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Palabras de Su Majestad el Rey en la visita a la planta de Martorell

Complejo SEAT. Martorell (Barcelona) , 3.5.2021

Es verdaderamente un gran placer, estar hoy aquí nuevamente en Martorell en SEAT, para una cocasión de tanta relevancia que une historia, 70 años cumplidos el año pasado, un presente de enorme dinamismo, pero con el golpe fuerte que ha supuesto la pandemia y ahora el esfuerzo de recuperación, y un futuro, un futuro lleno de proyectos y lleno de esperanza y compromiso como simboliza este acto.

Quisiera aprovechar la ocasión para contar un poco una anécdota, al Sr. Wayne Griffiths por su reciente nombramiento, aquí en Martorell. Sé que comparte un doble amor hacia los coches y hacia la música, al igual que el gran director de orquesta Carlos Kleiber que, en 1996 y en la ciudad alemana Ingolstadt, aceptó la invitación de AUDI para dar un concierto extraordinario que suponía digamos la rúbrica final ante su prematuro retiro. Y fue también justamente en esa ciudad donde el Sr. Griffiths inició y desarrolló parte de una brillante carrera profesional que ahora culminará aquí, en su casa: en SEAT y en Martorell, Barcelona.

Como entonces, el reto es el mismo: situar a la marca un peldaño más arriba en la escalera del liderazgo mundial en el sector de la automoción. Pero, aunque los objetivos permanezcan, creo que todos estaremos de acuerdo en que el escenario ha cambiado drásticamente.

Ningún otro sector refleja con más claridad la profundidad de las transformaciones que nos ha correspondido vivir en este momento histórico. Y todos los presentes en este acto compartimos la misma meta: que el coche del futuro, el de dentro de veinte años, también esté fabricado aquí, en Martorell, y en otros puntos de España.

"...necesitaremos grandes dosis de liderazgo y compromiso para garantizar que la contribución de España a la automoción esté en el lugar que merecemos. La competencia será muy dura. Y no habrá tiempo para desandar lo que no avancemos ahora, ni para recuperar el camino que dejemos sin recorrer, porque otros lo habrán hecho por nosotros. España y todas sus instituciones van a estar ahí..."

Sé bien que SEAT está volcada en ese compromiso, como lo demuestra su propósito de invertir 5.000 millones de euros, como ha dicho el presidente, hasta 2025 en nuevos proyectos. Destaca en particular el Future Fast Forward, con acciones de I+D+i e inversión en el desarrollo de líneas de producción y procesos de fabricación sostenibles digitalizados de alta eficiencia, de cara al desarrollo de nuevos modelos y a la electrificación de su gama de vehículos.

También iniciativas como la unidad de negocio, que también se mencionaba y que hemos visto aquí fuera, SEAT MÓ, que lidera la apuesta del grupo Volkswagen por nuevas formas sostenibles de movilidad urbana; la apertura de la Casa SEAT en Barcelona, que actuará como un hub desde el cual rediseñar la movilidad del futuro; o la creación del centro de pruebas multienergía más avanzado del sur de Europa, la puesta en marcha del Electromobility Learning Center, y el futuro Test Center Energy, un laboratorio de baterías ubicado en la planta de Martorell.

Hablamos de una compañía emblemática para nuestro país. La única que diseña, desarrolla, produce y comercializa vehículos en España, a través de las marcas SEAT y CUPRA. Una empresa que hunde sus raíces en la historia de nuestra industria, pero que mira decididamente al futuro, siendo nuestro primer inversor industrial en I + D.

En esta carrera contarán los recursos, pero también serán decisivas la inteligencia, la audacia y la capacidad de anticipación. Necesitaremos grandes dosis de liderazgo y compromiso para garantizar que la contribución de España a la automoción esté en el lugar que merecemos. La competencia será muy dura. Y no habrá tiempo para desandar lo que no avancemos ahora, ni para recuperar el camino que dejemos sin recorrer, porque otros lo habrán hecho por nosotros.

