Quiero comenzar mis palabras agradeciendo la invitación del presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, para presidir el pleno extraordinario de esta institución tan importante para el mundo empresarial español.
Me alegra recordar que, a lo largo de los años −sobre todo como Príncipe de Asturias−, han sido muchas las ocasiones en las que he estado cerca del mundo cameral y he visitado muchas de vuestras sedes por toda España, pero sobre todo he apreciado y he procurado conocer y apoyar vuestra gran labor. En este mismo edificio recién construido, tuvimos la Reina y yo el 8 julio de 2004, siendo Príncipes, la fortuna de presidir su inauguración como sede del antiguo Consejo Superior de Cámaras.
También tengo que agradecer tantas ocasiones en las que me he sentido apoyado y en sintonía, “formando equipo” con las cámaras –con la Cámara−, junto a miembros y representantes de los diferentes Gobiernos e instituciones como el ICEX y la CEOE, en la misión de promocionar la internacionalización de nuestras empresas y su presencia −o la de sus productos− en muchos países y mercados. Fue sin duda una experiencia muy valiosa para mí y guardo muy buen recuerdo de todo ello.
Ya como Rey, ha sido quizá menos frecuente ese “trabajo en equipo”, pero es de gran relevancia en las visitas de Estado, e igualmente gratificante; por ayudar y por sentirme orgulloso de nuestras empresas y su proyección en el mundo. Además, me honro en llevar la Gran Cruz de la Orden de la Cámara de España, la primera que concedisteis tras vuestra refundación en 2014.
Y fue hace cinco años, cuando tuve la satisfacción de asistir a la presentación de esta nueva Cámara, cuando comenzaba su andadura, y he podido comprobar que las expectativas puestas en aquel momento se han cumplido con creces. Enhorabuena a todo el equipo directivo y a todos los profesionales de la Cámara de Comercio de España por estos años de trabajo y entrega.
Querido José Luis, muchas gracias también por tus cariñosas palabras y por tu labor como presidente de esta institución. Gracias por defender los intereses de las empresas y los empresarios, siempre en estrecha colaboración con la Administración; por constituir, en suma, un instrumento para servir a la sociedad española, para estimular y favorecer su dinamismo y su capacidad de generar riqueza.
Señoras y señores,
Como es bien sabido, los principios que inspiran la acción cameral se resumen en el apoyo a las empresas, en la defensa y promoción de los intereses generales del comercio, la industria, los servicios y la navegación, en la colaboración público-privada y en el asesoramiento a la Administración.
La vocación de representación del conjunto de las empresas españolas –más de tres millones en nuestro país- por parte de las cámaras permite que las actividades que lleváis a cabo lleguen a todos los rincones de España, apoyando realmente la transformación económica y mejorando la competitividad de nuestra economía.
"...La Cámara de Comercio de España, como representante, coordinadora e impulsora de las cámaras territoriales y las cámaras en el exterior, es una institución clave para fomentar la actividad económica española y, en consecuencia, para contribuir a la vertebración de nuestro país..."
La Cámara de Comercio de España, como representante, coordinadora e impulsora de las cámaras territoriales y las cámaras en el exterior, es una institución clave para fomentar la actividad económica española y, en consecuencia, para contribuir a la vertebración de nuestro país.
Vuestra aportación al proceso de internacionalización de la economía española durante estos últimos años −justo cuando era tan necesario− ha sido determinante. Por ello, habéis contribuido no solo a la recuperación económica, sino que también habéis participado en el cambio de modelo de crecimiento. De esta forma, puede decirse que, hoy en día, exportar al resto del mundo forma ya parte del ADN de muchas empresas españolas.
Con vuestras acciones habéis ayudado a más de ochocientas mil empresas a aumentar su competitividad y a más de un millón y medio de personas a mejorar su formación y capacidad de emprendimiento. Además, habéis realizado cerca de setecientas mil actividades de promoción de internacionalización de las empresas, la mayoría de ellas en colaboración con vuestros socios estratégicos, la Secretaría de Estado de Comercio y la CEOE. De ejemplos de todo ello soy testigo en cada viaje oficial o de Estado que realizo y quiero reconocer el compromiso y la labor de los profesionales de la Cámara que me han acompañado en todos ellos.
Señoras y señores,
La colaboración público-privada es clave para las empresas españolas a la hora de hacer frente a los retos de cada momento. Un buen ejemplo de ello, mencionado hoy por el presidente de la Cámara, es la creación del Centro Internacional de Arbitraje: confío sinceramente en que se convertirá en una institución arbitral de referencia a nivel internacional.
También habéis tratado en detalle, justo en la mesa anterior, los desafíos a los que corresponde hacer frente en la actualidad y que se centran fundamentalmente en una adaptación mayor a la globalización, la mejora de la competitividad a través de la digitalización, y en una formación adecuada a las nuevas necesidades del mercado laboral.
En este sentido, es muy necesario, positivo y valioso el esfuerzo para mejorar la empleabilidad de los jóvenes. Tenemos que aprovechar el talento de nuestra juventud y orientar su formación hacia aquellas competencias y habilidades que demandan las empresas, para reducir las altas tasas de paro juvenil y para aumentar su versatilidad y capacidad de reorientarse ante las circunstancias cambiantes del mercado laboral.
Es asimismo notable el trabajo de todo el sistema cameral por la igualdad de oportunidades de las PYMEs para el acceso a la financiación que ofrecen los fondos europeos.
Señoras y señores,
La sostenibilidad ha de ser otra prioridad para la acción empresarial. España cuenta con grandes compañías que son líderes en este ámbito, y es importante aprovechar su destacada posición y su capacidad tractora para sensibilizar a las PYMEs. Una tarea en la que la capilaridad del sistema cameral será de especial importancia. Me consta que estáis prestando una atención creciente a esta cuestión y que os esforzáis por difundir las mejores prácticas entre vuestros socios dando visibilidad a aquellas firmas que son pioneras en desarrollo sostenible.
Os animo a seguir trabajando en este proyecto tan ambicioso y tan positivo, con la misma ilusión y las mismas ganas que habéis tenido desde el principio. Sin duda, la colaboración institucional os permitirá siempre llegar más lejos. Hay que continuar en esa dirección, en particular en los tres ámbitos prioritarios que se ha marcado la Cámara para estos próximos años: la internacionalización, la competitividad a través de la digitalización y la formación.
Muchas felicidades por estos cinco años, y mucho éxito de aquí en adelante.
Muchas gracias.