y guardias civiles de España —allá donde os encontréis, en misión o en casa, en territorio nacional o lejos de él, y a través de los que aquí les representáis—, os transmito con profundo afecto y junto a la Reina, nuestra felicitación para vosotros y vuestras familias; os deseamos, así mismo, lo mejor para este año 2020.

En esta intervención ─como me gusta hacer cada año y siempre que tengo la oportunidad de estar con vosotros─, no quiero dejar de expresaros mi más sincero orgullo y reconocimiento por el impecable desempeño de vuestras responsabilidades y funciones, de vuestras misiones y cometidos. Gracias siempre por lo que hacéis —y por cómo lo hacéis—, sirviendo en todo momento a vuestros compatriotas allá donde el deber lo requiera y España os necesite.

Agradezco mucho a la señora Ministra, su afectuosa felicitación, así como sus palabras sobre la situación actual del Ministerio de Defensa, en los Ejércitos y la Armada, y sobre los objetivos para el futuro.

Queridos compañeros,
Sabéis mejor que nadie que garantizar la libertad y la seguridad de los españoles es una misión fundamental para el desarrollo y bienestar de nuestro país, y vosotros la lleváis a cabo de forma rigurosa y permanente, todos los días del año, a cualquier hora, en defensa del interés nacional. Eso es así tanto en las operaciones que desarrolláis ejemplarmente en el exterior como en la rápida y eficaz respuesta ante situaciones tan difíciles como las vividas por muchos ciudadanos en diferentes lugares de nuestro país, debido a los graves incendios e inundaciones sufridos durante el año pasado.

Las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil sois hoy reflejo de una sociedad moderna, capaz y solidaria, que –además– sabe reconocer y agradecer siempre vuestro compromiso con el interés general de nuestra Nación. Un compromiso que demostráis con vuestra profesionalidad, sentido del deber y del honor; que acreditáis con vuestra lealtad y vuestra constante y generosa entrega al servicio del pueblo español. Un compromiso, en fin, con España y con nuestra Constitución.

Hace ya casi un año, el pasado 30 de enero, tuve la satisfacción de viajar a Irak, en mi segunda visita como Rey a tropas españolas en el exterior:

Allí pude conocer la experiencia de nuestros compañeros desplegados en Bagdad y Besmayah. Comprobé sobre el terreno la complejidad y la importancia de la misión de asesorar y adiestrar a las fuerzas de seguridad iraquíes, así como la excelente preparación y entrega de nuestros soldados. Me alegró especialmente escuchar de las autoridades locales el impacto positivo que genera su trabajo en la lucha contra el terrorismo y en favor de la paz y la estabilidad de la región; aún con las enormes dificultades que sigue padeciendo la zona tras décadas de inestabilidad y enfrentamientos armados.

Habéis recorrido un largo y difícil camino, pues esta misión en Irak es una más de las 83 misiones en el exterior que, desde 1989, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil han llevado a cabo en diversos y complicados escenarios. Como un instrumento más de nuestra acción exterior y ejemplo eficaz de nuestra solidaridad hacia otros países, os habéis enfrentado a graves situaciones provocadas por guerras, catástrofes naturales y crisis humanitarias, y como garantes de la seguridad y la estabilidad internacional, estáis desplegados allá donde sea necesario para disuadir, adiestrar, vigilar y, si es preciso, responder a cualquier amenaza.

Hoy, 31 años después de nuestras primeras misiones en Angola (UNAVEM), Namibia (UNTAG) y Centroamérica (ONUCA), y gracias al esfuerzo de los más de 177.000 militares que han participado desde entonces, debemos destacar con orgullo que a lo largo de estos años las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil han llevado a cabo su labor en el exterior con excelencia, con valor y en muchas ocasiones con heroísmo. Siempre demostrando una calidad humana y un respeto que han merecido la confianza y el aprecio de la población donde se han desplegado. Sois, por ello, un ejemplo de dignidad y grandeza para la imagen y el prestigio de España.

Indudablemente, todos somos conscientes de los riesgos y dificultades que implica la carrera de las armas. La formación y el adiestramiento, indispensables para poder llevar a cabo nuestros cometidos, y el desarrollo de las operaciones, tanto en territorio nacional como fuera de nuestras fronteras, en ocasiones, desgraciadamente, se cobra un alto y doloroso precio.

"...las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil sois hoy reflejo de una sociedad moderna, capaz y solidaria, que –además– sabe reconocer y agradecer siempre vuestro compromiso con el interés general de nuestra Nación. Un compromiso que demostráis con vuestra profesionalidad, sentido del deber y del honor; que acreditáis con vuestra lealtad y vuestra constante y generosa entrega al servicio del pueblo español. Un compromiso, en fin, con España y con nuestra Constitución..."

