Quiero iniciar mis palabras con un saludo fraterno y afectuoso al Cap de Govern Xavier Espot, y a todos los ciudadanos andorranos, quienes, en fechas muy recientes, nos han brindado a la Reina y a mí una calurosa acogida con ocasión de nuestra visita de Estado a este Principado.
Y quisiera igualmente saludar con el mayor afecto a los Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos que nos acompañan tanto presencial como virtualmente. Esperemos que pronto nos podamos encontrar físicamente y confiamos en que en la próxima Cumbre podamos ya todos reunirnos presencialmente pues los vínculos personales y directos establecidos entre nosotros son importantes y fortalecen aún más los lazos en nuestra Comunidad de Naciones.
A la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, y a todo su equipo, deseo agradecerles, asimismo, su constante acompañamiento, apoyo y actividad, que hacen posibles nuestros trabajos y sus resultados, incluso en las difíciles circunstancias que afrontamos.
Andorra acoge por primera vez una Cumbre Iberoamericana, y lo hace en un contexto excepcional, el de una pandemia que ha marcado el devenir del planeta y de la Humanidad durante el último año. Un periodo de dolorosas pérdidas de vidas humanas, de dificultades e inquietudes. Pero también ha sido un momento para la solidaridad, para el coraje, para el ejemplo y la voluntad de salir adelante.
En el caso de España, como seguramente en el de muchos países, el extraordinario esfuerzo del personal sanitario se unió al de los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, Cuerpos de Seguridad, universidades, empresas, ONGs, sociedad civil y otras instancias que han dado lo mejor de sí mismas en los momentos más delicados y de mayor incertidumbre, y que, día a día, continúan aportando, con un gran sentido del deber y vocación de servicio, todo su saber y su trabajo en estas circunstancias.
Deseo expresar el orgullo que siento también por la solidaridad de mis compatriotas con las naciones hermanas de América. Cuando en España estábamos atravesando los momentos más difíciles de la pandemia, siempre tuvimos muy presentes a nuestros hermanos iberoamericanos y se pusieron en marcha iniciativas fundamentadas en el más firme sentido de solidaridad y cooperación.
Se ha tratado, sin duda, de una solidaridad mutua: Los españoles residentes en otros países iberoamericanos han sido atendidos en sus sistemas sanitarios, como los de esos países lo han sido y lo son en el nuestro. Por ello, quiero agradecer a los Presidentes iberoamericanos la ayuda que han recibido nuestros compatriotas en sus países. Muchas gracias, muito obrigado.
En los 30 años de existencia de la Conferencia Iberoamericana y del Sistema de Cumbres, tal vez sea este el periodo de tiempo en que nuestros países han colaborado de la forma más estrecha, intensa y cotidiana. Esta cooperación reforzada es lo que significa, y debe representar, la Comunidad Iberoamericana.
Sin embargo, no es la primera vez que alcanzamos este grado de solidaridad. En décadas recientes, en uno y otro hemisferio hemos conocido crisis económicas y financieras que han tenido importantes consecuencias sociales y migratorias. En más de una ocasión, esas crisis se han producido de forma alternativa, de modo que a uno y otro lado del Atlántico hemos sido la tabla de salvación los unos de los otros. En este proceso, las corrientes migratorias generadas han tenido el efecto de que nos conozcamos mejor y de hermanarnos más, sobre todo en los momentos más difíciles, reforzando nuestra Comunidad Iberoamericana.
No entanto, ainda temos de aumentar a nossa solidariedade através das iniciativas concretas que aprovemos nesta Cimeira. E juntos, temos de fazer ainda mais.
"...los resultados que se contienen en la Declaración de Andorra ponen de relieve 5 principios que están en el corazón del proyecto iberoamericano: la solidaridad, la defensa de nuestra Comunidad en un mundo global, el proyecto común de la ciudadanía, el convencimiento de que necesitamos economías fuertes, modernas y con respuestas creativas y comprometidas con los retos del medioambiente y el cambio climático, y la simultaneidad entre el respeto a la tradición y la apertura a la modernidad. Son principios que nos hacen sentirnos orgullosos de la identidad iberoamericana que compartimos..."
Los resultados que se contienen en la Declaración de Andorra ponen de relieve 5 principios que están en el corazón del proyecto iberoamericano:
- 1º la solidaridad, puesta de manifiesto en nuestra común preocupación por facilitar el acceso a las vacunas y por la atención prestada a las poblaciones y colectivos más vulnerables.
