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Palabras de Su Majestad el Rey en el Almuerzo ofrecido por el Primer Ministro de Nueva Zelanda y la Sra. Bronagh Key

Wellington, 6.23.2009

S

eñor Primer Ministro,

Señora Bronagh Key,

Señor Líder de la Oposición,

Señor Presidente del Parlamento,

Señoras y Señores,

Muchas gracias por tan amables palabras en la sede del Parlamento de Nueva Zelanda que confirman, tanto la solidez de la amistad hispano-neozelandesa, como el propósito -que anima a nuestros dos países- de fortalecer y ampliar nuestras excelentes relaciones bilaterales.

Este es también el espíritu con el que ayer emprendimos nuestra segunda Visita de Estado a Nueva Zelanda, cuando se acaban de cumplir exactamente veintiún años de la primera que realizamos a este espléndido y querido país.

Hemos sido recibidos como entonces, con una especial cordialidad que, junto con la Reina, deseo agradecer muy sinceramente.

Señoras y señores,

Es bien antiguo el interés de España por el Pacífico Sur. Ayer inauguramos en Auckland una interesante exposición sobre las navegaciones españolas por esta vasta región, conocida como el?lago español? entre los siglos dieciséis y dieciocho.

En 1793 se producía el primer contacto documentado de España con Nueva Zelanda, al arribar Alejandro Malaspina a los fiordos de la Isla Sur, una tierra cuyos topónimos nos recuerdan a los miembros de aquella expedición científica.

Unas décadas más tarde, llegó a la Isla Norte el segoviano Manuel José de Frutos. Se instaló en Port Awanui y fue acogido por el iwi de los Ngáti Poróu. Dos siglos más tarde, sus descendientes celebran la fusión de las raíces hispanas y maoríes en la Familia Paniora.

Con ancestros procedentes de los dos extremos del mundo, son un símbolo de la unión de toda la Humanidad.

Señoras y Señores,

En lasúltimas décadas, la amistad entre Nueva Zelanda y España se ha consolidado sobre la base de los valores de libertad y democracia que compartimos.

Junto a ello, nuestros dos países promueven la paz, los derechos humanos y la solidaridad, como aspiraciones irrenunciables de un orden internacional más justo.

Gracias a esa identidad de valores, la distancia geográfica que nos separa - y que hace de España y Nueva Zelanda las antípodas exactas del globo terráqueo-, no nos ha impedido colaborar allá donde nuestro esfuerzo es requerido.

La participación conjunta en Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, o nuestro común apoyo a los Objetivos del Milenio, son reflejo de la proximidad de nuestras posiciones en el plano multilateral.

También en lo bilateral nuestros dos países se han acercado mucho, como lo demuestra la apertura de la Embajada neozelandesa en España y de la española en este país, cuya nueva Cancillería vamos a inaugurar mañana.

Estamos empezando a tejer una amplia red de Acuerdos entre ambos países.

Nuestras sociedades van conociéndose mejor. Sólo este año, más de diez mil españoles vendrán a Nueva Zelanda, atraídos por su fama como tierra de amable acogida y extraordinaria belleza.

Igualmente, son muchos los ciudadanos neozelandeses que han empezado a visitar España, especialmente desde la celebración en Valencia de la?Copa América?, un acontecimiento de gran trascendencia para este país de honda vocación marinera.

Nos satisface comprobar cómo las múltiples manifestaciones de la rica cultura española atraen a muchos neozelandeses.

Constato con agrado que unos treinta mil alumnos de secundaria y dos mil quinientos universitarios, aprenden el español en Nueva Zelanda. Una lengua que compartimos casi quinientos millones de personas y que dispone de creciente peso internacional como idioma de comunicación internacional.

En el plano económico y comercial, en estos tiempos de grave crisis internacional, nuestras relaciones ofrecen múltiples posibilidades, como dije ayer en Auckland en la clausura de un encuentro Empresarial hispano-neozelandés.

Grandes posibilidades, particularmente en aquellos sectores en los que contamos con empresas con indudable liderazgo internacional, como son los de las energías renovables, infraestructuras, finanzas o telecomunicaciones.

La geografía y su rica historia hacen de España un país con múltiples vocaciones.

Como miembro activo de la Unión Europea, que presidiremos en el primer semestre de 2010, nuestro país da acceso directo a uno de los mayores mercados del mundo. Mantenemos, asimismo, vínculos privilegiados con Iberoamérica y elárea mediterránea.

Pero, una economía como la española, que figura entre las diez primeras del mundo, aspira a estar más presente en esta región. A tal efecto, la colaboración con Nueva Zelanda reviste para nosotros un interés particular.

Señoras y Señores,

Son ya muchos los ejemplos de cooperación entre Nueva Zelanda y España.

El mayor acercamiento entre nuestros dos países es el principal objetivo de nuestra Visita de Estado a Nueva Zelanda, una tarea para la que cuentan con la voluntad de mi Gobierno y con mi personal compromiso.

Con este espíritu, quiero levantar mi copa para brindar por Su Majestad la Reina Isabel II, Reina de Nueva Zelanda.

Muchas gracias.

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