Con el recuerdo emocionado a nuestros compañeros de armas caídos en el cumplimiento del deber, quiero destacar su entrega noble y generosa a la defensa de España y al cumplimiento de los compromisos con nuestros aliados y la comunidad internacional; será siempre un ejemplo y un estímulo para compañeros, para la familia militar y para todos los españoles. Deseo trasladar, especialmente hoy, mi homenaje, nuestro homenaje de cariño y gratitud a sus familias.

Queridos compañeros,
El pasado 13 de mayo y junto a la Reina, tuve la satisfacción de presidir, en este Palacio Real, el acto conmemorativo del 175 aniversario de la Guardia Civil. Un Cuerpo que nació bajo el reinado de Isabel II y que ha permanecido desde entonces, de manera incansable, prestando un gran servicio a la sociedad española.

Quiero aprovechar esta oportunidad para reiterar mi reconocimiento y profundo agradecimiento al Instituto Armado y a los más de 75.000 hombres y mujeres que lo conforman hoy en día, por su vocación, profesionalidad y dedicación; por su constante y ardua labor en favor de la seguridad y bienestar de todos los españoles. Su lealtad y compromiso con el Estado de derecho han sido y son un pilar fundamental en el desarrollo de nuestro país.

También en 2019 hemos podido compartir junto con nuestros aliados la celebración de los 70 años de la OTAN como organización garante fundamental de la seguridad occidental, de la paz y de la libertad. Los miembros de la Alianza, con los que compartimos una sólida base de valores democráticos y de respeto a los derechos humanos, contribuyen, sin lugar a dudas, a la estabilidad y prosperidad de nuestros países y de su entorno.

España ha destacado desde su incorporación a la Alianza como un socio leal y comprometido, tomando parte en los principales esfuerzos de la organización en estrecha colaboración con el resto de las 29 naciones que hoy integran la Alianza y con aquellos con los que además compartimos nuestro compromiso con una Europa de la Seguridad y la Defensa, que complemente y refuerce nuestra vocación transatlántica.

Nuestro país, junto a sus socios europeos, quiere avanzar hacia una Europa cada vez más fuerte y unida que sea capaz de tomar decisiones de manera eficaz en cuestiones relativas a su seguridad y defensa. España, como claro defensor de este camino, participa como mayor contribuyente de tropas en las 6 misiones que la UE lleva a cabo actualmente en Europa, el Mediterráneo, África y el océano Índico. Además, ha asumido con eficacia la responsabilidad del mando de la operación Atalanta en marzo del año pasado, que desde entonces se ejerce desde el nuevo CG Multinacional de la UE situado en la BN de Rota, y que recientemente tuve la ocasión de conocer.

Actualmente, cerca de 3.000 compañeros y compañeras se encuentran desplegados en cuatro continentes, cumpliendo 16 misiones ya sea bajo bandera de la UE, en el marco de los compromisos con la OTAN o contribuyendo eficazmente a los esfuerzos de las NNUU. A todos ellos quiero trasladarles mi profunda satisfacción por la excelente labor que realizan, sin olvidar a sus familias que les apoyan y animan en su difícil tarea lejos del hogar.

Queridos compañeros,
Nos enfrentamos a un entorno global de seguridad en constante y rápida evolución, en el que la complejidad y la incertidumbre son norma, no excepción; lo cual implica nuevas amenazas y riesgos para nuestra seguridad y plantea nuevos desafíos a la estabilidad internacional. Todo ello nos exige un gran esfuerzo, que no espera y que nos pone a prueba.

En este sentido, la necesidad de disponer de las capacidades adecuadas –y de mantenerlas– para atender los ámbitos tradicionales de actuación, y ser capaces de operar eficazmente en otros nuevos como el ultraterrestre y el ciberespacio, es uno de los retos más exigentes que tenemos ante nosotros.

Ello requerirá de la experiencia, la profesionalidad y la permanente capacidad de adaptación y liderazgo de nuestras Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Servicios de Inteligencia. Todo ello acorde, como corresponde, con el nivel de ambición que defina el Gobierno y con el correspondiente apoyo presupuestario.

Pero también, debemos afrontar dichos retos como nuevas oportunidades para el conjunto de la sociedad española y sus instituciones, que favorezcan su compromiso con la Seguridad y Defensa a través de la colaboración y la proyección internacional, con un mayor impulso a la innovación y el desarrollo tecnológico e industrial, y con un esfuerzo continuo de comprensión y conocimiento en lo que llamamos Cultura de Defensa.

Para terminar mis palabras, quiero transmitir el apoyo permanente de la Corona y de los españoles a vuestra labor constante y abnegada de servicio a España y animaros a continuar cumpliendo vuestra noble misión con ilusión y determinación. La Reina se une a mí para reiteraros nuestra más afectuosa felicitación en esta Pascua Militar.

Y ahora, unidos en el espíritu de servicio y compromiso permanente con nuestra patria, y apoyados en los valores constitucionales y en los valores morales y cívicos que emanan de nuestras Reales Ordenanzas, os pido que gritéis conmigo:

¡VIVA ESPAÑA!

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