Bom día, Buongiorno, Buenos días,
Cari amici, Queridos amigos,
Me gustaría comenzar mi intervención con un agradecimiento muy sincero, muy profundo, a nuestros anfitriones portugueses, y muy especialmente a su Excelencia el Presidente y muy querido Marcelo Rebelo de Sousa. Gracias Señor Presidente por su hospitalidad y por su amistad y confianza hacia España, y también en lo personal. Siempre es un placer y un estímulo compartir proyectos, opiniones, visiones, preocupaciones sobre nuestra realidad ibérica, atlántica, mediterránea, al fin y al cabo, europea. Sabe bien que, visitar Portugal es para los españoles siempre algo especialmente grato, al igual que lo es para los portugueses visitar España. Y solo hace una semana tuvimos el placer de tenerle en nuestro país. La vecindad hoy entre nosotros es amistad, es hermandad, es respeto y es alianza.
Igualmente quisiera tener unas palabras para el Presidente Sergio Mattarella, también apreciado amigo, hombre de Estado y profundamente comprometido con su país ─con el querido pueblo de Italia─ con el que hace escasamente tres meses no dudasteis en renovar vuestro mandato; una muestra, sin duda, de dedicación y entrega, propias de un servidor público ejemplar. Por ello, sinceramente nos alegra su presencia hoy aquí, en este encuentro que tanto significa para nuestros tres países. Presidente Rebelo, Presidente Mattarella, es un honor poder seguir compartiendo vuestra visión y experiencia.
Han pasado apenas unos meses desde el último foro COTEC Europa. Entonces celebrábamos, con toda la prudencia, la recuperación de una cierta normalidad, el hecho de que podíamos volver a reunirnos en nuestra tradicional cita anual.
Fue allí, en Málaga, en donde se analizaron las líneas para avanzar en la transición hacia una economía intangible en Europa y también donde las tres entidades COTEC, de Portugal, Italia y España, se comprometieron para trabajar conjuntamente por el talento, “el más valioso de los intangibles, el que hace posible todos los demás”.
Nesta ocasião, reunimo-nos sob o tema “A cultura ao encontro da inovação”, promovendo precisamente esse compromisso para com o talento e dando continuidade a uma perspetiva humanista, imprescindível para responder aos diversos desafios do nosso tempo e che è un segno d’identità di COTEC.
La Cultura è l’asse di questa quindicesima edizione e racchiude un significato molto amplio:
-En el sentido antropológico del término, comprende el conjunto de creencias, prácticas y costumbres que las personas incorporan y asimilan, sin darse apenas cuenta, por el mero hecho de pertenecer a una determinada comunidad. Hemos escuchado hablar de cultura, y hemos presenciado y escuchado un testimonio vivo, histórico y nuevo de la cultura musical.
-Pero también engloba los conocimientos y competencias que se adquieren conscientemente, a través del estudio y de la formación y que permiten a las personas desarrollar su juicio crítico.
-Por último, cuando se habla de Cultura, también se está haciendo referencia a aquellos sectores o industrias de actividades muy diversas cuyo nexo común es la producción de bienes que requieren una elevada creatividad. Las industrias culturales son relevantes para fomentar la innovación en el sector económico y contribuir de manera clara a la competitividad.
En un foro como éste, cuyos contenidos se definen y determinan en base a las necesidades de cada momento, parece oportuno detenerse en la “cultura de la innovación”. Entendido el término en este caso como lo haría un especialista en Sociología o Antropología, exige optimismo ante cualquier circunstancia, pues innovar implica asumir que las cosas siempre pueden mejorar —que, además, depende de todos que así sea.
"...quizá el mayor legado de las tres organizaciones desde su fundación es precisamente haber fomentado este tipo de cultura en nuestros países. O, dicho de otra manera, haber incorporado la innovación entre los atributos principales de nuestra cultura con la esperanza de que, si no para la nuestra, al menos para las próximas generaciones, la innovación sea una conducta —una actitud— asimilada con cercanía y plena normalidad, como el resto de las costumbres que compartimos..."
No obstante, para poder mejorar las cosas —procesos, productos, entornos…— primero hay que conocerlas. De ahí la importancia de recordar, ahora más que nunca, que la fragilidad o la incertidumbre no van a desaparecer fácilmente de nuestras sociedades; también que no se puede dar nada por garantizado, por seguro, que todo lo que se ha conseguido puede estar en riesgo si no se continúa trabajando en su defensa y protección.
