El 7 de enero de 1971 tuve el honor de ser la madrina del Estandarte de esta misma Unidad. Hoy, más de veinte años después, renuevo aquel honor y siento la satisfacción de haceros entrega de la Bandera.
A lo largo de este tiempo muchas cosas han cambiado a nuestro alrededor; aquellos que entonces recibieron el Estandarte no son los mismos que hoy van a desfilar bajo esta Bandera.
Pero lo que no ha cambiado es el corazón de los españoles y el cariño entrañable a la enseña nacional.
La Bandera no sólo simboliza un pasado glorioso, pleno de hechos de armas y sacrificios por la Patria, sino que nos convoca, cara al futuro, a perseguir bajo sus pliegues un ideal de servicio a España.
Una labor que vais a desarrollar, con la generosidad que caracteriza a la juventud, en estos tiempos de paz, que deseo sean eternos, y no sólo para España, sino para todos esos países que actualmente se debaten en la incertidumbre que provoca la desunión.
Tiempos de paz, desgraciadamente rotos en ocasiones por la violencia terrorista, que golpea sin piedad a víctimas inocentes, a las que dedico en estos momentos mi recuerdo. Tanto el Rey como yo transmitimos nuestro profundo pesar a sus familiares.
Con este pensamiento, y la emoción con que siempre asisto a esta clase de actos, hago entrega de esta Bandera de España a la Agrupación de Abastecimiento.