Permítanme que comience mis palabras, Señor Presidente, dándoles de nuevo, junto con la Reina, nuestra bienvenida más afectuosa, a España, a Madrid y a este Palacio Real. Al recibirles ─con la Primera Dama y la delegación que les acompaña─ les trasladamos el gran afecto del pueblo español por la Nación hermana y amiga de Costa Rica.
Quisiera transmitirle nuestro reconocimiento por su labor y agradecerle el trato privilegiado que, durante los cuatro años de su Gobierno, ha otorgado a las relaciones con España. Esta visita oficial es expresión de los profundos lazos que unen a nuestras dos naciones.
Hace 171 años que nuestros países establecieron relaciones diplomáticas. En junio del año pasado, nos sumamos a la conmemoración del Bicentenario de la independencia de Costa Rica, con la visita del Presidente del Gobierno a San José. Más de 10.000 españoles, muchos de ellos dobles nacionales, residen en Costa Rica y más de 3.000 costarricenses viven en España. Unas 70 empresas españolas trabajan en Costa Rica generando más de 18.000 empleos. Hace más de siglo y medio, emigrantes españoles fundaron la Casa de España. Llevamos más de cincuenta años cooperando en desarrollo, y este celebramos el 30 aniversario de la inauguración del Centro Cultural de España –el Farolito–, parte central de la vida cultural de San José.
Nuestros vínculos tan estrechos, dentro de sus múltiples facetas, se manifiestan también al compartir profundos valores democráticos, de libertad, de respeto a los derechos humanos y a un orden internacional pacífico, multilateral y basado en reglas; valores y principios cuya defensa adquieren esto días nuevamente tanta importancia. Por eso, junto a una gran mayoría de naciones, hemos condenado los hechos tan graves que están sucediendo en estos momentos en Ucrania.
Ante el sufrimiento del pueblo ucraniano y la sinrazón de la guerra, nuestros dos países han querido manifestar, de forma conjunta y con una sola voz, su condena al uso de la fuerza y la violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia, además de exigir el cese inmediato de las hostilidades y reiterar su solidaridad con el pueblo ucraniano.
Señor Presidente:
Con su liderazgo internacional, Costa Rica demuestra su asentado compromiso con esos ─y otros muchos─ valores compartidos, constituyéndose en un sólido aliado para España.
Los últimos tiempos han estado marcados por desafíos de una enorme complejidad que han exigido la fortaleza y determinación de nuestras sociedades. La pandemia de la Covid-19, cuyos efectos aún padecemos, ha puesto de manifiesto la importancia de respuestas colectivas y solidarias, así como la robustez de los lazos iberoamericanos.
En este sentido, el éxito del proceso de inmunización en su país, que, a día de hoy, cuenta con uno de los índices de vacunación más altos de la región, es objeto de admiración y reconocimiento. Al igual que lo es su trabajo a favor de una respuesta solidaria ante la pandemia como el proyecto de Acceso Mancomunado a la Tecnología contra la Covid-19.
"...esta visita oficial es expresión de los profundos lazos que unen a nuestras dos naciones... hace 171 años que nuestros países establecieron relaciones diplomáticas..."
España se reconoce en la defensa de las instituciones democráticas y el Estado de Derecho que hace Costa Rica. Queremos seguir apoyando activamente a la región centroamericana en la respuesta a los importantes desafíos que aborda. La cooperación entre los países centroamericanos y una mayor integración regional son las mejores vías para lograr nuevos éxitos en esta dirección.
Por ello, nos felicitamos por su iniciativa en el lanzamiento e impulso de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, junto a Panamá y la República Dominicana, como una apuesta fiable y pragmática frente a esos retos. España va a seguir acompañando los procesos de fortalecimiento institucional, el desarrollo socioeconómico, así como la integración regional, continuando con lo que hemos hecho en las últimas décadas.
Por otro lado, Costa Rica ha sabido ser ambiciosa y tener una visión a largo plazo. En los últimos años, ha puesto sobre la mesa los grandes desafíos para la región, entre los que destaca el necesario apoyo a los países de renta media, un planteamiento que cuenta con el respaldo de España. También ha demostrado un destacado liderazgo internacional en el ámbito de la defensa del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, la protección de los océanos, y la transición ecológica.
Señor Presidente:
Su país ha desempeñado un importante papel en el fortalecimiento de la sanidad y la educación, así como en la lucha contra la pobreza, al considerar que son los únicos pilares que garantizan la prosperidad económica y social. Estas reformas, unidas a un entorno de seguridad jurídica y apertura económica, explican que durante la última década España se haya consolidado como 3er inversor extranjero en el país, y que nuestras empresas se hayan posicionado en sectores estratégicos para la economía y el progreso costarricenses.
La Cooperación Española ha sabido forjarse una excelente reputación en Costa Rica y prueba de ello es que se trata del primer país con el que España ha firmado un Acuerdo de Cooperación Avanzada (ACA) para trabajar con países de desarrollo en transición.
Sr. Presidente:
No sólo tenemos una visión compartida del mundo, sino que la expresamos en una lengua común, al abrigo de nuestra querida Comunidad Iberoamericana. Somos afortunados herederos de un legado histórico, cultural y lingüístico que merece toda nuestra protección y cuidado. Ambos creemos e impulsamos, con sincera convicción, el proyecto iberoamericano, que Vuestra Excelencia se ha esforzado en reforzar. No quiero dejar de mencionar el trabajo de una costarricense, doña Rebeca Grynspan que, al frente de la SEGIB, contribuyó a materializar la realidad de la gran familia iberoamericana. Hemos de seguir avanzando en mejorar colectivamente, aprovechando el talento, la inteligencia y la sensibilidad de nuestros pueblos, en tantas oportunidades que surgen y seguirán surgiendo.
Fiel a esta vocación, España quiere reubicar a Iberoamérica en la agenda de prioridades de la UE, y se compromete a hacerlo aprovechando un acontecimiento tan destacable como la presidencia del Consejo de la UE, durante el segundo semestre de 2023. El diálogo continuado entre regiones tan afines a ambos lados del Atlántico no sólo es una apuesta natural, sino la mejor alternativa para resolver los complejos problemas que nos afectan a ambos hemisferios.
En suma, los valores y cultura que compartimos se demuestran fructíferos en la consolidación de una colaboración amplia y ambiciosa. Esta visita, Señor Presidente, es la constatación de nuestras excelentes relaciones y, a la vez, una magnífica ocasión para fortalecerlas.
Por todo ello, quisiera concluir brindando con todos ustedes por el futuro de nuestras Naciones y de nuestras magníficas relaciones bilaterales, desde un profundo sentimiento de afecto y fraternidad; por la paz como máxima de nuestras aspiraciones; y por el bienestar de nuestros pueblos.
Muchas gracias.