a Fundación Príncipe de Asturias, al conmemorarse su décimo aniversario, constituyó en 1990 un nuevo Premio, de carácter y naturaleza diferente a los Premios Príncipe de Asturias, denominado
. El galardón se concede al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en "la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, o también en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes".
El jurado del premio resolvió distinguir en esta edición al movimiento asociativo y vecinal de Boal, cuya sociedad civil ha sido capaz de organizarse de manera ejemplar para llevar a cabo numerosas actividades que han permitido dinamizar la vida del concejo y propiciar su desarrollo económico, social, cultural, deportivo y formativo. El jurado ha querido hacer constar, asimismo, el trascendental impulso desarrollado por la emigración en la realidad de Asturias desde comienzos del siglo XX.
Sus Majestades los Reyes acudieron a Boal para hacer entrega del galardón, que fue recibido por Amparo Díaz, presidenta de la Asociación Cívica de Naturales, Vecinos y Amigos del Concejo de Boal, como representante del pueblo galardonado.
Don Felipe, en su intervención se dirigió a los vecinos de Boal destacando que esta es sin duda una edición muy especial, “pues es el primer año que lo entregamos como Reyes de España, y al hacerlo nos acordamos mucho de nuestras queridas hijas. Leonor —la Princesa de Asturias— sabe al igual que su hermana la Infanta Sofía, que nuestra vinculación con esta tierra es muy intensa, por tantas razones personales e históricas”.
También, Don Felipe recordó “la generosidad y el esfuerzo hechos en los primeros años del pasado siglo por vuestros emigrantes a Cuba. Una generosidad y un esfuerzo que se materializó, entre otras muchas cosas, en la construcción de 21 escuelas por la denominada Sociedad de los Naturales del Concejo de Boal en La Habana, un hecho único en la historia de Asturias, digno de todo elogio y reconocimiento”.
“Aquella actitud altruista de vuestros emigrantes ayudó a que prendiera en vosotros el gusto por el trabajo compartido y por el asociacionismo, que tantos y tan buenos frutos están dando en el concejo”.
Su Majestad el Rey subrayó lo que el Jurado quiso reconocer del fallo del Premio “vuestra capacidad para llevar a cabo múltiples iniciativas y vuestro deseo de llevar adelante —y unidos— tantos proyectos, convencidos de que incluso los mayores sacrificios se hacen con más impulso si se comparten no solo los éxitos, sino también las dificultades”.
A su llegada a Boal, Sus Majestades los Reyes fueron recibidos por el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández; el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte; el presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Pedro José Sanjurjo; el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo; el alcalde de Boal, José Antonio Barrientos; la directora y el secretario general de la Fundación Príncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo y Adolfo Menéndez, respectivamente, y el director emérito de la Fundación Príncipe de Asturias, Graciano García.
Tras el saludo de la Corporación Municipal de Boal, entre otras personalidades, Don Felipe y Doña Letizia comenzaron un recorrido por el pueblo, durante el que visitaron la calle Melquiades Álvarez, con los inmuebles indianos más representativos de la arquitectura relacionada con la emigración a América de finales del siglo XIX, y saludaron a los miembros del Movimiento Asociativo y Vecinal de Boal. Continuaron con una visita al Centro de Interpretación Lavadero, donde unas mujeres ataviadas con trajes de lavanderas recreaban su historia, representando la técnica de lavado y secado antiguo, los usos y tradiciones.
En la avenida de Asturias, los Reyes observaron una recreación costumbrista referente a la forja del clavo, que durante los siglos XVIII y XIX fue una de las actividades más importantes del sector en el concejo, a cargo de Francisco Pío Fernández y Rubén Soto, miembros del Centro de Interpretación de la Artesanía de Hierro. Seguidamente, saludaron a María Félix, pintora local, que entregó a Sus Majestades el cuadro “Paisaje de Boal”.
Tras acceder Sus Majestades los Reyes a la Plaza de los Emigrantes y ser saludados por el jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2014, tuvo lugar el acto de entrega del galardón, que recibió la presidenta de la Asociación Cívica de Naturales, Vecinos y Amigos del Consejo de Boal, Amparo Díaz, de manos de Su Majestad el Rey. Durante la ceremonia intervinieron el alcalde de Boal; el presidente del Jurado, Francisco Rodríguez -quien dio lectura al acta de concesión del premio-; la redactora del proyecto de candidatura “Forum Boal 3000”, Gloria López Téllez, y finalmente, Don Felipe.
Una vez concluido el acto de entrega, los Reyes se dirigieron al monolito situado a la salida de la plaza donde descubrieron una placa conmemorativa y fueron obsequiados con una cesta con productos típicos de Boal por parte de los representantes de la Asociación “Muyeres con xeito”, Rocío Quintana, y de la Escudería Castrillo Motor Club, Enrique Suárez. A continuación, Don Felipe y Doña Letizia se dirigieron a la Casa de la Cultura donde firmaron en el libro de honor.
Finalizado el acto, los Reyes se trasladaron a la Casa de Apicultura, centro de divulgación e interpretación relacionada con el arte de la cría de las abejas, y a las Escuelas Graduadas de Boal. En este lugar saludaron a Adelina y Marta, que cursaron sus estudios primarios en las Escuelas en 1934, año en el que se inauguraron, y a Orlando, emigrante retornado de Cuba. En las Escuelas se representó una clase de época con alumnos de primer ciclo, vestidos con uniformes tradicionales y utensilios escolares de antaño, con temática relativa a la primera etapa poética de Carlos Bousoña, poeta boalense que recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1995.
Un tradicional almuerzo de campo, en el polideportivo al que asistieron unos 800 vecinos, puso fin a los actos.
El concejo de Boal
El concejo de Boal/Bual está enclavado en la parte occidental de Asturias y atravesado por el río Navia, frontera natural con el municipio de Villayón por el este, lindando también con El Franco y Coaña, al norte, Illano, al sur, y Castropol al oeste. De compleja orografía, el curso del río y sus afluentes configuran un paisaje escarpado, en el que se encuentran los embalses de Doiras y Arbón, destinados a la producción de energía eléctrica. En la actualidad, tras un proceso de despoblación hacia las franjas costeras, el concejo tiene poco más de 1.800 vecinos. La agricultura y la ganadería fueron fundamentales durante siglos en la economía de Boal/Bual. La implantación de actividades terciarias como la producción de miel en cooperativa, el turismo rural o la instalación de pequeñas empresas agroalimentarias han contribuido a la actual recuperación económica de la zona.