us Majestades los Reyes iniciaron en la mañana del martes, 2 de junio, un Viaje de Estado a la República Francesa, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo. Don Felipe y Doña Letizia partieron rumbo a París desde la Terminal T-4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde tuvo lugar la despedida oficial, en la que se interpretó el Himno Nacional y el Rey pasó revista a un piquete de honor.
A su llegada al Aeropuerto parisino de Orly, los Reyes fueron recibidos por el embajador de España en Francia, Ramón de Miguel; el embajador de Francia en España, Jerome Bonnafont y el secretario de Estado para Asuntos Europeos del Gobierno francés, Harlem Désir.
A continuación, Sus Majestades los Reyes se trasladaron, escoltados por un escuadrón de motoristas de la Guardia Republicana, al Arco del Triunfo donde tuvo lugar el recibimiento oficial por el Presidente de la República Francesa, François Hollande; representando al Gobierno de la República Francesa, la ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Ségolène Royal y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Tras la interpretación de los Himnos Nacionales, Don Felipe y el presidente Hollande pasaron revista a las tropas que les rendían honores y frente a la tumba del soldado desconocido realizaron una ofrenda floral. Posteriormente, tuvo lugar un toque de oración, un momento de silencio y se interpretó el himno al soldado desconocido.
Finalizada la ceremonia, Sus Majestades los Reyes, se trasladarán al Palacio del Elíseo con una escolta de honor de 146 caballos, donde Don Felipe mantuvo un encuentro con el Presidente de la República Francesa, en el que también estuvieron presentes el ministro de Asuntos Exteriores español y la directora general de Relaciones Bilaterales con Países de la Unión Europea, Países Candidatos y Países del Espacio Económico Europeo. Durante el encuentro Don Felipe recordó a todos los fallecidos en el accidente de aviación de los Alpes y a gradeció los esfuerzos de Francia en las tareas de rescate y atención a los familiares de las víctimas. También abordaron las relaciones bilaterales en los ámbitos económico, político, de seguridad y cultural, y como socios con intereses comunes en la Unión Europea.
Por la tarde, Sus Majestades los Reyes se trasladaron al Grand Palais, donde acompañados por el presidente Hollande, la ministra de Cultura y Comunicación francesa, Fleur Pellerin y los premiados franceses con los Premios Princesa de Asturias, visitaron la Exposición “Velázquez y el triunfo de la pintura española”. El Grand Palais y el Louvre, productores de la muestra en colaboración con el Museo de Historia del Arte vienés y el apoyo del Museo del Prado, donde se concentra un notable conjunto de la obra del maestro sevillano, de quien solo se conservan en el mundo poco más de cien óleos. Hasta el próximo 13 de julio, París congregará 119 obras, de ellas alrededor de cien óleos, de los que "entre 55 y 60 son de Velázquez" y el resto de grandes pintores españoles, flamencos e italianos.
Posteriormente, en el Grand Hotel Intercontinental, Su Majestad el Rey mantuvo un encuentro con el Secretario General de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría, en el que estuvo presente el embajador jefe de la Delegación Permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico.
Por la noche, en el Palacio de Marigny contiguo al Palacio del Elíseo, Don Felipe y Doña Letizia impusieron las condecoraciones a autoridades y funcionarios franceses en reconocimiento de su labor con motivo de la tragedia aérea de Germanwings. Posteriormente, se trasladaron al Palacio de Elíseo donde tuvo lugar la Cena de Gala ofrecida por Su Excelencia el Presidente de la República Francesa en honor de Sus Majestades los Reyes.
Durante la cena Don Felipe destacó que “Francia y España somos dos naciones con una gran trayectoria histórica. Hemos contribuido decisivamente a la cultura y la civilización europea y universal; y todavía tenemos mucho más que decir y que aportar en todos los órdenes de la actividad humana. Hemos aprendido, después de siglos de conflictos y alianzas, de rivalidades y aproximaciones, que cuando actuamos de forma concertada y en estrecho entendimiento más se benefician nuestras sociedades e impulsamos mejor y de forma más eficaz el progreso del ideal europeo y el progreso de la Humanidad”.
