First of all, I would like to thank UNICEF and its ED -dear Catherine- for your invitation to attend this event organised in the context of UNGA and the Transformation Education Summit, promoted by SEC GEN Guterres.
Talking about mental health of children and adolescents is important enough for all of us to feel more than concerned and challenged. This very morning I had the opportunity to talk and listen to both experts and a group of young people. It is not the first time I have heard 14 or 15 year olds admit that, when faced with an emotional problem, they prefer to turn to friends because “it feels safer”, rather than talk to an expert or “be lucky enough” -as one said-, to be able or have the chance to talk to his mother or father.
Hence the purpose of this meeting. How to ensure that schools are safe spaces, equipped with enough resources so children and adolescents may feel they can be well -or better- protected; that someone will help them; that their disappointments, their fears, their anguish…, will be taken care of, because it is their right and our duty as adults.
We are certainly going to hear many precise figures today. They are all terrifying and heart breaking. Let me give you just one example: every 24 hours, 126 children and adolescents around the world take their own lives. We ought to stop for a minute and try to imagine the suffering and emotional distress that each of these children has felt up to very moment they decided to give up their life.
UNICEF plays a key role. Not only does it raise its voice, and today is a great example, but is also promotes active policies, collects data to devise strategies, proposes and creates spaces for debate where everyone (administrations, civil society, donors, experts) contributes with possible solutions to and an indisputable reality: the psychological discomfort of our children has worsened.
The COVID 19 pandemic brought this to light, but the problem goes much deeper and, of course, has other and previous causes. That is why a multidisciplinary approach and specialised resources are both essential to better address the complexity of this matter. We are all aware of the stigmas that surround the lack of mental health and the lack of understanding, or even rejection, they provoke. However, the mere fact we are here today reflects that the collective effort to overcome these obstacles has begun.
In Spain, the National Health System, with the participation of the Spanish UNICEF committee -together with other entities-, has implemented its Mental Health Strategy for the next four years. It aims to foster the recovery and social inclusion from the perspective of human rights, family support and the promotion of a comprehensive and community-based model. Because it is also a WHO recommendation, that governments should address everything related to mental health and psychological well-being, not only from a health perspective, but also with a social care view. We must remember that mental health of young people in the most vulnerable environments is subject to added tensions that compromise it even more, placing them at a higher risk.
"...that is why a multidisciplinary approach and specialised resources are both essential to better address the complexity of this matter. We are all aware of the stigmas that surround the lack of mental health and the lack of understanding, or even rejection, they provoke. However, the mere fact we are here today reflects that the collective effort to overcome these obstacles has begun..."
As a UNICEF’s Advocate for Child and Adolescents Mental Health, I assure you of my commitment and work to push for priority action and the strengthening of mental health programs around the world. Thank you very much.
TRADUCCIÓN AL CASTELLANO
Buenas tardes. Gracias, primero, a Unicef y a su Directora Ejecutiva, querida Catherine, por su invitación para este evento organizado en el contexto de la Asamblea General de Naciones Unidas y la Cumbre de Educación Transformadora promovida por el Secretario General Guterres.
Hablar de salud mental en niños y adolescentes es suficientemente importante como para que todos nos sintamos concernidos e interpelados. Esta misma mañana he podido conversar con expertos y con un grupo de jóvenes. Y no es la primera vez que escucho a un joven de 14 o 15 años reconocer que, ante un problema emocional, prefiere acudir a sus amigos porque “se siente más seguro”, antes que hablar con un experto o “tener la suerte”, aduce, de poder dirigirse a su madre o a su padre.
Y de ahí el propósito de este encuentro. Cómo conseguir que las escuelas sean espacios seguros, dotados de recursos suficientes para que los niños y los adolescentes sientan que pueden estar protegidos, que alguien va a ayudarlos, que su desilusión, su miedo, su angustia… van a ser atendidos, porque es su derecho y nuestra obligación como adultos.
Con toda seguridad, vamos a escuchar muchas cifras esta jornada. Todas son escalofriantes y desgarradoras. Permítanme dar sólo un ejemplo: cada 24 horas, 126 niños y adolescentes se quitan la vida en el mundo. Paremos un minuto e imaginemos el sufrimiento y el malestar emocional que cada uno de esos niños ha sentido hasta el instante en que decidió morir.
Unicef es un actor clave. No sólo alza la voz, y hoy es un ejemplo, sino que impulsa políticas activas, recopila datos para trazar estrategias, propone y crea espacios de debate donde todos (administraciones, sociedad civil, donantes, expertos…) aportan posibles soluciones para una realidad inapelable: el malestar psíquico de nuestros niños ha empeorado.
La pandemia de la Covid19 lo ha puesto en evidencia, pero el problema es más profundo y, desde luego, anterior. Por eso el enfoque multidisciplinar y los recursos especializados son esenciales para abordar la complejidad de este asunto. Todos somos conscientes de los estigmas que rodean a la falta de salud mental y la incomprensión, o incluso el rechazo, que provocan. Que estemos hoy aquí es el reflejo de que el esfuerzo colectivo para superar esas trabas se ha puesto en marcha.
En España, el Sistema Nacional de Salud, con la participación –junto a otras entidades- del comité español de Unicef, ha implementado la Estrategia de Salud Mental para los próximos cuatro años. Tiene como objetivos favorecer la recuperación y la inclusión social, desde la perspectiva de los derechos humanos, el apoyo a las familias y la promoción de un modelo integral y comunitario que favorezca la recuperación y la inclusión social. Porque también es recomendación de la Organización Mundial de la Salud que los gobiernos aborden no sólo desde el área sanitaria sino también desde la intervención social todo lo vinculado a la salud mental y el bienestar psicosocial. En los entornos más vulnerables, la salud mental de los más jóvenes está sometida a mayores tensiones que la comprometen aún más y los expone a un mayor riesgo.
Como Defensora de la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia de Unicef, les garantizo mi compromiso y trabajo para impulsar la acción prioritaria y el refuerzo de los programas de salud mental en todo el mundo. Muchas gracias.