España y todas sus instituciones van a estar, vamos a estar ahí. Tenemos condiciones únicas para liderar la transición hacia la fabricación de vehículos limpios, y no únicamente con el ensamblaje de los mismos, sino con la producción de todos los componentes de la cadena de valor: desde la extracción y refino del litio, fundamental para las baterías, hasta la fabricación de las baterías, de los motores eléctricos y electrificados, y el diseño del vehículo conectado.

Contamos además con el apoyo de todo el tejido industrial español de la automoción, incluyendo una participación relevante de las pymes y un ecosistema de centros tecnológicos y de innovación puntero a nivel internacional. Y somos conscientes de que una transición de esta envergadura necesitará también medidas de acompañamiento en aspectos como el despliegue de los puntos de recarga, iniciativas de apoyo público a la demanda o una fiscalidad medioambiental adecuada.

Nuestro apoyo es y será absoluto. No podría ser de otra manera, ya que hablamos de una industria estratégica que representa el 8,5% del PIB y el 19% del total de nuestras exportaciones, contribuyendo a nuestra balanza comercial con más de 2 millones de vehículos exportados al año.

  • Una industria, permítame algunos datos más, que genera casi 2 millones de empleos de forma directa e indirecta en nuestro país, con un 84% de contratos indefinidos, con salarios que se sitúan un 40% por encima de la media, y con fuertes efectos multiplicadores en todas las ramas del tejido productivo.- Una industria ciertamente vertebradora, con fábricas en 10 Comunidades Autónomas que a su vez impulsan una sólida red de proveedores y fabricantes de componentes (más de un millar), y que aporta el 15% de la recaudación fiscal a nivel nacional.
  • Una industria innovadora, aquí lo vemos tan claramente, que invierte el 2% de sus ingresos en I + D, un 85% más que la media en España.
  • Y, en definitiva, una industria, en definitiva, que nos sitúa como el 2º mayor fabricante de automóviles de Europa y el 9º del mundo. Creo que son datos enormemente relevantes y claros de lo que significa esta industria para nosotros y la oportunidad que supone.

Pero, como decía antes, no se trata solo del presente: se trata de lo que este sector está llamado a ser en los próximos años. Y es una cuestión que debe concitar nuestros esfuerzos.

Sin duda, la pandemia ha supuesto un golpe extraordinariamente duro. Como consecuencia de la misma, España fue el 4º país de la UE con mayor caída de matriculaciones de turismos en 2020, con un descenso del 32,3%. La cifra, preocupantemente alta, no debe hacernos olvidar que nos encontramos ante una crisis sobrevenida, con causas completamente ajenas a una industria que es sólida, expansiva y llena de futuro como lo es la nuestra.

Por eso, el continuo diálogo entre las Administraciones y los agentes implicados ha desembocado en una labor destinada a proteger toda la cadena de valor desde un doble prisma: a corto plazo, para garantizar su recuperación, y a medio y largo plazo, para garantizar la competitividad del sector bajo esos 3 objetivos de la progresiva des-carbonización, movilidad sostenible y digitalización.

Ante la emergencia vivida, el conjunto del sector de la automoción (incluyendo los concesionarios) se ha beneficiado de la línea de préstamos avalados por el Estado con la firma de casi 20.000 operaciones que suponen unos 2.000 millones de euros en avales, un 4,8% de los concedidos hasta ahora. Al mismo tiempo, cerca de 170.000 trabajadores se han acogido a la flexibilidad otorgada en el marco de los ERTES, con un ahorro en exenciones de cotizaciones a la seguridad social de aproximadamente 350 millones de euros.

Debemos recordar también medidas como la puesta en marcha el pasado mes de junio del "Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción", dotado con 3.750 millones de euros. Y, sin duda, también permítanme mencionar, los cerca de 2.000 millones de euros que el nuevo marco presupuestario destina para el Corredor del Mediterráneo, en el que el tramo que conecta con Martorell, el denominado “Puerta de Europa”, juega sin duda un papel estratégico.