"Europa es hoy también nuestra patria, así como los valores que presenta, unos valores que han de ser detenidos con determinación" ha dicho Su Majestad el Rey que ha comenzado su intervención en el Palacio de El Eliseo refiriéndose a la unidad de acción frente al terrorismo y recordando los atentados de ETA y los islamistas en Francia y Túnez.
Don Felipe afirmó que "España necesita a Francia y Francia necesita a España. Compartimos retos y compartimos intereses. Compartimos valores y compartimos convicciones. Nuestras sociedades nos han mostrado a diario el camino del quehacer común, con una constante interrelación en todos los ámbitos, con historias personales llenas de esfuerzos, sueños y nostalgias, pero, sobre todo, llenas de ilusión”.
También dijo que “los caminos de Francia y España confluyen hoy, sobre todo, en Europa. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y desde el inicio de la construcción europea, sucesivas generaciones han trabajado convencidas del progreso de nuestro proyecto común, de que las condiciones de sus hijos serían mejores que las propias: mejor educación, mejor trabajo, mejor nivel de vida y mejores perspectivas para el desarrollo de los derechos de las personas”. “Hemos de lograr un mayor acercamiento del proyecto europeo a los ciudadanos, trabajando por un mayor crecimiento económico que impulse la creación de empleo y una mayor cohesión social; para encarar juntos el futuro y las oportunidades que éste ofrece, y seguir impulsando los valores y principios que nos guían”.
Apuntando al futuro ha querido dejar claro que es el momento de dar nuevo ímpetu a los intercambios hispano-franceses tanto humanos como económicos, comerciales y culturales "Los Pirineos, barrera natural que al tiempo nos limita y nos une, siguen constituyendo hoy día un reto pendiente que debemos esforzarnos en superar. Un espacio común unido desde el Mediterráneo al Atlántico generaría una nueva dinámica de progreso y prosperidad para nuestras respectivas sociedades, así como para el conjunto de Europa. Por ello, hemos de trabajar intensamente para reforzar y multiplicar las conexiones tanto de transportes como energéticas, pues sobre esas redes se sustenta la vitalidad de nuestras economías y su mejor resistencia ante futuras crisis".
Haciendo mención a varios escenarios de la realidad internacional ha escorado que Francia y España son los dos únicos países europeos con vertiente al Atlántico y al Mediterráneo, ha destacado que España está de la mano e Francia en las misiones en Mali y República Centroafricana, ha agradecido el apoyo de Francia para que nuestro país forme parte durante dos años del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ha ofrecido el respaldo español a la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobe al Cambio Climático que se celebrará en diciembre de este año en París". El Rey ha finalizado invitando a brindar por ambos países "Viva Francia, Viva España".
En su discurso en el Ayuntamiento de París, ya en la mañana del día 3, Don Felipe destacó que "la tolerancia en libertad y el respeto mutuo no deben ser incompatibles con la firmeza frente a quienes desprecian esos valores", para añadir a continuación que "París y Francia siempre contarán con el apoyo de España en la defensa de los mismos y para lograr la victoria sobre quienes quieran destruirlos".
Su Majestad el Rey agradeció "la oportunidad que nos habéis brindado de constatar la ilusión y confianza en el futuro de las nuevas generaciones de españoles en París. Ellos están contribuyendo al dinamismo y la pujanza de esta espléndida ciudad, y a reforzar aún más los lazos históricos y culturales que la unen a España".
Don Felipe subrayó que "hoy también estamos aquí para recordar un importante momento en la historia de esta capital y de Francia en la lucha contra otro avatar del totalitarismo. En agosto de 1944 la “Nueve”, es decir, la 9ª Compañía de la IIª División Blindada Francesa, integrada mayoritariamente por españoles, liberó este Hôtel de Ville", a esta Unidad rindió homenaje en una sencilla y emotiva ceremonia para, a continuación, hacer hincapié en que "este jardín será símbolo de la libertad y la tolerancia, dos de las grandes señas de identidad de París que han atraído a lo largo de décadas a algunos de mis compatriotas más destacados en las diferentes ramas de la cultura y del pensamiento y que han encontrado aquí el ambiente propicio para desarrollar su creatividad".
