esde 1996, Don Felipe viene asumiendo la representación de nuestro país en las Ceremonias de Transmisión del Mando Presidencial de los Jefes de Estado iberoamericanos. El Real Decreto 1677/2010, de 10 de diciembre, establecía que la representación de España en los actos de toma de posesión de la Presidenta de la República Federativa del Brasil, Dilma Vana Rousseff, correría a cargo de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias.
Don Felipe, que viajó acompañado por Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, y Juan Carlos Sánchez, director general para Iberoamérica, llegó a Brasilia a primera hora de la mañana del sábado, 1 de enero. Allí fue recibido por Carlos Alonso Zaldívar, embajador de España en la República Federativa de Brasil, entre otras personalidades.
Los actos de transmisión del mando presidencial comenzaron en la sede del Congreso Nacional. Su Alteza Real fue recibido a su llegada por el presidente del Congreso Nacional, José Sarney, y el presidente de la Cámara de Diputados, Marco Maia. El Príncipe ocupó seguidamente su lugar en el hemiciclo, desde donde asistió a la Ceremonia del Compromiso Constitucional ante el Congreso Nacional de la Presidenta y del Vicepresidente electos, Dilma Vana Rousseff y Michel Temer, respectivamente.
Una vez finalizada, el Príncipe de Asturias, junto a los Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno, se dirigió al Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, donde tuvo lugar la Ceremonia de Transmisión de la Banda Presidencial del Presidente saliente, Luiz Inácio Lula da Silva, a la nueva Presidenta.
El domingo, 2 de enero, Su Alteza Real mantuvo un encuentro con la Presidenta Rousseff en el Palacio de Planalto, el primero que la nueva Jefa del Estado brasileño celebró tras su toma de posesión.
Don Felipe entregó a la Presidenta Rousseff una carta de Su Majestad el Rey y le transmitió una invitación para que visite nuestro país. Asimismo, trataron la importante presencia de compañías españolas en Brasil, sobre todo en los sectores energético, tecnológico y financiero, y coincidieron en la bondad para ambos países de una mayor implantación, aprovechando las perspectivas de crecimiento que se abren con la celebración de grandes eventos como el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.
Su Alteza Real y la Presidenta brasileña repasaron además las relaciones comerciales, culturales, de defensa y cooperación entre España y el país suramericano. Ambos se congratularon por los avances logrados hasta ahora en la expansión de la enseñanza del español en Brasil y señalaron que ambas partes deberán impulsar el aumento de la oferta educativa.
El Príncipe ofreció la ayuda de España para erradicar la pobreza en Brasil, uno de los principales objetivos que se ha marcado Dilma Rousseff para su mandato. Asimismo, se comprometieron a colaborar de forma conjunta en terceros países deÁfrica y América Latina, y en especial en Haití, país en el que tanto Brasil como España ya están desarrollando proyectos de cooperación.
Posteriormente, Don Felipe se reunió con una representación de la colonia española residente en Brasilia en la Residencia de la Embajada de España. Tras estas actividades, Su Alteza Real emprendió su regreso a España.