su llegada al Palacio Imperial de Hofburg, Su Majestad el Rey fue recibido por el Secretario General de la OSCE, Marc Perrin de Brichambaut, y el embajador representante permanente de España ante la OSCE, Carlos Sánchez de Boado.
Don Juan Carlos mantuvo a continuación un encuentro con el Secretario General de la OSCE, acompañado por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, y el embajador representante de España ante la OSCE. A su término, el Rey fue saludado por los funcionarios españoles que trabajan en la OSCE.
Posteriormente, Su Majestad mantuvo un almuerzo con representantes de la OSCE, en el que Don Juan Carlos pronunció unas palabras. El Rey destacó que, desde su creación, "la OSCE ha adquirido una relevancia basada en la perseverancia, el esfuerzo y, sobre todo, en el valor de la palabra al servicio de la paz y de la seguridad, de la prosperidad y de la democracia".
Don Juan Carlos recordó la próxima celebración en Madrid del Consejo Ministerial y señaló que España, que ostenta la presidencia actual de la organización,"ha atribuido una particular importancia a la lucha contra el terrorismo y a la atención a sus víctimas -objeto de una Conferencia que hemos auspiciado-, así como al respeto medioambiental y a su conexión con la seguridad".
Asimismo, el Rey manifestó que "en cuanto a la Dimensión Humana, la reunión de Madrid podría ser una ocasión idónea para continuar la colaboración en asuntos tales como la lucha contra la trata de personas o el fomento de la tolerancia. En este marco se inscribe la Conferencia sobre Intolerancia y Discriminación hacia los Musulmanes, recientemente auspiciada por España en Córdoba. La visión de una Europa unida, en paz consigo misma, no está aún plenamente cumplida. Grandes son, sin embargo, los logros alcanzados. Tenemos la obligación colectiva de preservarlos y de ahondar en ellos.Los equilibrios y las medidas de confianza, laboriosamente alcanzados entre nuestros Estados, resultan insustituibles. Trabajemos juntos para mantenerlos y reforzarlos.De igual modo, la estabilidad de algunas regiones dentro de nuestra Organización, como los Balcanes, debe ser fortalecida".
Por la tarde, Su Majestad el Rey se dirigió a la sede de la Presidencia Federal de la República de Austria, donde mantuvo un encuentro con el Presidente, Heinz Fischer. Una vez finalizado, Don Juan Carlos y el Presidente Fischer se trasladaron juntos a la nueva sede de la Secretaría de la OSCE para presidir su inauguración.
A su llegada, fueron recibidos por el Secretario General de la OSCE y el embajador representante de España ante la OSCE. Ambos mandatarios accedieron a continuación a una sala y ocuparon sus lugares en la primera fila. El maestro de ceremonias, Ferdinand Maultaschl, dio la bienvenida a los asistentes y dio paso a la interpretación de una pieza musical y las intervenciones del Secretario General de la OSCE, del Presidente de Austria y de Don Juan Carlos.
El Rey agradeció al Presidente Fischer "su cálido recibimiento y la feliz ocasión de poder inaugurar conjuntamente este nuevo edificio de la OSCE durante la Presidencia española de la Organización". Don Juan Carlos manifestó que la nueva sede, ubicada en el Palacio de Palffy, "refleja lo que la OSCE simboliza: un proyecto común de seguridad y cooperación al servicio de la paz, la prosperidad y la democracia en toda Europa", y subrayó que la organización "tiene el enorme valor de reunir a cincuenta y seis países en pie de igualdad, para hacer de este Continente un espacio cada vez más seguro, una región de estrecha cooperación en torno a la paz, el progreso y el bienestar".
Tras la interpretación de una obra musical, tuvo lugar un encuentro con los asistenes, a cuyo término finalizó el acto.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa OSCE, es una organización regional de seguridad, en el sentido contemplado por el Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas. Su origen es la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se concebía como un foro multilateral de diálogo y negociaciones entre los dos bloques.
Hoy en día, la OSCE se caracteriza por tener una triple vertiente de actuación:
- Un foro multidimensional de diálogo y cooperación, que basa sus decisiones en la utilización de la regla del consenso.
- Una organización que establece normas y compromisos de carácter político, por el que se obligan los Estados participantes entre sí y respecto a sus ciudadanos.
- Organización de seguridad que actúa en el ámbito de la prevención y gestión de conflictos y la rehabilitación post-conflicto.
Tiene 56 Estados miembros: Albania, Andorra, Armenia, Austria, Azerbayán, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Vaticano, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Federación Rusa, San Marino, Serbia, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos de América y Uzbekistán. Además, la OSCE mantiene tiene una estrecha relación los denominados "socios de cooperación": Israel, Jordania, Argelia, Túnez, Marruecos, Egipto, Mongolia, Afganistán, Corea del Sur, Japón y Tailandia.