Previamente, la alcaldesa de París alabó "la amplitud de miras" y la "personalidad" de Don Felipe. Además, afirmó que Su Majestad el Rey ha querido reinar "bajo el síbolo de la tolerancia, la diversidad y la modernidad" y ha conseguido encarnar "la unidad en la diversidad", valores muy importantes tanto para Francia como para España.
Sus Majestades los Reyes estuvieron acompañados por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; el primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de París, Bruno Julliard y su concejal encargado de Relaciones Internacionales, Patrick Klugman, así como por el director de Relaciones Internacionales del Gabinete de la alcaldesa de París, Aurelien Lechevallier.
Posteriormente, Don Felipe y Doña Letizia tuvieron la oportunidad de conversar con la corporación municipal y la delegación oficial española, antes de emprender camino al Palacio Petit Luxembourg, residencia del Presidente del Senado donde, tras recibir honores, Don Felipe, acompañado de Doña Letizia, celebró un encuentro con el Presidente del Senado, Geràrd Larcher, en el que estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo y nuestro embajador en la capital francesa, Ramón de Miguel, así como por el Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, de la Defensa y de las Fuerzas Armadas, Jean-Pierre Raffarin, por parte francesa.
Al mediodía, Don Felipe y Doña Letizia celebraron un almuerzo en el Palacio de Matignon ofrecido por el Primer Ministro de la República Francesa, Manuel Valls, en honor de Sus Majestades los Reyes y en el que Don Felipe pronunció unas breves palabras, que inició en francés, para testimoniar al Primer Ministro francés y a la Sra. de Valls su agradecimiento y el de Su Majestad la Reina por tan caluroso recibimiento.
Don Felipe, en alusión al terrorismo y al fanatismo que éste conlleva recalcó una vez más que "esa Europa que queremos debe ser una Europa del imperio de la ley, una Europa social, una Europa abierta al mundo, una Europa unida, sólida y solidaria" que "destierre los fanatismos que la han enfrentado". "En definitiva, una Europa de la Libertad", concluyó.
Su Majestad el Rey destacó particularmente "nuestra común vocación europea", por eso incidió en que "estamos la Reina y yo aquí, en esta nuestra primera Visita de Estado, para subrayar lo importante que es Francia para España, para agradecer al Gobierno francés, al Presidente de la República y al Primer Ministro Señor Valls, lo mucho que valoramos los esfuerzos que ellos hacen para mejorar siempre nuestras relaciones".
Don Felipe se refirió asimismo a las relaciones bilaterales entre ambos países, para manifestar que "nuestra historia de vecindad tan larga está repleta de proyectos comunes y de relaciones humanas que hacen que nuestros países sean fundamentalmente amigos y cercanos".
Antes de Su Majestad el Rey, el Primer Ministro francés, al igual que la alcaldesa de París se dirigió a Don Felipe "como garante de la Unidad de España", asegurando al mismo tiempo que "Francia sin España no es nada".
Al término del almuerzo, ya en la tarde del día 3, y en el que se podría considerar como el acto más significativo del día, Sus Majestades los Reyes visitaron la Sede de la Asamblea Nacional, donde tras un encuentro con el Presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, Don Felipe se dirigió al hemiciclo de la Cámara compuesto por unos 577 miembros. Allí, Su Majestad el Rey, en un discurso pronunciado integramente en francés y con el recuerdo de la presencia de Don Juan Carlos en esa misma Cámara, se dirigió a los diputados presentes para reafirmarse en que "frente a la agresión, España está y estará a su lado en la defensa de los valores que compartimos y que reafirmamos solemne y serenamente ante quienes pretenden destruirlos con el terror", haciendo especial énfasis en que "honremos a las víctimas, acompañemos a sus familias y a sus seres queridos. Y, sobre todo, digamos alto y claro a los asesinos: no nos doblegarán, no nos vencerán, jamás nos harán renunciar a lo que somos".
