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Palabras de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en la inauguración del centro del Instituto Cervantes en Chicago

Chicago, 10.7.2009

P

ermitidme que aunque sea hoy un día de celebración tenga unas palabras de recuerdo emocionado por el militar fallecido y por los heridos en el ataque de ayer a nuestras tropas en Afganistán. Nos unimos al dolor de su familia y de sus compañeros de armas. También quiero transmitir nuestra cercanía y solidaridad con nuestros aliados los Estados Unidos por las recientes e intensas bajas sufridas por sus tropas también en Afganistán.

Quiero ahora continuar mis palabras poniendo muy especialmente de relieve el placer que tanto la Princesa como yo sentimos al venir a esta maravillosa ciudad de Chicago. Somos grandes admiradores de su grandeza y dinamismo, de su vitalidad cultural. Por eso venir aquí para inaugurar esta nueva sede del Instituto Cervantes nos llena de alegría, pero también de orgullo al ser esta institución sin lugar a dudas uno de los patrimonios más preciados de la promoción cultural española. Muchas gracias por su recibimiento, y nuestra enhorabuena de corazón a cuantos han hecho posible la apertura de este Centro y a quienes aquí dedican lo mejor de sus esfuerzos.

Chicago es una gran urbe que en su fascinante historia ha sabido superar muchos momentos difíciles, como cuando de un modo ejemplar logró desplegar todas sus capacidades y sobreponerse tras el gran incendio de 1871. Su reconstrucción hizo de la ciudad el maravilloso escaparate de las nuevas tendencias de la arquitectura internacional que hoy conocemos.

La iniciativa de los ciudadanos reforzó igualmente la indiscutible importancia económica, comercial y financiera, de una metrópolis llamada con razón "the Second City". Un liderazgo que se expresa también en el empuje cultural de Chicago y de sus habitantes, orgullosos con razón de sus prestigiosas universidades, de su investigación e innovación, y de su intensa producción musical, teatral y editorial.

En estas coordenadas y con el auge del interés por lo hispano y por la cultura Iberoamericana, es claro que se produce un rápido crecimiento de la demanda por el estudio del español, y queéste actúa desde hace años como un poderoso catalizador de energías en esta querida ciudad, en todo el Estado de Illinois y en el conjunto de esta gran Nación, amiga y aliada de España.

Sin duda, la riqueza cultural tan inmensa y variada que transmite la lengua española atrae el interés creciente de decenas de millones de ciudadanos estadounidenses. Quienes a su vez, son cada día más conscientes del extraordinario patrimonio con que la cultura en español engrandece los orígenes mismos de este querido país.

Hoy los Estados Unidos cuentan con 47 millones de hispanohablantes, -casi 1 de cada 6 habitantes-. La comunidad hispana, que se ha convertido en la minoría mayoritaria, el 15% de la población total, supone el 26% aquí en Chicago.

El constante desarrollo de la presencia hispana en Estados Unidos alienta igualmente esa tendencia, que se ve reforzada por el valor del español como segundo idioma de comunicación internacional y como tercera lengua de uso en Internet. Facetas todas ellas que la promueven cada día más comoágil instrumento de las relaciones económicas internacionales.

También las relaciones económicas y comerciales hispano-norteamericanas han crecido mucho en losúltimos años. No en vano, la proyección y el prestigio exterior de las empresas españolas en toda América -y en particular en los Estados Unidos- aumentan año tras año en sectores tan innovadores como la energía, los transportes, las finanzas o las telecomunicaciones. Con múltiples proyectos en cada uno de estos campos nuestros empresarios fomentan, codo con codo con sus colegas norteamericanos y en todo el país, la creación de empleo y un crecimiento sostenible y respetuoso con el medio natural.

Esa vitalidad cultural y ese dinamismo económico forman un extraordinario binomio que define, por un lado, la lengua y la cultura en español y, por otro, a esta ciudad de Chicago. Una vitalidad y un dinamismo que también han definido el esfuerzo humano y material que España ha volcado en estas magníficas instalaciones. La biblioteca, con capacidad para 25.000 volúmenes, la sala de exposiciones o este excelente salón de actos, reflejan una parte destacada del trabajo realizado.

En particular, quiero subrayar que la biblioteca está equipada para responder a las necesidades e inquietudes del lector especialista o del estudiante de español, pero también del amante de nuestra literatura o de cualquier persona interesada por la riqueza de las amplias y apasionantes culturas que se expresan en nuestro idioma.

Estoy seguro de que este salón en que nos encontramos habrá de ser la plataforma de innumerables encuentros entre intelectuales, escritores y otros creadores procedentes de todo el mundo hispánico, y de tantos otros Estados con los que compartimos afanes e ilusiones. Porque, como ha dicho la Directora,ésta no es solo una institución española, sino la casa de todos los países que hablamos español. Esa lengua que el Premio Nobel Don Camilo José Cela supo definir como "herramienta primordial, insubstituible por ninguna otra y necesaria para darnos sentido y presencia, y abrir las más amplias perspectivas a nuestros anhelos".

En 1968 el Presidente Lyndon B. Johnson propuso al Congreso la celebración de la Semana Nacional de la Herencia Hispana. Una conmemoración que hoy se festeja entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre y que, este año, constituye sin duda el mejor marco para inaugurar el comienzo formal de los trabajos del Instituto Cervantes en esta capital. Un centro al que deseamos además muchoséxitos en su labor diaria a favor de la intensificación de las relaciones entre España y Estados Unidos.

Con este firme deseo declaro inaugurada esta nueva sede del Instituto Cervantes en la ciudad de Chicago.

Muchas gracias.

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