on Felipe y Doña Letizia, que viajaron acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, llegaron a México a última hora de la tarde del domingo, 28 de junio, donde fueron recibidos por el secretario de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos, José Antonio Meade.
Las actividades comenzaron en la mañana del lunes, 29 de junio, con una ofrenda floral ante el Monumento de los Niños Héroes. A continuación, tuvo lugar la ceremonia de bienvenida oficial en el Campo Marte por parte de Sus Excelencias el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, y la Primera Dama, Angélica Rivera.
Tras la interpretación de los Himnos Nacionales de ambos países, pronunció unas palabras el Presidente Peña Nieto, a las que correspondió Su Majestad el Rey. "La Reina y yo sentimos hoy la emoción de ser recibidos en esta gran Nación, tan cercana y hermanada a España, que ocupa un lugar tan especial en nuestro corazón y en nuestra visión del mundo. Y queremos subrayar la trascendencia de esta visita a los Estados Unidos Mexicanos como destino de nuestro primer Viaje de Estado al continente americano. Así nos lo ofrecieron, así lo apreciamos y así también lo quiere el Gobierno de España", manifestó Don Felipe.
El Rey afirmó que las relaciones de España con México son de "una importancia capital, no solo porque somos socios estratégicos y porque nuestros intercambios se producen en infinidad de frentes y ámbitos. Sobre todo, son importantes porque se han ido formando a lo largo de una experiencia histórica y cultural común muy amplia, y porque se basan en vínculos mucho más profundos que los políticos o comerciales. Son relaciones construidas entre personas que, por tanto, transcienden gobiernos e instituciones y eso las hace aún más sólidas".
"En esta ceremonia de bienvenida en el Campo Marte, y tras haber rendido homenaje hace unos momentos a los héroes de la nación mexicana, no dejamos de sentir el peso de la historia mexicana y la extraordinaria personalidad de esta gran nación. Durante los próximos tres días tendremos el privilegio de conocer más de cerca esta tierra tan querida y de disfrutar de unas gentes por las que la Reina y yo siempre hemos sentido un profundo aprecio y respeto. Nos reuniremos con representantes de Poderes del Estado, del mundo cultural y académico, del ámbito económico y empresarial, con españoles y descendientes de españoles que viven acá y son parte de la realidad actual de este gran país", destacó Don Felipe, que expresó su convencimiento de que "esta visita servirá para que 170 millones de mexicanos y españoles podamos comprobar nuevamente lo mucho que tenemos en común, la fuerza y la vitalidad de nuestras relaciones y el enorme potencial que hay delante de nosotros".
Posteriormente, los Reyes se trasladaron al Ayuntamiento de la capital, donde se reunieron con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y fueron nombrados Huéspedes Distinguidos. El jefe de Gobierno de la Ciudad de México impuso las medallas y entregó un pergamino y la llave de la ciudad a Don Felipe y Doña Letizia. En sus palabras de agradecimiento, el Rey expresó "la emoción tan especial que la Reina y yo sentimos por el honor que supone ser recibidos por el Gobierno de la Ciudad de México con nuestro nombramiento como Huéspedes Distinguidos y por recibir de usted las llaves de esta gran metrópoli, tan rica en historia y vitalidad humana, tan inmensa y pasional, y que camina con fuerza proyectándose hacia el futuro. Esta distinción es para nosotros una invitación a convertirnos en “chilangos” y a formar parte de la apasionante aventura cotidiana que es sentirse ciudadanos de una de las ciudades más bellas y fascinantes del mundo".
Don Felipe recordó que "desde el principio de nuestra historia compartida hispano-mexicana ha habido españoles en la Ciudad de México y hoy sus habitantes, como los del resto de esta gran nación, comparten lazos de sangre y de cultura con España. De esa continuada presencia quiero destacar la emigración española del exilio entre los años 30 y 40 del pasado siglo, una emigración de marcado carácter intelectual que dio origen a instituciones de tanto prestigio como la Casa de España en México, años más tarde convertido en el Colegio de México. Su aporte contribuyó también a enriquecer la universidad más grande de América —la UNAM—, el Fondo de Cultura Económica y otras instituciones de gran rigor científico. Llegaron artistas, poetas, escritores, filósofos, compositores, arquitectos".
