ual es un pueblo de la parroquia de Veiga de Rengos, en el concejo suroccidental de Cangas del Narcea, de cuya capital dista 19 kilómetros. Con vestigios de asentamientos de la época castreña y citado por primera vez en el Libro registro de Corias en 1187, Mual se asienta en un estrecho valle por el que discurre el río Munieḷḷos y cuenta con cuatro barrios –el Cascarín, el Chamazu, el Fuexu y el Corralín–, dispuestos de forma dispersa y alargada. Ubicado a las puertas del bosque de Munieḷḷos, Mual ha estado históricamente vinculado a su aprovechamiento maderero, explotado por los condes de Toreno para la construcción naval en los siglos XVIII y XIX, hasta que el bosque fue adquirido por la empresa Bosna-Asturiana a principios del XX y Muniellos S.A. a mediados de siglo. La explotación forestal terminó en 1973 cuando el ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) compró el bosque. Con la llegada de la democracia, Munieḷḷos pasó a ser titularidad del Principado de Asturias. En 1982 fue declarado Reserva Biológica Nacional y, en 2002, Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. El monte de Mual, también en manos de los condes de Toreno, fue recuperado por los vecinos mediante su compra, en parte, en el siglo XIX y, totalmente, a comienzos del siglo XX. Sigue siendo propiedad vecinal y, en la actualidad, forma parte del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Aquejado por la despoblación, el aislamiento y el abandono del mundo rural, Mual cuenta con un censo de 101 vecinos, que se incrementa en época estival y festividades señaladas.
Acompañaron a Sus Majestades los Reyes en su visita a Mual el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández; la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo; el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega; el presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Pedro José Sanjurjo; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el alcalde de Cangas de Narcea, José Víctor Rodríguez, y la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, entre otras personalidades.
Tras los saludos de llegada, Sus Majestades los Reyes iniciaron su recorrido por el pueblo, visitando el molino hidráulico “molino Casa Roque”, la “Casa Sabino”, la “Casa Campo” en la que saludaron a los miembros de la Asociación Cultural de Mual. Posteriormente, visitaron el hórreo y taller de engañadores, en el que se encontraban elaborando el desvainado de fabes y el enramado de cebollas, y se dirigieron al “prao” La Guerticona en donde se estaba desarrollando una competición de bolo vaqueiro.
Los Reyes visitaron también un expositor de la carrera de montaña “Puerta de Muniellos”, una casa típica “Casa Mateo” con un horno tradicional de pan, y finalizaron su recorrido por el pueblo en el solar de “Casa Xuaquín” donde visitaron el expositor de la Asociación de Mujeres de Mual.
En la plaza del pueblo, Don Felipe y Doña Letizia descubrieron una placa conmemorativa e hicieron entrega del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias en su vigésimo novena edición al presidente de la Asociación Cultural de Mual. Tras la entrega del galardón, el Rey pronunció unas palabras en las que destacó que “el principal mérito de esta naciente vitalidad de los pueblos de Asturias corresponde a sus habitantes, os corresponde a vosotros”. Don Felipe también recalcó que ”Los asturianos del campo habéis realizado el esfuerzo de comprender las exigencias de los tiempos actuales, habéis ideado nuevos productos, habéis arriesgado en la creación de pequeñas empresas, habéis ampliado sus mercados y sostenéis con su impulso las expectativas del mundo rural. Las comunidades, las asociaciones, los grupos formados están dando nueva vida al campo en Asturias”. A continuación subrayó que “Si el mundo rural asturiano está vivo y tiene un futuro prometedor, ha sido por la fuerza y la tenacidad demostradas por sus habitantes, pues los obstáculos no son pequeños. Os animamos a que no os detengan las dificultades, a que continuéis por ese camino y que miréis con optimismo al futuro”.