- Un 2º principio es la defensa de nuestra Comunidad en un mundo global, como lo evidencia la importancia dada en esta Conferencia a que los países iberoamericanos puedan disponer de los recursos financieros en consonancia con los graves retos de salud y económicos a los que se enfrentan.
- Una 3ª característica de este proyecto común es el del servicio a la ciudadanía. Si hay algo que permea cada línea de la Declaración es la voluntad de ser útiles a nuestros ciudadanos, proporcionando soluciones en tiempos de incertidumbre.
- Un 4º principio es el convencimiento de que necesitamos economías fuertes, modernas y con respuestas creativas y comprometidas con los retos del medioambiente y el cambio climático.
- Y, finalmente, la 5ª característica de nuestra Comunidad es la simultaneidad entre el respeto a la tradición y la apertura a la modernidad. Respeto que se refleja en el apoyo a saberes y prácticas tradicionales, y apertura puesta de manifiesto en la importancia concedida por la presidencia andorrana a la innovación como un componente imprescindible para la superación de la crisis.
Son principios que nos hacen sentirnos orgullosos de la identidad iberoamericana que compartimos.
Señores Jefes de Estado y de Gobierno, señora Secretaria General Iberoamericana,
Hace 30 años iniciamos en Guadalajara, México, un camino que nos ha traído hasta el día de hoy en Andorra. Muchos han sido los logros de los que sentirnos orgullosos. Juntos hemos conseguido poner en marcha un sistema de cooperación iberoamericano, único en el mundo: flexible, horizontal, basado en la solidaridad y sujeto a una rigurosa planificación aprobada por nuestros 22 países. No debemos dejar pasar este aniversario sin hacer una reflexión conjunta sobre lo conseguido hasta ahora, sobre los retos futuros y la mejor manera de abordarlos.
2021 será también un año con importantes efemérides, como, especialmente, los Bicentenarios de las Independencias de los países de Centroamérica, de México y de Perú. Son hechos históricos constituyentes de nuestras naciones hermanas de América, pero también parte integral y muy relevante de la Historia de España.
Así tuvimos ocasión de destacarlo durante la Cumbre Iberoamericana de Cádiz celebrada en 2012, cuando se cumplían 200 años de la Constitución de Cádiz, en la que tuvieron un papel tan relevante personalidades que nos unen en principios y valores como el prócer quiteño José Mejía Lequerica, o ilustres americanos que presidieron las Cortes de Cádiz de 1812, como el antigüeño Antonio de Larrazábal y el ujarreño Florencio del Castillo. Son, en suma, grandes acontecimientos de una Historia común y compartida que nos llenan de orgullo y que perfilan nuestra actual identidad iberoamericana.
Debemos asimismo estar orgullosos de logros históricos más recientes como son los Acuerdos de Esquipulas, que este año cumplen 35 años, y de la creación del SICA (Sistema de la Integración Centroamericana), que alcanza en el 2021 los 30 años de trabajos conjuntos, realizaciones y resultados.
Estas efemérides son una ocasión adecuada para renovar el apoyo de España a la búsqueda de consensos y soluciones, y a la integración regional americana. Siempre estaremos al lado de nuestros países hermanos de América, en lo que se nos requiera, para respaldar sus esfuerzos por mejorar la vida, bienestar y salud de sus poblaciones.
Queremos ser parte de ese ejercicio de conmemoración, rememorar el pasado y, sobre todo, compartir proyectos y retos de futuro, conscientes de nuestra capacidad y del potencial que juntos representamos.
Querido Cap de Govern, creo que podemos estar muy satisfechos de lo logrado en esta esta Cumbre. Enhorabuena y gracias a Andorra y a su Secretaría Pro Tempore por este generoso esfuerzo. Moltes gràcies per la seva tasca y el seu esperit mostrat en circumstàncies molt dificils.
La próxima Cumbre se celebrará en la República Dominicana, atrio histórico de América, sede de la primera universidad en ese hemisferio y querida nación hermana en la que la Reina y yo hemos sido recibidos con tanto cariño en numerosas ocasiones.
Para este relevo al frente de la continua construcción de una estructura cada vez más sólida en nuestra Comunidad, la República Dominicana y todas las demás naciones hermanas pueden contar siempre con la firme voluntad de España de proyectarnos juntos todos los iberoamericanos hacia un futuro cada vez más prometedor.
Muchas gracias.
Muito obrigado.