Antes de concluir, el Rey manifestó su convencimento de que "existe un amplio espacio para que ciudades españolas e iberoamericanas y la Ciudad de México trabajen juntas para abordar e intentar encontrar respuestas a los constantes retos que plantean nuestras metrópolis del siglo XXI; retos como la movilidad, la vivienda y el urbanismo, la preservación del medio ambiente, la salud y la educación de sus ciudadanos, su seguridad, la gestión del agua y de los deshechos urbanos y su reciclaje. Los españoles que aquí viven quieren participar en la búsqueda y en el disfrute de las soluciones a esos desafíos de la ciudad, siendo no solo ciudadanos ejemplares sino contribuyendo, con su trabajo y aportación personal, a su desarrollo y el de su sociedad. Junto a cada individuo, las empresas españolas están participando en las oportunidades que ofrece la ciudad y están dispuestas a seguir invirtiendo porque creen en este país, en el dinamismo de esta capital y en la capacidad de sus gentes".
Tras estas actividades, Don Felipe y Doña Letizia acudieron al Palacio Presidencial Los Pinos, donde compartieron un almuerzo con el Presidente Peña Nieto y su esposa. Previamente, ambos Jefes de Estado mantuvieron un encuentro.
La jornada concluyó con la cena que el Presidente de México y su esposa ofrecieron en el Palacio Nacional en honor de los Reyes. En su intervención, Don Felipe subrayó "nuestra cercanía y la fortaleza de los lazos que unen a nuestras dos naciones, así como el lugar que México ocupa en el corazón de los españoles".
El Rey señaló que "nuestros países viven momentos de evolución política, social y económica generada desde el vigor de nuestras sociedades; que reclaman siempre, con justicia, las cotas más altas de exigencia y de compromiso ético. Ello requiere respuestas efectivas, precisas y directas que satisfagan las demandas de nuestros ciudadanos".
Don Felipe puso de relieve que "desde España seguimos con especial interés el proceso de transformación que experimenta México gracias a las reformas puestas en marcha en vuestro país, cuyo ejemplo de madurez política sienta las bases de un crecimiento económico sostenido para los próximos años. España quiere acompañar a México en este proceso que busca la mayor prosperidad del pueblo mexicano. Somos, socios y amigos, compañeros y aliados en la senda del progreso".
En la mañana del martes, 30 de junio, Doña Letizia mantuvo un encuentro con una representación de la Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras, (ALIBER), en la que fue informada de las conclusiones del III Congreso de la organización, celebrado en la localidad mexicana de Guadalajara. Posteriormente, los Reyes y el Presidente Peña Nieto y su esposa presidieron la inauguración del Encuentro Empresarial México-España.
En su intervención, el Rey recordó los "sólidos cimientos" y "múltiples facetas" en los que se fundamentan los vínculos entre ambos países. "Las relaciones económicas, comerciales y empresariales hispano-mexicanas se nutren sin duda de ese cúmulo de afinidades e intereses compartidos, y crecen con fuerza en beneficio de nuestras sociedades y de su bienestar. El progreso económico que juntos generamos es así un síntoma muy claro y positivo del excelente estado de nuestras relaciones en tantos ámbitos. Por eso, la celebración de este encuentro empresarial es realmente oportuna y útil, ya que nos ayuda a impulsar y fortalecer esos lazos con el objetivo de incrementar nuestra prosperidad compartida con una visión que, verdaderamente, podemos calificar de estratégica", añadió Don Felipe.
Su Majestad el Rey puso de relieve que "a pesar de la crisis económica vivida en nuestros países, los intercambios y la colaboración al máximo nivel, siguen siendo una constante y cada vez se ven más fortalecidos. Es precisamente en un entorno económico internacional tan complejo como el actual, en el que todos los esfuerzos destinados a crear valor, riqueza y empleo, y a promover negocios en beneficio del bienestar general, son especialmente importantes. En este contexto, la singular relación que nuestros dos países mantienen, adquiere un especial valor y se torna mutuamente beneficiosa".
