Con mucho gusto, Señor Presidente, tomo la palabra para agradecer la invitación que Vuestra Excelencia nos hace a la Princesa y a mi para compartir esta velada llena de amistad y "buenos vientos" con todos los distinguidos invitados aquí presentes en el magnífico Palacio de Queluz.
Comoé bem sabido, Portugalé um país muito querido para a minha família, que em tempos passados e não fáceis, se sentiu muito bem acolhida, com grande afeto e hospitalidade, e sempre que o visitamos nos faz sentir igualmente bem-vindos e queridos. Portanto, a Princesa e eu vimos hoje a Portugal com a alegria que se sente ao regressar a uma casa acolhedora e próxima, onde temos grandes amigos. Reitero, Senhor Presidente, a nossa profunda gratidão.
Esos recuerdos familiares son una circunstancia que se añade a lo esencial: el sólido eíntimo entramado de relaciones entre nuestros dos países. España y Portugal, al compartir una realidad geográfica e histórica particular yúnica, se sienten de manera natural como dos naciones hermanas en la familia europea.
Si echamos la vista atrás para contemplar los cambios experimentados en losúltimos veinticinco años por nuestros países, observamos que destaca la inserción institucionalizada de Portugal y España en el espacio europeo que nos es propio y que es consustancial a la realidad geopolítica y económica de los dos Estados ibéricos. En el mundo complejo y globalizado en que vivimos, sobre todo en un contexto de crisis económica como el actual, es preciso subrayar el gran valor de aquella adhesión de Portugal y España a la Unión Europea. Esta incorporación ha intensificado además la conciencia de una identidad común, y el sentimiento de que nuestras sociedades, culturas y economías están cada vez más estrechamente vinculadas.
La Raya, antaño frontera divisoria, se ha transformado en espacio de comunicación y colaboración. En estasúltimas décadas la mejora de las infraestructuras de comunicaciones y la profundización del conocimiento entre las dos sociedades, elementos asociados a la vecindad, han sido factores que han estimulado un intenso acercamiento entre nuestros pueblos. Nunca antes tantos españoles y portugueses fueron y vinieron de un lado a otro de la frontera. Nunca antes conocimos tanto los unos de los otros.
"...Portugal y España comparten un sentimiento propio de universalidad, unas culturas y tradiciones muy similares y una visión común de las relaciones europeas e internacionales que está ayudando a aproximar cada vez más nuestras instituciones, empresas y ciudadanos...."
Ese conocimiento y esa cercanía han servido para romper con muchos estereotipos, para ser más conscientes de nuestras semejanzas y para descubrir que nuestros problemas y necesidades son en parte similares. Españoles y portugueses nos necesitamos los unos a los otros. España desea un Portugal próspero que afronte su futuro con confianza, de la misma manera que Portugal aprecia una España próxima y pujante. Ambos países sabemos muy bien que debemos aprovechar las oportunidades de entendimiento y cooperación, así como desarrollar una estrategia común para apoyarnos mutuamente.
Lo cierto es que las relaciones hispano-lusas se caracterizan ya hoy, felizmente, por una variedad y un interés recíproco sin precedentes. La reciente cumbre bilateral luso-española celebrada en Oporto es buena prueba de ello. También es notorio en particular todo lo relacionado con nuestras culturas que, gozando de una fuerte personalidad cada una, han reforzado sus lazos contribuyendo a la comprensión y el entendimiento mutuos. El empuje cosmopolita de muchos intelectuales portugueses y españoles es, además, indudable.
Nuestros idiomas suponen una aportación fundamental de los pueblos ibéricos a la cultura y comunicación globales. El español y el portugués constituyen, según han afirmado los Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos, una base lingüística común. Por ello, y gracias a su afinidad, hoy se puede reconocer la existencia de un gran espacio idiomático compuesto por una treintena de países de todos los continentes y más setecientos millones de personas. Un espacio cultural y lingüístico formidable de alcance y proyección universal.
Señor Presidente,
Portugal y España comparten un sentimiento propio de universalidad, unas culturas y tradiciones muy similares y una visión común de las relaciones europeas e internacionales que está ayudando a aproximar cada vez más nuestras instituciones, empresas y ciudadanos. En estosúltimos años se ha dado un impulso decisivo a las relaciones entre ambos países y al acercamiento mutuo. El intenso programa d actividades que habéis tenido la gentileza de ofrecernos en el marco de esta Visita Oficial es un buen reflejo de ese desarrollo tan fructífero de las relaciones luso-españolas. Muchas gracias, Señor Presidente, por vuestra amabilidad, por vuestro interés y por compartir la convicción de que la dimensión Ibérica nos dé a ambas naciones mayor fuerza y mayor capacidad ante el futuro complejo que se vislumbra ante nuestros ojos para nuestros pueblos y para Europa.
Por isso, quero expressar a minha esperança no futuro dos nossos dois países. Um futuro que deveremos construir conjuntamente com os nossos parceiros europeus. Um futuro que deverá assentar na ambição do pensador Ortega y Gasset de um projeto sugestivo de vida em comum, e no palpitar permanente, para utilizar os belos versos de Pessoa, desse comboio de corda que se chama coração.
Con ese deseo sincero propongo ahora que levantemos todos juntos nuestras copas para brindar por la vuestra ventura personal, Señor Presidente, por la de vuestra esposa, y por la amistad entre nuestras dos Naciones.
Muchas gracias.