Cultura de innovación también conlleva saber que el progreso no sólo se produce cuando el conocimiento contribuye a identificar y aprovechar oportunidades —como las que se compartieron en Málaga— sino que también sucede cuando se utiliza para prevenir y contrarrestar amenazas como las que en estos tiempos convulsos se encuentran tan cerca. Y en este contexto de cultura, de innovación, de cooperación europea, quisiera también recordar al pueblo ucraniano, que está sufriendo una terrible agresión, y no podemos dejar de pensar en sufrimiento que le acontece en estos días, y al hacerlo apelamos a nuestros principios, a la Paz, a la Colaboración, al respeto por los Derechos Humanos y al deseo de un arreglo pacífico de las difrencias.
Senhoras e Senhores, Signore e Signori, Señoras y señores,
Quizá el mayor legado de las tres organizaciones desde su fundación es precisamente haber fomentado este tipo de cultura en nuestros países. O, dicho de otra manera, haber incorporado la innovación entre los atributos principales de nuestra cultura con la esperanza de que, si no para la nuestra, al menos para las próximas generaciones, la innovación sea una conducta —una actitud— asimilada con cercanía y plena normalidad, como el resto de las costumbres que compartimos.
Esto que ahora se presenta como una aspiración válida, no lo era tanto hace apenas unas décadas. Han tenido que vencerse prejuicios, sacudirse complejos y señalar ejemplos. Primero, para que los tres países vinculados por COTEC se mostrasen como economías y sociedades inminentemente innovadoras y, más recientemente, y en un contexto de evidente complejidad, se unieran para plantear y compartir desde COTEC Europa un modelo propio de innovación inspirado en los mejores valores de nuestra cultura compartida: abierta y solidaria.
Es un modelo que no aspira a imponerse, aunque sí a dejar su impronta, porque en el sur de Europa, en lo que se refiere a innovación, tenemos que seguir aprendiendo, pero también algunas cosas que enseñar.
Y si hablamos de enseñar, COTEC desempeña un papel importante en diferentes niveles del sistema educativo de los tres países, trabajando para facilitar el acceso de la sociedad a todas aquellas herramientas, conocimientos y competencias que les permitan desenvolverse ante las exigencias que impone un entorno en permanente cambio.
En particular, en España la Fundación trabaja para que el currículo de sus alumnos contemple competencias esenciales para innovar. Porque si bien es cierto que todas las personas nacen con capacidades innatas para resolver problemas creativos, también lo es que a través de la práctica y el entrenamiento todas pueden perfeccionarlas —como sabemos que ocurre en el mundo del deporte.
Hoy se ha hablado mucho de la Cultura como sector económico y como bien público. Y en ambos casos se ha señalado que su principal riqueza reside en su patrimonio intangible. Un patrimonio que puede estimular y enriquecer la innovación.
Esta mañana se han compartido ejemplos de ello, como el que ha representado a COTEC España en uno de los paneles y que aborda un activo cultural de relevancia para cualquier país: su lengua.
No me extenderé al respecto porque ya ha sido explicado en su momento, en relación con los “Nuevos espacios culturales”, pero la propuesta Valle de la Lengua busca, desde una Comunidad Autónoma, La Rioja, aquí saludamos a su Presidenta, potenciar el español como una valiosa herramienta de desarrollo territorial, fomentando proyectos transformadores en torno a nuestra lengua.
La Fundación explora en su día a día el potencial del español en áreas como la inteligencia artificial, la enseñanza, la divulgación, la producción audiovisual, o la propia ciencia y se ha convertido en una referencia para la comunidad global de innovadores en español.
Aun siendo nuestra lengua de lo poco que no compartimos con nuestros queridos amigos de COTEC Italia y Portugal, más allá de su raíz común —tan importante y suficiente, por otra parte, para entendernos—, desde sus culturas hermanas, igualmente ricas y universales, tienen visiones muy parecidas y complementarias que enriquecen la conversación constructiva y transformadora que suponen estos encuentros anuales.
Sin duda —y finalizo ya—, estos son momentos en los que la Cultura, que siempre nos ha acompañado, es también clave para el progreso económico y para el bienestar social. Foros como éste profundizan en ello y demuestran que es posible. Potenciemos, pues, las sinergias entre cultura, innovación y empresa. Potenciemos, por tanto, la mejora continua.
Obrigado, Grazie, Muchas gracias.