l municipio de El Campello ha sido testigo de un emotivo homenaje a Rafael Altamira Crevea, insigne jurista, literato y humanista, dos veces nominado al Premio Nobel de la Paz. Sus restos, repatriados desde México DF en diciembre de 2024, descansan ahora en el panteón que el Ayuntamiento de El Campello, su pueblo natal, ha preparado en su honor en el cementerio municipal.
El Rey, que viajó acompañado por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, fue recibido por el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón; la presidenta de las Cortes Valencianas, María de los Llanos Massó; el alcalde de El Campello, Juan José Berenguer; el presidente de la Diputación de Alicante y alcalde de Benidorm, Antonio Pérez; así como por María Luz Altamira y Rafael Prieto, nieta y bisnieto del homenajeado.
La ceremonia, que contó con la interpretación de la pieza musical “Air de la Suite n.3 BWV 1068 de Johann Sebastian Bach” a cargo del cuarteto ADDA Sinfónica, incluyó intervenciones del alcalde de El Campello y de los familiares de Rafael Altamira Crevea, así como la proyección de un vídeo sobre su vida y legado. El presidente de la Diputación de Alicante cerró el acto con la interpretación de los Himnos de la Comunidad Valenciana y Nacional.
Tras la ceremonia, Don Felipe se dirigió a la capilla, donde saludó a los familiares de Rafael Altamira Crevea. Juntos, presenciaron la inhumación de los restos, que fue acompañada por la interpretación del Preludio de la Suite para violonchelo n.2 en re menor de Johann Sebastian Bach a cargo de un chelo.
Para concluir, el Rey conversó con los familiares de Rafael Altamira Crevea y las autoridades asistentes, cerrando así un homenaje a la altura de la figura de este ilustre personaje, que dedicó su vida a la defensa del diálogo, la educación y la democracia.
Un monumento a la memoria de Rafael Altamira Crevea
El panteón de Rafael Altamira Crevea, de corte sencillo y elegante, está construido en mármol travertino y granito verde báltico. En él reposan, junto a sus padres y abuelos, los restos de este ilustre alicantino que, a pesar de su exilio, siempre mantuvo un fuerte vínculo con su tierra natal.
Rafael Altamira Crevea: un legado de paz y justicia
Nacido en Alicante en 1866, Rafael Altamira Crevea falleció en México en 1951, donde se exilió tras la Guerra Civil Española. Jurista, humanista, historiador y pedagogo, Altamira destacó por su compromiso con la paz y la justicia, siendo propuesto para el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones y formando parte del Tribunal Permanente de Justicia Internacional de La Haya. Su legado perdura como ejemplo de diálogo, educación y defensa de los derechos humanos.