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Palabras de Su Majestad el Rey en la Cena Oficial de la XVII Cumbre Iberoamericana

Santiago de Chile, 11.9.2007

S

eñora Presidenta de la República de Chile,

Señores Jefes de Estado y de Gobierno,

Señor Secretario General Iberoamericano,

Señoras y Señores,

Me cabe el alto honor de responder a Vuestras sentidas palabras, en nombre de los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica aquí presentes.

Estamos profundamente satisfechos de haber podido acudir a esta gran cita en la capital de la República de Chile.

Un país que cuenta con nuestra unánime admiración, y que ha sabido avanzar, desde la recuperación de su mejor tradición democrática, por el camino de la estabilidad institucional, del progreso económico y social, y de la defensa de la diplomacia multilateral, de la paz y de la cooperación internacional.

Sé que interpreto fielmente el sentir de todos, al agradeceros de corazón Vuestra calurosa acogida en esta hermosa ciudad de Santiago, situada al pie de la cordillera que Gabriela Mistral denominara la ?carne de piedra de la América?.

Santiago se convierte así, por segunda vez, en sede de una Cumbre Iberoamericana.

Estoy, asimismo, convencido de que hago míos los deseos de todos los participantes, al trasladaros la felicitación por el magnífico trabajo y la intensa dedicación de Chile, la Vuestra y la de Vuestro Gobierno, en la espléndida organización de esta Cumbre y en el ejercicio este año de la Secretaría pro Tempore.

Un trabajo y una dedicación fiel reflejo, Señora Presidenta, de Vuestra altura política.

Antes de proseguir, no quiero dejar de expresar en nombre de los presentes, toda nuestra solidaridad en el dolor ante los trágicos y devastadores efectos del huracán Noel en muy queridos países hermanos.

Señora Presidenta,

La nuestra es una gran Comunidad que supo partir de lo evidente para perseguir lo necesario.

Nos reunieron las lenguas en las que nos hablamos, las maravillosas culturas que enriquecen al mundo, la densa Historia que compartimos y tantos otros grandes valores que nos son comunes.

A lo largo de más de tres lustros, hemos ido construyendo los cimientos de nuestra Comunidad, incorporando principios a nuestro acervo y labrando cada vez mayores niveles de cooperación.

También supimos, desde el principio, que Iberoamérica sólo podría convertirse en Comunidad articulada si, además de un lugar propicio para el encuentro y un espacio privilegiado para la concertación política, era capaz de pensar en el conjunto, de crear un ámbito propio de cooperación.

Como dijo Neruda ? Nunca hemos puesto los ojos única y exclusivamente en la sola franja de nuestro propio país, siempre hemos estado pensando en todo nuestro continente?

Hoy, la Comunidad Iberoamericana se precia de su capacidad de respetar e incorporar su diversidad como un signo de identidad, así como de su voluntad de hacer de sus valores, principios comunes de actuación.

En esta Cumbre nos hemos concentrado en el tema de la cohesión social, un desafío de primera magnitud para Iberoamérica .

Nuestra voluntad es firme, ya que nos mueve un anhelo compartido de acabar con la desigualdad y la exclusión.

Sabemos que la democracia y el crecimiento con equidad, son elementos esenciales para lograr esa cohesión social.

En su búsqueda, el diálogo y la concertación han sido siempre aliados para lograr el mayor progreso de nuestros ciudadanos.

Para avanzar hacia estos objetivos, la Comunidad Iberoamericana ha acertado, al irse dotando de estructuras a medida que las ha necesitado.

La creación de la Secretaría General Iberoamericana, supuso un paso decisivo en la consolidación de lo iberoamericano, en la eficaz articulación de nuestras iniciativas comunes y en nuestro deseo de mayor proyección hacia el mundo.

Nunca, como hasta ahora, nuestra Comunidad había podido trabajar de manera tan coordinada y ambiciosa.

Ello ha sido posible porque hemos puesto esta ambición en manos idóneas, dedicadas y comprometidas, como las de Don Enrique Iglesias y su equipo, cuya alta disposición, acertado trabajo y evidentes logros, merecen la felicitación de todos los Jefes de Estado y de Gobierno de la Cumbre.

Señora Presidenta,

La cohesión social constituye un elemento fundamental para conformar el sentido de pertenencia a nuestras sociedades respectivas.

En esta Cumbre de Santiago hemos puesto en común ideas y propuestas para avanzar hacia dicha meta.

El año que viene celebraremos la siguiente Cumbre en San Salvador. Agradecemos al Presidente y al Gobierno de El Salvador su ofrecimiento para albergarla. Les deseamos muchos éxitos en su preparación. Pueden contar, para ello, con el apoyo de todos los Estados aquí representados.

Sigamos avanzando progresivamente para que todos nuestros ciudadanos iberoamericanos se sientan, cada vez más comprometidos con esta Comunidad.

Para ello, necesitamos empeño, compromiso y perseverancia, y, como también dijo Gabriela Mistral, que ?no pasen los alientos?.

Con esa esperanza y determinación, les invito a levantar nuestras copas por el progreso de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, por la ventura personal de la Señora Presidenta Bachelet y por el bienestar del querido pueblo chileno.

Muchas gracias.

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