Acabamos de vivir esta mañana dos momentos que, a primera vista, parecerían inconexos: el Homenaje a Núñez de Balboa al cumplirse quinientos años de su descubrimiento del Mar del Sur y la inauguración del VI Congreso Internacional de la Lengua Española. Hay, sin embargo, una línea de fuerza que los enlaza.
Con Núñez de Balboa se abrió una vía de comunicación global que convirtió a Panamá en tierra de encuentros y mestizaje. Esta vía, señor Presidente, no ha hecho más que ensancharse -basta pensar en la grandiosa obra del Canal-, haciendo del mundo un lugar cada vez más interconectado y unido.
"...Este acto cierra para mí una visita a Panamá que guardaré siempre en mi memoria por su intensidad pero, sobre todo, por vuestra hospitalidad y la de todo el pueblo panameño que agradezco de corazón..."
No es otra la función de la lengua española, la lengua en la que Vasco Núñez hablaba con Anayansi, la hija del cacique Careta cuyo vínculo con Balboa sellaba un acuerdo de convivencia entre españoles e indígenas. Es el mestizaje que se extendió por todas las tierras americanas hasta formar la gran familia hispánica que cada día amplía su presencia en todo el mundo. Este Congreso se propone consolidar el espacio cultural y lingüístico de la Comunidad Iberoamericana de Naciones para reforzar su papel en el concierto mundial.
Señor Presidente,
Señoras y señores,
Este acto cierra para mí una visita a Panamá que guardaré siempre en mi memoria por su intensidad pero, sobre todo, por vuestra hospitalidad y la de todo el pueblo panameño que agradezco de corazón.
Con estas palabras de gratitud, alzo mi copa para brindar por la prosperidad de la noble nación panameña y por el éxito de este Congreso.