Siempre es un placer asistir a foros que promueven el análisis, el intercambio de ideas y el debate constructivo, con la finalidad de abordar los retos de cada momento. Y este, el Foro Económico Expansión nació con esta finalidad en una época complicada, marcada por una pandemia mundial, el año pasado la 2ª edición se pudo hacer y estuvimos aquí muchos de los que también estamos ahora en esas condiciones, y una pandemia cuyos efectos, nos olvidemos, todavía son manifiestos. En esta 3ª edición se celebra en un contexto que es igualmente y también muy complejo y que está condicionado de manera tan intensa por esa terrible invasión de Ucrania y sus múltiples y tan graves consecuencias, no solo en su entorno más próximo, y con la tragedia humana que supone, sino en tantos otros aspectos y a nivel global. Aunque no sea este el único tema preocupante (como bien saben, y bien han debatido y tratado en el día de hoy y seguramente mañana), sí es el que más preocupa.
Antes de continuar, quisiera felicitar a Expansión y a Unidad Editorial por este 3er año de compromiso con la actualidad, la tenéis a diario. El foro sigue cumpliendo con supropósito de aproximarse a temas cuyo conocimiento necesita del análisis de los mejores especialistas; no solo de los ámbitos políticos, ámbitos de la economía, sino de muchísimas áreas, de las que vais a hablar hoy, y vais a hablado ya. Así que, enhorabuena por continuar con vuestra determinación mantenida, la de vuestros comienzos, a pesar de que las circunstancias no hayan sido sin duda fáciles, gracias por contar conmigo, por vuestra invitación.
En un momento en el que, precisamente y, sobre todo en los medios de comunicación, parecen imponerse rasgos como la inmediatez a la hora de abordar determinados temas, se necesita una reflexión pausada, una evaluación ponderada de los hechos y una valoración fundamentada de los expertos. La naturaleza de los cambios que se están produciendo sin duda lo exige. Y es lo que habéis hecho hoy y lo que continuaréis haciendo mañana, y por mi parte siento no poder estar mañana, pero no dudéis que veré el contenido de las intervenciones de este foro.
Esta tarde habéis tenido la oportunidad de analizar en profundidad el escenario actual (geopolítico y geoestratégico), un escenario en el que cada vez hay más tensiones, que es más inestable y en el que las tendencias mundiales están cambiando constantemente. Y este es un condicionante que está influyendo por completo en nuestro presente y que también lo hará, desgraciadamente, en el futuro próximo. La incertidumbre está definiendo la nueva realidad del siglo XXI, incluso antes de la guerra de Ucrania.
Oímos hablar mucho hablar de ese famoso acrónimo de VUCA (siglas en inglés para: Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), pero sin entrar en un análisis profundo es claro que el escenario actual, lejos de ser solo uno de recuperación pos pandemia, es uno que no solo dificulta el desarrollo normal en las sociedades más avanzadas como la nuestra, sino que retrasa la reducción de los grandes desequilibrios globales que ya enfrentaba el mundo antes de la guerra. Es más, hace difícil vislumbrar (sobre todo si esta guerra continua y se hace alarga, con todas sus consecuencias agravándose…) se hace difícil vislumbrar un futuro próximo de mejora en los principales retos globales, tanto en ámbitos como también tratáis aquí, medioambientales como por supuesto el económico y social.
"...como bien dice el lema de esta 3ª edición, “El mundo cambia”. Hablamos de un cambio continuado y profundo. En términos geopolíticos y geoeconómicos. De hecho, las finanzas también se enfrentan a desafíos sin precedentes como consecuencia de esa inestabilidad generalizada, de la alteración de las dinámicas de la globalización —o eso que acuñan como “desglobalización”— y de los conflictos. Por supuesto, también se enfrentan a su propio proceso de cambio, fruto de la necesidad de ser más compatibles con parámetros de sostenibilidad..."
Por eso hay que despertar todas las energías posibles para reconducir esta situación, es así, y no solo en el ámbito global, también a nivel nacional y local para prepararnos con conciencia y urgencia, y así ser capaces de sobrellevar todas estas dificultades que se agolpan y no quedarnos atrás.
Con esta coyuntura, garantizar nuestra seguridad colectiva es un reto primordial. En este sentido, habéis abordado la importancia de la OTAN en un momento en el que, como dijo el Sec.Gen. Stoltenberg, en la conmemoración del 40º aniversario de nuestra adhesión, “existen muchos desafíos que amenazan nuestra seguridad y nuestra forma de vida democrática”. La próxima Cumbre de Madrid será una oportunidad para reafirmar el compromiso de España con una Alianza que es clave para nuestra defensa, así como para la protección de los valores y principios democráticos que compartimos. Los compartimos, también por supuesto, como Estado miembro de la UE, cuya unidad en momentos como este, con una guerra terrible a sus puertas, es absolutamente indispensable.
Señoras y señores,
Como bien dice el lema de esta 3ª edición, “El mundo cambia”. Hablamos de un cambio continuado y profundo. En términos geopolíticos y geoeconómicos. De hecho, las finanzas también se enfrentan a desafíos sin precedentes como consecuencia de esa inestabilidad generalizada, de la alteración de las dinámicas de la globalización —o eso que acuñan como “desglobalización”— y de los conflictos. Por supuesto, también se enfrentan a su propio proceso de cambio, fruto de la necesidad de ser más compatibles con parámetros de sostenibilidad —Esto es algo que también habéis analizado—.
Nos hallamos ante un escenario, insisto, muy complejo para nuestra economía en el que cualquier previsión que se realice está sujeta a un elevado grado de incertidumbre. Por eso, ante tal imprevisibilidad, necesitamos el máximo compromiso empresarial y también social para poder superar los desafíos que tenemos ante nosotros. Ello puede facilitar estabilidad en un entorno económico que, hoy por hoy, carece de ella. Y ayer, precisamente, en un acto con empresarios aragoneses, celebrando el 40 aniversario de la CEOE Aragón, se puso muy de relieve la importancia de ese compromiso, de la necesidad de continuar con el proceso de modernización y transformación de nuestra economía que permita asumir o llegar a ese horizonte de mayor bienestar social, que deseamos y necesitamos todos.
No me voy a extender más. Mañana os espera una jornada igualmente interesante, vais a ahondar en muchos temas que están a la altura de los ya analizados: transición energética, inteligencia artificial, ciudades sostenibles, las nuevas fronteras de crecimiento económico, muchos temas de enorme interés, aunque siempre estamos bajo esa presión ambiental de los grandes problemas, que hemos mencionado y que habéis reflejado hoy.
Os deseo unas sesiones muy provechosas en las que podáis alcanzar conclusiones útiles para todos, y para la sociedad. Quiero terminar con una idea, el mero hecho de poder reunirnos, poder intercambiar ideas es ya de enorme valía, por eso fomentémoslo, aplaudamos las iniciativas que nos convocan a hablar, debatir y a dialogar Y, aunque el mundo cambie, os animo a que continuéis —como os decía antes—, a que no cambiéis vuestro espíritu del comienzo, de vuestros inicios, a la misma esencia de este foro. Porque ser leal a los principios es la mejor forma de situarnos ante esta nueva realidad.
Muchas gracias.