Continuó su intervención Don Felipe constatando una vez más ante los diputados franceses el hecho de que "como amigo y admirador de su país, quiero decirles: sin Francia no hay Europa. Sin una Francia segura de sí misma, fiel a sus valores y firme en la defensa de los mismos, Europa y el mundo perderíamos un referente valiosísimo, un referente fundamental", motivo por el cual "queremos más Francia", afirmó.
Expresó también Su Majestad el Rey a todos los presentes en el Hemiciclo su deseo por "una Europa unida", como "condición necesaria para el progreso y el bienestar de nuestras sociedades, y para superar y eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación que, en otros tiempos, llevaron a nuestros pueblos a los momentos más oscuros de la historia europea".
Hizó mención especial Su Majestad el Rey a la juventud europea, y exhortó a los presentes a no "desfallecer a la hora de luchar contra el paro, de reducir la desigualdad y de sentar las bases que nos permitan mirar hacia adelante con esperanza y optimismo. Se lo debemos, sobre todo, a los jóvenes que merecen la mayor admiración por su dinamismo, por su coraje y su forma valiente de abrirse camino en el mundo".
Fue al término de sus palabras cuando Don Felipe recalcó nuevamente el "compromiso de nuestros dos países con el alto objetivo de la paz mundial" y el compromiso común de ambas naciones para que "allá donde miremos y persistan la pobreza, la injusticia, la negación del derecho elemental a la educación o a la salud de la infancia, o la violación de los derechos de las mujeres, Francia y España sabrán responder poniéndose del lado de los más necesitados y de los más débiles. Es nuestra vocación, es nuestra convicción".
Por último, recordó otros retos pendientes que también debemos afrontar sin vacilar, como son los "desafíos a la paz y la seguridad mundial", y señaló como uno de los más urgentes "el cambio climático".
Finalizada su intervención, acogida con aplausos por el pleno de los diputados presente en la Asamblea Nacional, Sus Majestades los Reyes asistieron a una recepción que tuvo lugar a continuación, en la que saludaron también a los miembros del gobierno francés asistentes y vicepresidentes de la Asamblea Nacional.
Antes de finalizar la jornada, Sus Majestades los Reyes recibieron en audiencia a la Señora Irina Bokova, directora general de UNESCO, encuentro en el que también estuvo presente el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo y el embajador Delegado Permanente de españa en la UNESCO, Juan Manuel de Barandica y Luxán.
Una recepción a una representación de la colectividad española residente en Francia, celebrada en la residencia de la Embajada de España en París, y que congregó a unos 400 españoles, cerró la jornada del día de hoy. Don Felipe reconoció ante éste grupo de compatriotas "el haber encontrado aquí vuestro hogar, ser puente de unión entre nuestras dos sociedades, contribuír al enriquecimiento, a la diversidad y al mejor entendimiento entre Francia y España" y les transmitió la gratitud de la sociedad española y el de La Corona a todos esos jóvenes que "habéis dejado España para labraros un futuro profesional. Soy consciente del sacrificio que supone abandonar a vuestros seres queridos para empezar una nueva vida fuera de nuestras fronteras. Vuestra experiencia y conocimientos constituyen un activo incalculable para apoyar el progreso de nuestro país, al que no podemos ni debemos renunciar", para concluir agracediéndoles "el esfuerzo que estáis realizando. Compartimos vuestros sueños y vuestros anhelos y celebramos juntos vuestros éxitos".
De Francia destacó, como a lo largo de estas dos jornadas ser "uno de los principales motores de Europa. Por ello debemos mantener el esfuerzo de concertación, coordinación y colaboración que caracterizan nuestras relaciones en el seno de la Unión Europea".
Como a lo largo de estas dos jornadas, Don Felipe volvió la vista atrás en el tiempo para "rendir un sentido homenaje a las víctimas de los ataques en París del mes de enero, o del mes de marzo en Túnez, así como a sus familias, pero también a todas las victimas de cualquier forma de terrorismo que, como vemos con lamentable frecuencia, no tiene límites geográficos, ni morales para amenazar y querer destruir la vida, los derechos fundamentales, la democracia y la convivencia entre culturas, ideas y creencias".