Don Felipe subrayó que España es el segundo país inversor en México, con más de cinco mil empresas implantadas en ese país. "Es una apuesta decidida, en constante aumento y con vocación de permanencia. Las empresas españolas crean riqueza, generan empleos y se integran en México y su sociedad. Poseen un gran nivel de excelencia y liderazgo y están presentes tanto en sectores de vanguardia de la economía mexicana como en sectores tradicionales. Empresas españolas y mexicanas resultan ser un excelente binomio en términos de trabajo y de resultados", afirmó el Rey.
Las actividades de los Reyes continuarán en el Senado de la República, con una Sesión Solemne de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la que intervino Don Felipe.
Su Majestad el Rey comenzó su discurso agradeciendo la oportunidad de intervenir en esta Sesión Solemne del Senado de México, "una de las grandes democracias del mundo. Un país dotado de un sistema político abierto y vibrante y de unas instituciones sólidas, donde el poder legislativo, representado aquí por Sus Señorías, desempeña el papel esencial que le corresponde, como órgano de representación de la voluntad popular, en una democracia madura y consolidada".
"Para un español, México forma parte de su historia nacional y, por tanto, de su propia identidad. Insignes mexicanos a lo largo de los siglos han participado en la historia de España, y generaciones de españoles han contribuido a la construcción y el engrandecimiento de este México hospitalario y magnánimo. Durante siglos miles de españoles han encontrado en este país su hogar. Nuestra gratitud es por ello inmensa", destacó Don Felipe.
Continuó el Rey refiriéndose "a la primera gran experiencia constitucional que mexicanos y españoles compartimos: la de Cádiz de 1810 que condujo a la aprobación de la Constitución de 1812": "Obra extraordinaria, gran expresión jurídica del liberalismo clásico, puente normativo entre Europa e Hispanoamérica, aquella Constitución fue fruto del trabajo conjunto, y en arduas circunstancias, de legisladores “de ambos hemisferios” que, reunidos por vez primera, pensaron juntos los grandes desafíos de un espacio presente entonces en todos los continentes. Compartíamos, como ahora, el idioma español y la cultura iberoamericana, que aquella Constitución contribuyó a apuntalar y a proyectar hacia el mundo. La presencia novohispana en las Cortes gaditanas fue muy destacada por su contribución a la elaboración de la norma suprema de Cádiz, y contó con la participación de numerosos legisladores de alta conciencia política. Algunos de ellos, una década después, en 1821, firmarían el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. También algunos participaron más tarde en el nacimiento de la tradición constitucional mexicana", agregó Don Felipe.
"Desde entonces, México se ha distinguido por formar parte de la vanguardia democrática. Y así fue por ser uno de los Estados pioneros en la lucha contra la arbitrariedad del poder y la autocracia, en la defensa de los mecanismos parlamentarios y de los equilibrios y contrapesos entre poderes e instituciones; por la defensa de los derechos políticos y sociales del individuo y por una decidida apuesta por la protección y la promoción de los derechos del hombre", puso de relieve el Rey.
Concluyó Don Felipe afirmando que "el espacio de encuentro y actuación entre México y España no tiene límites, como tampoco los tiene la justa aspiración de nuestras sociedades a vivir en un entorno plural, transparente, democrático y más próspero. Tienen Sus Señorías el privilegio de desempeñar un papel esencial en el camino hacia la culminación de estas legítimas aspiraciones del pueblo mexicano. Pero, también, tienen México y España el deber y el honor de hacer juntos ese camino y de afrontar con la fuerza de nuestra hermandad, los desafíos del nuevo siglo, del nuevo milenio que ya se ha abierto ante nosotros".
A mediodía, los Reyes compartieron un almuerzo en la Residencia de la Embajada de España con personalidades de la sociedad mexicana. Entre los asistentes, se encontraban la escritora Elena Poniatowska, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles; el historiador Enrique Krauze; el artista Sergio Hernández; los periodistas Juan Villoro y Federico Reyes-Heroles, y los empresarios Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas, Miguel Alemán, María Aramburuzabala, Valentín Díaz Morodo, Antonio del Valle, Antonio Suárez, Juan Antonio Pérez Simón y José Antonio Fernández Carbajal.
