Quiero comenzar mis palabras expresando mi alegría por participar en este acto de presentación de la Fundación Consejo España-Brasil, aquí en São Paulo, un Estado que es auténtico motor de la economía del país y que representa, de manera destacada, la nueva realidad esperanzadora y positiva de Brasil y toda la región iberoamericana.
La presencia de las empresas españolas en Brasil comenzó de manera significativa en la década de los 90, en lo que fue una verdadera apuesta por el futuro de esta gran nación. Una apuesta sumamente acertada que continúa hoy y continuará, sin duda, por muchos años.
Brasil se ha convertido ya en el 1er destino inversor de las empresas españolas en el exterior y España es el 2do mayor inversor extranjero en Brasil. Cientos de miles de brasileños están empleados por empresas de capital español y muchos miles también se benefician de los programas de RSC promovidos por esas compañías; programas que crecen en entidad e impacto en la sociedad, y que contribuyen a la buena imagen y valor de Marca tanto de las empresas como de nuestro país.
Cabe subrayar, igualmente, la excelente colaboración que se está desarrollando entre empresas españolas y brasileñas para la realización de proyectos conjuntos, principalmente en el sector de las infraestructuras, pero también en otros muchos.
Brasil es ya la 6ª economía mundial, según el Banco Mundial, y muchas de sus empresas han comenzado con éxito un importante proceso de internacionalización. Creo, por ello, que ha llegado el momento de que las empresas brasileñas, al igual que las españolas hace 20 años en relación con Brasil, hagan una apuesta por España y vengan a invertir a nuestro país. Algunas de estas firmas brasileñas están aquí representadas por sus máximos directivos.
"...el actual momento, -para la inversión de empresas brasileñas en España-, es muy adecuado porque la economía española, que apunta signos positivos, está recuperando rápidamente competitividad con una balanza comercial prácticamente equilibrada y una balanza por cuenta corriente que presenta superávit..."
Hoy quiero decir que España tiene la mejor disposición y extraordinarias condiciones para actuar como base para las operaciones de las empresas brasileñas en Europa, el Mediterráneo, el Norte de África y otras partes del mundo. Algunas de las aquí presentes ya lo han hecho, incluso en los momentos más complejos de la crisis. Pero creo que el actual es un momento muy adecuado porque la economía española, que apunta signos positivos, está recuperando rápidamente competitividad con una balanza comercial prácticamente equilibrada y una balanza por cuenta corriente que presenta superávit.
Además, España ofrece otras importantes ventajas, de entre las que destacaría la natural empatía y la afinidad cultural entre brasileños y españoles, a las que debemos sumar la experiencia que ya tenemos de trabajar juntos en muy diversos proyectos y contextos.
Señoras y señores,
Los vínculos económicos entre Brasil y España son muy importantes, pero el ámbito de esas relaciones es mucho más amplio gracias a nuestra común identidad iberoamericana. Hablamos lenguas muy semejantes y compartimos historia, cultura y valores fundamentales que se encarnan en la democracia, el estado de derecho y la justicia social. Por ello, tenemos que continuar profundizando nuestra cooperación en todos los campos, desde la educación y la cultura hasta la investigación técnica y científica. Debemos seguir intensificando los contactos y el diálogo, pero no sólo en el terreno oficial. Es preciso involucrar en esta relación a nuestros ciudadanos, a nuestros jóvenes, a nuestra sociedad civil.
Ciertamente, en el mundo de hoy los lazos entre los países se potencian con una pluralidad de elementos que multiplican la acción que realizan los Gobiernos. Los contactos entre los diferentes sectores de las respectivas sociedades, ya sean universidades, sindicatos, medios de comunicación, mundo de la cultura u ONGs, ayudan a hacer más robusta y rica la relación.
Por isso acredito que o trabalho levado a cabo por instituições como a Fundação Conselho Espanha-Brasil é muito relevante —e agradeço, neste sentido, as explanações que pudemos ouvir. Animo de coração aos nossos amigos brasileiros a colaborar com esta Fundação. Tenho a certeza de que juntos —brasileiros e espanhóis— poderemos encontrar novas linhas de diálogo e de colaboração que servirão para enriquecer esta profunda relação que nos une e para impulsionar um maior desenvolvimento da nossa sociedade.
Estes foram, precisamente, a razão e o objetivo da minha visita a esta bela e acolhedora terra brasileira onde comprovamos, mais uma vez, os sólidos laços de amizade que unem as nossas duas nações. Ligações que encontram as suas raízes em séculos de historia, mas que hoje se projetam com força num horizonte partilhado de progresso.
Com esta certeza e com os melhores desejos para a Fundação Conselho Espanha-Brasil e para os que a integram, quero reiterar os meus parabéns e brindar com todos vocês pelos nossos povos.