El jueves, 4 Su Majestad el Rey, acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Juan Manuel García-Margallo, el de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, mantuvo un desayuno de trabajo con empresarios franceses y españoles, en la Residencia de la Embajada de España. En sus palabras, Don Felipe quiso instar a "incrementar la cooperación entre las empresas de nuestros países, lanzar proyectos conjuntos y generar empleo, son los mejores servicios que, desde su posición, pueden ustedes ofrecer a España y a Francia. Les felicito por ello y les doy las gracias, una vez más, por haber compartido con nosotros sus reflexiones sobre la capacidad de nuestros países y empresas para atraer y poner en marcha nuevos proyectos generadores de riqueza y de empleo, en beneficio de los ciudadanos de Francia y de España". "Francia- quiso destacar Su Majestad- el el primer socio comercial de España y, también, un gran socio económico. El carácter exportador de nuestras empresas, en Francia y en el mundo, ha sido una de las claves para acelerar la superación de la crisis".
Seguidamente, Sus Majestades visitaron el Instituto Cervantes de París, donde fueron recibidos por el director de los Institutos Cervantes en el Mundo, Víctor García de la Concha, el consejero Cultural de la Embajada de España en la República Francesa, Francisco Elías de Tejada, y el director del Instituto Cervantes de París, Juan Manuel Bonet, donde mantuvieron una reunión con destacados hispanistas. En sus palabras, Su Majestad el Rey quiso destacar que "es labor de los hispanistas franceses, y de los estudiosos españoles de la realidad francesa, contribuir a una mejor comprensión y a una mayor difusión de estos intercambios que han enriquecido a nuestras dos sociedades a lo largo de la historia. El reto que ahora tenemos por delante es transmitir ese conocimiento a las generaciones más jóvenes de españoles y franceses, de forma que la llama doble que ustedes portan siga iluminando nuestro pasado y alumbrando nuestro porvenir. Me honra saludarles y decirles que el hispanismo les necesita. La instituciones sólidas y venerables sobre las que se sustenta el hispanismo francés- concluyó Don Felipe- previenen y se renuevan gracias a la pasión intelectual de todos ustedes, a su demostrada amistad hacia nuestro país y a su profundo conocimiento de nuestra historia y, también, de nuestra realidad presente.
A continuación, Don Felipe y Doña Letizia asistieron a la Clausura del Encuentro Económico Hispano-Francés en el Grand Hotel Intercontinental, donde Su Majestad el Rey, tras las intervenciones del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, del secretario de Estado para Asuntos Europeos del gobierno francés, Harlem Désir y el ministro de Astuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, pronunció unas palabras a los asistentes, donde quiso destacar que "tanto en francés como en español, empresa viene de emprender, que es tener ideas y tratar esforzadamente de ponerlas en práctica individualmente o con ayuda de otros, con el fin de generar valor, riqueza, empleo, y el de construir un futuro siempre mejor. Ideas, determinación, trabajo duro…, eso es lo que os caracteriza a todos vosotros, empresarios. Con vuestra visión y vuestro éxito contribuís al progreso y el bienestar de toda la sociedad". También quiso alabar que "la buena marcha de la economía francesa constituye una prioridad para España. En el mundo globalizado ya no podemos pensar ni actuar aisladamente. La cooperación entre nuestras empresas y entre nuestros países es un elemento esencial de nuestro progreso, que cada vez se refleja más en nuestra proyección en terceros mercados. Nuestra cooperación es esencial también para el resto de Europa. En primer lugar, porque una parte importante de nuestra exportación al resto de nuestro continente, que es el 60% de nuestra exportación global, debe cruzar Francia para llegar a sus mercados de destino. Por ello, la mejora de nuestras comunicaciones, terrestres o marítimas, son un proyecto no sólo franco-español, sino auténticamente europeo".
La despedida oficial desde el aeropuerto de Orly puso fin al viaje de Estado de Sus Majestades los Reyes a la República Francesa.