A
migas, amigos, queridas familias,
Como me sucede siempre, hoy siento que mi tarea institucional se alinea y se conecta con el sentir general de nuestra sociedad. Los españoles apreciamos, apoyamos, respetamos y admiramos a nuestras Fuerzas Armadas. Por eso estar hoy en Cartagena, una ciudad vinculada y comprometida con la Armada, desde hace tanto tiempo, es una alegría y un privilegio que agradezco.
Entregar la bandera a la Fuerza de Guerra Naval Especial supone poner en valor ese compromiso del que habláis en vuestro lema, un compromiso "sereno y audaz" que, sin ninguna duda, significa que los hombres y las mujeres que componen esta unidad de operaciones especiales firman ese compromiso. Somos conscientes de lo exigente que ha sido vuestra preparación y de las condiciones extremas en las que trabajáis, por eso estamos siempre en deuda con vosotros, con los 187 efectivos dispuestos en todo momento para llevar a cabo misiones complejas y delicadas que contribuyen al mantenimiento de la paz y de la seguridad.
A los que hoy no nos pueden acompañar por estar, precisamente, cumpliendo su misión, nuestro recuerdo y el deseo de que vuelvan a casa, muy pronto, sin novedad y con el deber cumplido. A las familias de todos, mi reconocimiento y cariño por su apoyo y su comprensión. Gracias por esta acogida tan cálida y por hacer de este día un encuentro ejemplar y necesario en torno a uno de los símbolos que nos unen a todos los españoles, nuestra bandera.
Muchas gracias.