urante el acto Su Majestad el Rey estuvo acompañado por el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González; el presidente del Tribunal Supremos y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado; la fiscal general del Estado, María José Segarra; y el presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Manuel Pizarro, entre otras personalidades.
En su intervención el Rey animo a los nuevos fiscales “a ejercer el ministerio público con la dignidad que merece, con la ilusión que habéis demostrado al llegar hasta aquí y con un especial sentido del deber y de entrega en vuestros destinos. En el ejercicio de esa función, indispensable en nuestro Estado Social y Democrático de Derecho, siempre podréis contar con la confianza y el apoyo de la Corona".
También, Don Felipe subrayó que “Se trata, por tanto, de un día de celebración y alegría para todos vosotros, y también, de gran trascendencia para el conjunto de la sociedad. Con vuestro compromiso firme con el interés general y vuestra vocación de servicio público, pasáis a incorporaros al Estado que debe siempre velar por el bien común de todos los ciudadanos”.
“Los principios que guían vuestra actuación son los principios de unidad de actuación o indivisibilidad, de dependencia jerárquica, de legalidad ─al igual que el resto de poderes públicos─ e imparcialidad. Y, por supuesto, con la autonomía funcional que caracteriza al Ministerio Público, propia de su integración constitucional en el Poder Judicial”, dijo el Rey.
Su Majestad el Rey se refirió a los 36 los hombres y mujeres que “iniciáis ahora vuestra carrera profesional como nuevos fiscales; al hacerlo no solo asumís la obligación personal de contribuir durante vuestra vida profesional al cumplimiento de la ley, sino que tendréis que desempeñar vuestra labor en un contexto que nunca va a estar exento de desafíos y en el que siempre va a estar vigente vuestra labor de custodios de la legalidad, y la misión del Ministerio Fiscal de contribuir al fortalecimiento de nuestro Estado de Derecho”.
Tras las intervenciones de la fiscal general del Estado y de la ministra de Justicia, Don Felipe hizo entrega del despacho y de la Cruz Distinguida de Segunda Clase de San Raimundo de Peñafort a Doña Jimena Conde, número uno de la promoción. A continuación, se realizó la entrega de los despachos a los nuevos fiscales de la 57ª promoción, compuesta por 25 mujeres y 11 hombres. Los nuevos funcionarios provienen de 11 Comunidades Autónomas y tienen unas edades comprendidas entre los 24 y los 36 años.
El ingreso en la Carrera Fiscal se hace por oposición libre entre licenciados en Derecho y que reúnan las condiciones de capacidad exigidas. La oposición para el ingreso en las Carreras Judicial y Fiscal es conjunta. Tras superar las pruebas teóricas, los aspirantes eligen el ingreso en una u otra Carrera. Quienes eligen la Carrera Fiscal deben superar en el Centro de Estudios Jurídicos un curso de formación, produciéndose tras ello el ingreso en la Carrera Fiscal con el correspondiente juramento y toma de posesión de la plaza de destino.
El Centro de Estudios Jurídicos es un organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Justicia, a través de la Secretaria de Estado de Justicia, que tiene por objeto la colaboración con el Ministerio de Justicia en la selección y la formación de los miembros de la Carrera Fiscal y en los Cuerpos de Secretarios Judiciales, Médicos Forenses y demás personal al servicio de la Administración de Justicia. También tiene responsabilidades sobre diferentes estudios y sobre la formación continuada y complementaria en diferentes ámbitos de la Administración de Justicia, Abogacía del Estado, así como de los miembros de las Fuerza y Cuerpos de Seguridad del Estado, en su especialización para la función de Policía Judicial.
El Ministerio Fiscal es un órgano de relevancia constitucional y con personalidad jurídica propia integrado con autonomía funcional en el Poder Judicial y que, según el artículo 124 de la Constitución Española, tiene por misión promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la Ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante ellos la satisfacción del interés social.
Ejerce sus funciones por medio de órganos propios conforme a los principios de unidad de actuación y dependencia jerárquica y con sujeción, en todo caso, a los de legalidad e imparcialidad. La plantilla orgánica está formada por Fiscales de Sala del Tribunal Supremo, equiparados a Magistrados del Alto Tribunal, Fiscales, equiparados a Magistrados, y Abogados-Fiscales, equiparados a Jueces. Tales constituyen las que se denominan categorías primera, segunda y tercera de la Carrera Fiscal.