Es para mi un gran honor recibir esta destacada condecoración dominicana de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón, por haber sido constituida en honor del descubridor y por ser el máximo honor que este entrañable país concede a los que hayan sobresalido por sus servicios a favor de la unidad y desarrollo por los pueblos de América.
Esta insigne distinción constituye un eslabón en la unión entre nuestros pueblos hermanos que llevaré siempre con el honor y dignidad que la misma merece.
Quiero aprovechar esta solemne ocasión para agradecer al Excmo. Sr. Presidente, a su Gobierno y a todo el pueblo dominicano sus continuas muestras de afecto y cariño recibidas durante nuestra estancia en estas tierras con ocasión, en esta mi segunda visita, del largo crucero de instrucción del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, a través de las aguas de las Américas.
Al mismo tiempo quiero rogar que me disculpéis por no haber podido atender, como se merecían otras invitaciones, debido a la falta material de tiempo pero estoy seguro que el futuro me ofrecerá la ocasión para volver a este bello país que tantos recuerdos evoca en nuestra común historia y que pronto celebraremos con ocasión del V Centenario del hecho más extraordinario de la Historia de nuestro Mundo.
Una vez más gracias a todos.