Quiero comenzar mis palabras, diciéndole que a La Reina y a mí nos alegra y nos satisface enormemente volver a Japón doce años después de nuestra última visita, como Príncipes de Asturias. Es mucho tiempo, pero siempre guardamos vivamente en nuestra memoria aquella que hicimos con ocasión de la Expo en Aichi. Yo tuve la suerte y el privilegio de venir varias veces antes, y siempre me ha impresionado este país, su historia y cultura, su desarrollo y capacidad tan reconocidas, por los que siento -sentimos los dos- un gran aprecio y respeto.
Por tanto, agradecemos nuevamente y de todo corazón al pueblo japonés y a sus instituciones su calurosa acogida en esta Visita de Estado, con la que reforzamos los sentimientos mutuos de afecto y amistad. Y a usted personalmente, Sr. Primer Ministro, y a su esposa, gracias por su amable invitación de esta noche.
En efecto, teníamos grandes deseos de retornar, por los vínculos personales que nos unen con la Familia Imperial y por el afecto y la admiración que, como tantos españoles, profesamos hacia Japón y su pueblo. Seguimos siempre con interés las vicisitudes y los éxitos de este gran país. Hace seis años nos impactó profundamente la catástrofe que la querida Nación japonesa sufrió el 11 de marzo de 2011 y, desde entonces, hemos contemplado impresionados el espíritu de superación de este pueblo, que ha sido ejemplar y ha generado admiración mundial.
Hoy los ciudadanos japoneses y su gobierno miran hacia el futuro con confianza. Os aprestáis a organizar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio en 2020 y estamos seguros de que, como en tantas ocasiones, Japón asombrará al mundo con su capacidad de organización e innovación.
El origen de la relación hispano-japonesa se remonta al siglo XVI y hoy esta relación se actualiza permanentemente en un entramado denso de vínculos a todos los niveles. Compartimos muchos intereses, también nos unen muchos principios y valores y, gracias a ello, contamos con una sólida amistad que nos fortalece y nos prepara para afrontar mejor los retos globales.
Precisamente acabamos de ser testigos, Sr. Primer Ministro, de la firma de siete instrumentos bilaterales en ámbitos tan variados como la movilidad de jóvenes, el turismo, la cooperación en materia deportiva, la colaboración entre nuestras Escuelas Diplomáticas, la concertación en materia económica y comercial o la investigación médica. También se ha firmado hoy un acuerdo para que el Museo del Prado presente en 2018 en Tokio una exposición antológica sobre Velázquez.
El hecho de que estos acuerdos cubran un espectro tan ampliode sectores, es muestra de la riqueza de nuestra relación y de la fortaleza que ésta adquirió con la hoja de ruta que Japón y España trazamos en la “Asociación para la Paz, el Crecimiento y la Innovación”. Ambos gobiernos acordaron esta Declaración en 2013 aquí en Tokio, marcándose una serie de objetivos de profundización de las relaciones bilaterales hasta 2018, fecha en la que celebraremos los 150 años de relaciones diplomáticas entre España y Japón.
"...el Gobierno español confía en que en sigamos trabajando para profundizar aún más en nuestras relaciones económicas y de inversión, especialmente una vez que se concluya el Acuerdo Marco y el Acuerdo de Libre Comercio en negociación entre Japón y la UE. España, como un país central de la UE, seguirá siendo una excelente plataforma para las empresas japonesas que desarrollan su actividad en la Unión. Contamos igualmente con que nuestras compañías sigan reforzando su cooperación tanto en el ámbito de la conectividad como aprovechando conjuntamente las oportunidades empresariales que puedan ofrecerse en Asia, África, Europa e Iberoamérica en proyectos internacionales de infraestructuras..."
Japón es un país comprometido con la paz, la solidaridad y el respeto al orden internacional. Compartimos totalmente su compromiso y valoramos muy positivamente los pasos que ha dado en los últimos años para incorporarse de lleno al sostenimiento del peso de la paz en el mundo. España cuenta con que sigamos manteniendo juntos este compromiso en los distintos foros en los que participamos, especialmente en Naciones Unidas, y espera que demos pronto un impulso claro y decidido a nuestra cooperación bilateral en el campo de la defensa y la seguridad.
En el terreno económico, España contempla también con gran satisfacción el trabajo que desarrollan las empresas de nuestros dos países para promover el crecimiento económico y el empleo. Las empresas japonesas en España han realizado históricamente una contribución muy importante en estos ámbitos. Y ahora, nos agrada saber que, cada vez con más frecuencia, las empresas de nuestros dos países cooperan en terceros mercados aprovechando las aportaciones que cada parte puede hacer a la provisión de bienes y servicios de alta calidad. También los flujos de turismo están creciendo en ambas direcciones, una tendencia que sin duda seguirá y se verá impulsada próximamente, en vísperas de los JJOO de Tokio 2020.
El Gobierno español confía en que en sigamos trabajando para profundizar aún más en nuestras relaciones económicas y de inversión, especialmente una vez que se concluya el Acuerdo Marco y el Acuerdo de Libre Comercio en negociación entre Japón y la UE. España, como un país central de la UE, seguirá siendo una excelente plataforma para las empresas japonesas que desarrollan su actividad en la Unión. Contamos igualmente con que nuestras compañías sigan reforzando su cooperación tanto en el ámbito de la conectividad como aprovechando conjuntamente las oportunidades empresariales que puedan ofrecerse en Asia, África, Europa e Iberoamérica en proyectos internacionales de infraestructuras.
Finalmente, quiero señalar que España aprecia en muy alto grado la excelencia científica y tecnológica de Japón, con quien deseamos avanzar en distintos sectores punteros como la energía, la nanotecnología, la ciencia médica o la astrofísica. Se trata de una excelente inversión de futuro, pues sus resultados mejorarán indudablemente el bienestar y la prosperidad de nuestras sociedades, contribuyendo asimismo a la superación de numerosos retos globales, y en ámbitos tan críticos como la sostenibilidad medioambiental o la salud.
No cabe duda de que este es el camino para conseguir el porvenir que queremos para todos. Y Japón, que siempre ha sido un paradigma de progreso científico y tecnológico aplicado a las necesidades de las personas, continúa dando muestra de un espíritu innovador y creativo extraordinario que es admirado en todo el mundo. En este sentido, visitar este gran país y observar y comprobar en cada momento sus impactantes logros y desarrollos tecnológicos supone entreabrir siempre una ventana hacia el futuro.
La globalización nos ha permitido además conocer mejor y apreciar las grandes contribuciones japonesas contemporáneas, tanto en la gastronomía como en el ámbito de la cultura gráfica y audiovisual; esta última, además, de especial impacto entre los jóvenes españoles, fuertemente atraídos por esa suma de tradición con modernidad y de creatividad con innovación que distingue a Japón.
Sr. Primer Ministro, usted tuvo oportunidad de viajar a Santiago de Compostela y de cumplir con el rito del caminante que alcanza la meta al término de su peregrinación. El Camino de Santiago ha sido desde la Edad Media símbolo del tesón de quien se propone una meta y la alcanza. Lo hermoso del Camino es que cada cual se forja una senda y una meta, física o espiritual. Pero el Camino se hace siempre más llevadero con un amigo.
Permítame que utilice este simbolismo del Camino de Santiago para celebrar esta alianza sólida entre Japón y España, que sin duda hace más fácil el camino y más cercana la meta.
Con estas palabras alzo mi copa por la amistad entre Japón y España, y por la prosperidad y felicidad de nuestros pueblos.