Por la tarde tuvo lugar la firma del acuerdo de implantación del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE), que se celebró en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. El SIELE es una iniciativa conjunta del Instituto Cervantes, la Universidad Autónoma de México y la Universidad de Salamanca para crear un servicio electrónico de evaluación y certificación del grado de dominio de la lengua española.
En su discurso, el Rey felicitó a las entidades impulsoras y deseó el mayor éxito al SIELE "para que con el impulso de todos los países hispanohablantes se extienda pronto por el ancho mundo, ayudando a que nuestra lengua sea instrumento de comunicación al servicio del mejor entendimiento entre los pueblos, y, en definitiva, de la justicia, la libertad y la paz".
Las actividades del martes, 30 de junio, concluyeron con un encuentro con la colectividad española residente en México en la sede de la Beneficencia Española. Don Felipe dedicó unas palabras de "gratitud, admiración y cariño hacia los miles de españoles que, desde hace muchos decenios, viajaron a estas tierras buscando y encontrando en ellas un lugar de acogida y para la realización de sus sueños. Su esfuerzo, honradez y dedicación han contribuido sin duda al progreso de México".
El Rey tuvo un recuerdo especial "a aquelos compatriotas que salieron de España en circunstancias muy difíciles hace ya cerca de ochenta años. Entre ellos había profesionales, intelectuales y artistas que se instalaron formando parte muy importante de la vida cultural y académica de México, un país que supieron hacer suyo". "También quiero tener una expresión de afecto para todos aquellos españoles que han salido recientemente de España en busca de mejores oportunidades para el desarrollo de sus actividades y empresas, que han venido para poner en marcha proyectos, o lo han hecho a la búsqueda de nuevos horizontes", agregó.
La última jornada del Viaje de Estado se desarrolla en la localidad de Zacatecas donde Sus Majestades los Reyes, acompañados del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y la señora Angélica Rivera. visitaron el Museo Virreinal de Guadalupe, por el que realizaron un breve recorrido que comprendió la Escalera Regia, la Biblioteca Conventual, el Coro del Colegio de Guadalupe, el Coro de la Capilla de Nápoles y la exposición fotográfica "Camino Real de Tierra Adentro".
Seguidamente, Don Felipe y Doña Letizia se trasladaron al Museo de Arte Abstracto "Manuel Felguérez" para clausurar el coloquio "Pasado, presente y futuro de las relaciones entre México y España”. En su discurso, Su Majestad el Rey afirmó que "hemos vivido tres días intensos y apasionantes; tres días que nos han permitido conocernos más y comprendernos mejor a través de la historia, de la lengua, de la cultura; en los que hemos reforzado nuestros lazos económicos y empresariales", para añadir a continuación que "han sido tres días durante los cuales hemos ampliado nuestros horizontes comunes y nuestros compromisos de futuro para el nuevo mundo en el que vivimos".
Don Felipe destacó asimismo, como "lo más importante", el hecho de "haber acercado mucho más a los mexicanos y a los españoles; hemos aproximado mucho más a dos pueblos hermanos que se admiran, se respetan y se quieren", subrayó.
Su Majestad el Rey manifestó también como "nos cuesta mucho decir adiós a México; decirles adiós a los mexicanos" y, dirigiendose al Presidente mexicano, le solicitó un "último favor: que nos permita a la Reina y a mí dejarles una parte de nuestro corazón aquí, en tierra mexicana", para concluir con un "¡Hasta siempre, hasta pronto, México!".
Finalizada su intervención Sus Majestades recorrieron la muestra fotográfica "Más México para el Mundo" que precedió a un almuerzo compartido con el Presidente Peña Nieto y su esposa.
Tras un encuentro con la colectividad española residente en los estados de Zacatecas, Jalisco y Aguascalientes Sus Majestades los Reyes emprendieron su regreso a España.