Buenos días. Y, lo primero, gracias. Por invitarme a este aniversario de la FAD en el que también reconocemos la labor de la Reina Sofía en estos 30 años junto a vosotros.
Habéis hablado todos y me corresponde cerrar este acto. De la FAD lo habéis dicho todo y lo hemos visto todo. Pese a que sea impensable e imposible que tres décadas se condensen en unos minutos. Lo hemos escuchado en quienes habéis tomado la palabra: esta institución ha estado siempre en primera línea investigando, apoyando a todos sin herir ni culpar ni estigmatizar, poniendo toda su energía en prevenir e informar, en educar.
"...Aunque por ser hoy un día tan especial, por ser el aniversario de la FAD y, sobre todo, por ser éste también un acto de homenaje a la Reina Sofía, voy a revelar un secreto. Sí, voy a confesar algo que me dijo hace ya algunos años (permítanme que, más o menos, recuerde aquellas palabras): “Hago muchas cosas, trabajo con muchas personas, son muchísimas las iniciativas ciudadanas que merecen el apoyo institucional. Pero, sin duda, una de las que más me ha hecho sentir digna de servir, feliz por “estar”, por ir de la mano de una causa, ésa es, sin duda, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, porque su labor apunta a lo más hondo de la condición humana: a los valores, a la voluntad, a la toma individual de decisiones, que es, además, lo que nos define –internamente- como seres libres”..."
Felicidades por 30 años de éxito que, como todo éxito, sólo tiene una fórmula detrás: trabajo, voluntad, esfuerzo, unión. Y generosidad de muchos: patronos, medios de comunicación y de quienes formáis parte de la Fundación. Todos estáis de enhorabuena.
De la Reina Sofía también hemos escuchado y visto cómo ha sido su respaldo incondicional. Poco más podré añadir yo, excepto sumarme al agradecimiento de todos por su entrega sin fisuras.
Aunque por ser hoy un día tan especial, por ser el aniversario de la FAD y, sobre todo, por ser éste también un acto de homenaje a la Reina Sofía, voy a revelar un secreto. Sí, voy a confesar algo que me dijo hace ya algunos años (permítanme que, más o menos, recuerde aquellas palabras): “Hago muchas cosas, trabajo con muchas personas, son muchísimas las iniciativas ciudadanas que merecen el apoyo institucional. Pero, sin duda, una de las que más me ha hecho sentir digna de servir, feliz por “estar”, por ir de la mano de una causa, ésa es, sin duda, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, porque su labor apunta a lo más hondo de la condición humana: a los valores, a la voluntad, a la toma individual de decisiones, que es, además, lo que nos define –internamente- como seres libres”.
Imagínense cómo escuché esas palabras suyas y con qué humildad, interés y compromiso comencé esta etapa como Presidenta de Honor de la FAD.
Gracias por tanto a mi predecesora, a la Reina Sofía, y gracias a todos los que, durante los últimos 30 años, habéis hecho posible que la FAD sea un referente en todo lo relativo a las adicciones. Muchas gracias. Y felicidades.