Quiero comenzar mis palabras expresando mi satisfacción por estar hoy aquí en este Congreso Internacional de Igualdad de Género en el ámbito de la Seguridad, organizado por nuestra Policía Nacional. Y le agradezco al Ministro del Interior la invitación para presidir su inauguración.
Agradezco también a todos ustedes, y muy especialmente a las expertas policiales procedentes de diversas partes del mundo, su participación en este acto y en este congreso tan significativo. Además, debo transmitir mi reconocimiento a la Alcaldesa y al Presidente de la Junta, por el apoyo dado a este congreso.
Pero, particularmente, quiero expresar de una forma muy especial ─y con enorme afecto─ mi gratitud al Cuerpo Nacional de Policía. Por muchas razones:
Por organizar, claro, este Congreso tan oportuno y necesario, ya que con él se fortalece uno de los pilares que definen bien la filosofía moderna y actual del servicio público que presta: la cooperación internacional.
Pero, sobre todo, por ser una institución crucial e indispensable para nuestra democracia, una institución que ha demostrado ser fundamental para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y para garantizar la seguridad ciudadana, tal como establece la Constitución Española en su artículo 104.
España, con nuestra Constitución, se adentró en la modernidad y construyó una democracia en la que el desarrollo del principio de igualdad se ha convertido en una de las piedras angulares de nuestra vida en común.
Hace 40 años la democracia española había comenzado a andar y a cada paso que daba iba abriendo puertas a la igualdad. También para la Policía. Apenas unos meses después del referéndum con el que se ratificó nuestra Constitución, en concreto el 30 de junio de 1979, 42 mujeres ingresaban, por primera vez en la historia, en la Policía Nacional.
En aquel año, la Policía abría sus puertas por primera vez a un talento que hasta entonces había sido ignorado y desaprovechado, el talento de la mitad de la sociedad, el talento de las mujeres. Esas 42 pioneras son hoy más de 9.000 y están presentes en todas las escalas y categorías del Cuerpo Nacional de Policía, desarrollando todo tipo de funciones y responsabilidades de mando.
"...la evolución de la Policía Nacional es un fiel reflejo de la evolución que ha experimentado la sociedad española: ambas han avanzado sustancialmente en materia de igualdad. Y si la Policía Nacional ha vivido un proceso de trasformación que la ha convertido en una institución abierta, moderna y cercana, ello ha sido en gran medida debido y ente otras cosas al papel desempeñado por las mujeres policía..."
A lo largo de todo este tiempo, el compromiso de las mujeres policía con el servicio público y con la protección de los derechos y libertades de todos ha caracterizado su hoja de servicios.
Desde el primer momento, las mujeres han estado en la primera línea de la Policía con total entrega, incluso de la vida, en actos de servicio. En 1981 perdíamos a la primera, la inspectora María José García Sánchez, asesinada por ETA. En 2014 perdía la vida la última de ellas, la policía Vanessa María Lage Carreira, fallecida por los disparos de un atracador. Nuestro recuerdo siempre se lo dedicaremos a ellas y a todas las y los policías que han entregado su vida al servicio de los ciudadanos.
La evolución de la Policía Nacional es un fiel reflejo de la evolución que ha experimentado la sociedad española: ambas han avanzado sustancialmente en materia de igualdad. Y si la Policía Nacional ha vivido un proceso de trasformación que la ha convertido en una institución abierta, moderna y cercana, ello ha sido en gran medida debido y ente otras cosas al papel desempeñado por las mujeres policía.
España es hoy una democracia moderna y plenamente consolidada, bajo cuyo amparo la igualdad se ha ido desarrollando hasta alcanzar cotas inimaginables hace cuarenta años.
Tal y como se ha expuesto en la mesa redonda que ha precedido a mi intervención, las mujeres han adquirido una visibilidad enorme en los cuerpos policiales; lo cual refuerza, sin duda, esa capacidad de continuar siendo unos de sus principales motores de transformación.
Es asimismo evidente que quedan retos por superar. Por ello, debemos seguir trabajando en la Policía y en muchos otros ámbitos, aquí en España, pero también en el resto del mundo, para dotarnos siempre de los mejores servicios públicos y alcanzar las mayores cotas de seguridad, libertad y convivencia en democracia que nuestras sociedades merecen y exigen.
Y, en este sentido, quiero poner de relieve la importancia de la cooperación policial internacional en todos los ámbitos de actuación posibles, para el cumplimiento de los fines que les son propios en la defensa de la seguridad de las personas allá donde estén en el mundo y en la lucha contra la delincuencia organizada, que ahora encuentra en las nuevas tecnologías –en las TICs- nuevos campos para delinquir y sentirse más impune.
Ya termino. Este 40 aniversario de la incorporación de la mujer a la Policía Nacional es una efeméride que merecía celebrarse, como bien se ha hecho a través de distintos actos, a los que este Congreso Internacional de Igualdad de Género en el ámbito de la Seguridad pone el broche de oro.
Les reitero a todos ustedes nuestro agradecimiento por el interés mostrado en este Congreso y, sobre todo, por la intensa labor que llevan a cabo, para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres.
Una tarea que es y ha de ser compartida, una tarea que merece la mayor colaboración entre las instituciones a las que ustedes representan.
Muchas gracias.