on Felipe y Doña Letizia recorrieron la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, que celebra su "Jubileo in Perpetuum" desde el 9 de enero de 1998, cuando San Juan Pablo II concedió la celebración de un Año Jubilar cada siete años de forma perpetua, comenzando en 2003 y siendo el de 2024 el cuarto que se celebra desde entonces.
Sus Majestades los Reyes fueron recibidos en la Plaza del Arco por el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; la presidenta de la Asamblea Regional de Murcia, Visitación Martínez; la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Mariola Guevara; y el alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, quien entregó a Felipe VI el bastón de mando del ayuntamiento.
Posteriormente, los Reyes recibieron el saludo de la consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes de la Región de Murcia, Carmen María Conesa, y se dirigieron al Salón de Plenos, donde fueron recibidos por los miembros de la corporación municipal.
En este espacio, el alcalde entregó a Sus Majestades los Reyes la Llave de Oro de la ciudad. A continuación, en el despacho del alcalde, Sus Majestades firmaron en el libro de honor, donde el Rey escribió “saludamos con todo afecto a la Corporación Municipal y a todos los caravaqueños y agradecemos especialmente haber recibido la Llave de Oro de la ciudad con todo mi honor”.
Antes de abandonar el consistorio, se realizó una fotografía de grupo con la corporación municipal.
Más tarde, Sus Majestades los Reyes se trasladaron a la Real Basílica-Santuario de la Vera Cruz, donde fueron recibidos por el hermano mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, Luis Melgarejo. En el atrio, les dieron la bienvenida el obispo de la Diócesis de Cartagena-Murcia, José Manuel Lorca; entre otras autoridades eclesiásticas.
Una vez en el presbiterio, el obispo dirigió unas palabras de bienvenida, tras lo cual el rector tomó la custodia de la Santa Cruz y la depositó sobre el altar, dando inicio a las preces jubilares, que incluyeron la liturgia de la palabra, una oración por las intenciones del Santo Padre y una oración de bendición con la Cruz. A continuación, el obispo ofreció la Santa Cruz a Sus Majestades los Reyes para su veneración.
Finalizada la ceremonia, Sus Majestades se dirigieron a la sacristía, donde firmaron en el libro de honor de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
En el libro, Don Felipe escribió “al finalizar el Año Jubilar de Caravaca, tenemos nuevamente la feliz oportunidad de unirnos a todos los peregrinos que han acudido a venerar la Vera Cruz en este Santuario y Real Basílica de Caravaca. Queremos felicitar y agradecer el esfuerzo y la permanente labor de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca que, junto a voluntarios y personal municipal y eclesial han asegurado el buen desarrollo del Año Jubilar.”
Asimismo, el hermano mayor de la Cofradía les entregó un obsequio: una reproducción de la cruz de madera que portaba Santa Teresa de Ávila en su hábito. Seguidamente, regresaron a la Basílica y, frente al altar mayor, recibieron el saludo de la junta directiva de la Cofradía, concluyendo con una fotografía de grupo.
Tras finalizar la visita a la Basílica, Sus Majestades los Reyes se dirigieron a la antigua iglesia de la Compañía de Jesús, sede de la exposición “El siglo de Tegeo”. A su llegada, fueron recibidos por la presidenta de la Fundación Camino de la Cruz y consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes de la Región de Murcia; el vicepresidente primero de la Fundación y director general del Instituto de Turismo de la Región de Murcia, Juan Francisco Martínez; la gerente de la Fundación, Lourdes Aznar; y el comisario de la exposición, Juan Ignacio Ruiz.
Durante el recorrido por la muestra, los Reyes recibieron explicaciones del comisario y saludaron a los patronos de la Fundación Camino de la Cruz. Posteriormente, el presidente del gobierno regional entregó a Sus Majestades los Reyes un obsequio: un original de la proclama de la jura de la Constitución de 1837 por la Reina Regente. Se trata de un grabado popular, la Proclama de la Constitución de 1837 por la que se conmemora el juramento que la Reina Isabel II hace de la Constitución en las Cortes.
Un grabado de imprenta que se difundió por todo Madrid y por municipios de toda España y en el que se expresa la satisfacción de los constitucionalistas por el hecho histórico de la jura de la Constitución por la Reina Isabel y a favor de su reinado.
El grabado ha sido parte de la exposición del ‘Siglo de Tegeo’, en el espacio dedicado al tiempo de la Reina Isabel II y formaba parte de una colección de grabados de la época, recuperados para esta muestra.
Antes de finalizar la visita, saludaron a los representantes de las entidades colaboradoras.
Concluido el acto, Sus Majestades los Reyes fueron despedidos por las mismas autoridades que los recibieron y tuvieron la oportunidad de saludar al público congregado frente a la Basílica y en las calles de la ciudad.
Caravaca se ha convertido en el destino elegido por miles de personas para obtener la indulgencia plenaria. Los peregrinos han podido rezar ante el "Lignum Crucis" de la Vera Cruz, insertado en un relicario de doble brazo y venerado desde el segundo tercio del siglo XIII.
La Cruz se venera en la Basílica-Santuario (siglos XVII y XVIII), que se comenzó a construir en 1617 sobre una antigua capilla medieval donde ya se veneraba en la Edad Media. La tradición habla de que la reliquia se apareció un 3 de mayo del año 1231. La difusión de la Cruz de Caravaca por todo el mundo se debió a las numerosas órdenes religiosas que se establecieron en la ciudad.
Caravaca, además de ser conocida por la reliquia cristiana y el casco antiguo de origen medieval, lo es también por sus Fiestas Patronales, en honor a la Santísima y Vera Cruz, que se celebran entre los días 1 y 5 de mayo de cada año, declaradas de Interés Turístico Internacional en 2004. En ese marco se desarrolla la fiesta de “Los Caballos del Vino”, que goza del reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Toda una meta jubilar a la que se puede llegar en la actualidad a través de los ocho itinerarios que forman el Camino de la Cruz de Caravaca.