Como bien saben, además uno de los dos túneles que lo forman ya está operativo para el paso de mercancías desde el 13 de diciembre pasado, lo cual es una excelente noticia. La llegada del ancho internacional al Corredor Mediterráneo permitirá a SEAT aumentar competitividad internacional y la sostenibilidad medioambiental a escala europea, al poder exportar e importar sus productos por ferrocarril.

Se trata, por tanto, no solo de minimizar los daños causados por la pandemia, sin duda lo más urgente, sino de emprender acciones para revolucionar el sector, aprovechando la gran oportunidad que nos ofrece la fase de recuperación y transformación que deseamos iniciar.

En los próximos tres años, el Gobierno va a destinar cerca de 10.000 millones de euros procedentes del mecanismo Next Generation EU para una movilidad más sostenible, inteligente, descarbonizada y conectada: un 14% de los fondos destinados a España en ese plazo. Parte importante de esos recursos ayudarán al sector del automóvil a realizar su transición hacia vehículos más limpios, lo que representa un impulso formidable para ganar el futuro. Un futuro que, hoy por hoy, tiene un nombre muy claro: electrificación.

La decisión de la UE de alcanzar la neutralidad climática en 2050, con un objetivo intermedio de un 55% de reducción de emisiones en 2030, marca sin duda el camino al sector. Es fundamental acelerar la transición ecológica. En esa transición, el vehículo eléctrico y los vehículos electrificados deben sin duda, desempeñar un papel central, y España quiere ser pionera y garantizarse la posición de liderazgo que hemos ganado con nuestro esfuerzo de tantos años.

Consecuentemente, el Plan de Recuperación que España está elaborando apoyará a empresas que, como el Grupo Volkswagen, apuestan decididamente por iniciativas como las que hoy aquí estamos celebramos. El proyecto de localización de la producción del vehículo eléctrico de pequeño tamaño de todo el Grupo Volkswagen en España es, sin duda, una magnífica noticia, y un ejemplo de cómo aplicar dichos fondos a proyectos de gran envergadura que afecten de manera transversal a nuestras capacidades industriales.

Al mismo tiempo, todos somos conscientes de que la apuesta irreversible de España en favor del desarrollo del vehículo eléctrico no estaría completa sin un apoyo público explícito en el ámbito de las baterías. Una planta de baterías en España es una señal inmejorable de compromiso no solo con la cadena de valor del sector, sino con aquellos aspectos que deben definirnos al fin y al cabo como país en el mercado global: la innovación, la irrenunciable cohesión territorial y la participación público-privada a través de las fórmulas más adecuadas en proyectos pioneros.

Por eso, quiero saludar con especial ilusión la constitución de este gran consorcio del Gobierno con el Grupo VW e Iberdrola, abierto a la participación de nuevos socios, que nos va a permitir montar la primera planta de baterías para coches eléctricos en España y una de las primeras también en Europa.

Desitjo manifestar també la meva especial satisfacció per donar a conèixer tot l'anterior avui aquí, a Catalunya. Una terra que representa l'esperit global, audaç i emprenedor que ha d'identificar-nos en els temps de canvi en el món que viurem.

Y quiero reconocer la estrecha relación que el grupo Volkswagen mantiene con España, desde que hace casi ya cuarenta años SEAT se incorporó a la que es sin duda una de las empresas más grandes e importantes del mundo. Nadie puede negar el éxito de este vínculo, que ahora se dispone a inaugurar un nuevo y apasionante capítulo.

Sé que estamos preparados. Soy consciente, además, de que esta alianza de empresas e instituciones por la transición ecológica y por el desarrollo sostenible cuenta con el apoyo indudable de la sociedad española. Somos un país que sabe aunar como ningún otro la pasión por el cambio con el respeto a una calidad de vida universalmente reconocida.

En nuestra historia reciente, España ha dado numerosos ejemplos de su gran capacidad de transformación. Por eso, consciente de las dificultades que el mundo entero vive en este momento, quiero reiterar una vez más mi confianza ante el camino que hoy empezamos a recorrer hacia el futuro; un futuro de mayor progreso y bienestar al que dedicamos ya y dedicaremos nuestros mejores esfuerzos. Enhorabuena.

Muchas gracias, moltes gràcies.

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