Don Felipe recordó que “en ese proceso lleno de esperanza, tienen un papel fundamental las mujeres. Las mujeres de los pueblos y aldeas de Asturias habéis sustentado, durante siglos, la vida cotidiana con un esfuerzo y un sacrificio ejemplares. Gracias a las mujeres la sociedad rural ha logrado sostenerse, incluso en medio de tantas dificultades, porque con valentía, con fortaleza, con optimismo y con profundo cariño, las mujeres, además, habéis sido las principales responsables del día a día, de la educación de vuestros hijos y del cuidado de la familia, sobre todo de los mayores”.
Durante su discurso, Su Majestad el Rey reconoció que “Vivimos tiempos, como sabéis, de constantes cambios que quizás, en ocasiones, sean demasiado rápidos. Por eso son tan necesarias las referencias, los actos e ideas ejemplares que orienten, que marquen trayectorias y caminos, por sencillos que parezcan. Vosotros sois un magnífico ejemplo, y por ello construís futuro y dais esperanza”. Y sobre la Reserva Nacional mencionó que “La conservación del patrimonio natural es signo de civilización. Nuestra relación con la naturaleza no puede consistir en explotarla abusivamente, sino en saber aprovecharla, en actuar sobre ella con generosidad, con respeto y gratitud. Porque aunque sea obvio que la naturaleza sostiene nuestras vidas, en demasiadas ocasiones nos olvidamos de ello o lo damos por garantizado”.
Finalizada la intervención de Don Felipe, se interpretó por la Banda de Gaitas de Cangas de Narcea el Himno de Asturias. A continuación, los Reyes continuaron con el recorrido por la vía principal del pueblo en donde pudieron saludar a un grupo de octogenarios y al presidente del proyecto “Jóvenes Ganaderas”, la directora del proyecto y a una joven ganadera de 18 años, que les explicaron el proyecto de visibilización de las jóvenes del mundo agrario.
Tras un baile típico interpretado por el grupo folclórico “Perendengue” de Cangas de Narcea, los reyes se trasladaron a la reserva Natural de Muniellos, donde durante su visita a la reserva se fotografiaron ante una placa conmemorativa. Un tradicional almuerzo de campo en la zona “El Cascarín” puso fin al acto.
Con dedicación, trabajo y esfuerzo, los habitantes de Mual se esfuerzan por mantener tradiciones, conservar y recuperar patrimonio, proteger su entorno natural, mejorar su calidad de vida, motivar la vuelta de los emigrados y atraer turistas, así como en dar a conocer la localidad a todos los niveles. Y lo hacen a través de las asociaciones Cultural, Deportiva y de Mujeres, que suman casi doscientos socios, superando con creces a la población censada. La Asociación de Mujeres de Mual se creó en 2002 y organiza numerosas actividades, cursillos y talleres que facilitan la integración intergeneracional de sus socias. La Asociación Cultural de Mual se fundó en 2009 con el objetivo principal de reavivar las fiestas patronales de San Juliano y San Julianín y la Asociación Deportiva nació en 2012, tras la primera edición de la Carrera de Montaña Puerta de Muniellos, una prueba deportiva que se ha convertido en el buque insignia de todas las actividades impulsadas y realizadas por todos los vecinos de Mual, a través de sus tres asociaciones, cuya unión y complicidad hacen que proyectos de otra manera impensables, se conviertan en realidad. Se trata de una carrera que discurre por el bosque de Mual, rozando la reserva de Muniellos, y que desde 2015 tiene la participación restringida a trescientos dorsales, que se sortean entre los preinscritos, que suelen superar el millar. En los preparativos, las tres asociaciones se dividen el trabajo, desde la preparación de comida y regencia de la barra del bar, hasta las labores de limpieza y preparación del recorrido. La popularidad que ha alcanzado la carrera ha propiciado que más del 60 por ciento de los miembros de la Asociación Deportiva sean de fuera del pueblo. El patrimonio arquitectónico de Mual está integrado por corripias –cercados de piedra circulares para almacenar los erizos de las castañas–, cortinos –cerramientos para proteger las colmenas–, el molino de agua, el lavadero y la escuela, situada en el barrio del Cascarín.
El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar “al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes”.
Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias. Su dotación económica es de veinticinco mil euros.
En esta edición concurrían un total de 32 candidaturas.