Señor Presidente,
Hace 6 semanas felizmente tuve la oportunidad de viajar nuevamente a Guatemala país tan querido ─atendiendo a la amable invitación─ para asistir a su Toma de Posesión como Presidente de la República. Hoy es un honor para la Reina y para mí poder recibirle, junto con la Primera Dama, Doña Lucrecia Peinado Villanueva, y la delegación que le acompaña en la que es su 1ª visita oficial a nuestro país tras asumir y jurar su cargo el pasado 15 de enero.
Les damos, por tanto, nuestra más cordial bienvenida a España con el afecto, la cercanía y el sentimiento de hermandad que une a nuestros pueblos y nos permite proyectar conjuntamente y hacia el futuro los grandes valores que compartimos. Se la damos, además, en este Palacio Real de Madrid, donde Su Excelencia presentó sus cartas credenciales en 1995.
Su presencia aquí, Señor Presidente, representa la determinación de un pueblo en defensa de su voluntad soberana. Nos alegramos, toda la comunidad internacional lo hace, de que se haya respetado la decisión libremente tomada por los guatemaltecos.
Señor Presidente,
España quiere apoyar esta nueva etapa que representa con el fin de hacer realidad las aspiraciones y esperanzas que han concitado su elección y el nuevo gobierno que dirige. Recientemente ha manifestado la necesidad de recuperar la visión y los principios del Proceso de Paz y sus Acuerdos, que España respaldó entonces con toda determinación y que contribuyeron a consolidar una democracia representativa.
Valoramos especialmente su compromiso de mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos que más lo necesitan. También su compromiso con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Su Excelencia sabe que puede contar con la Cooperación Española, que ya está apoyando a las nuevas autoridades, y que está preparada para redoblar su esfuerzo en cuanto nuestros países establezcan de común acuerdo las nuevas líneas de colaboración para los próximos cuatro años.
"...algunos de los lazos que nos unen, Sr. Presidente, están bien representados en esta mesa. Permítame hacer un especial reconocimiento a la comunidad de españoles que se estableció en Guatemala y que ha contribuido ─también sus descendientes─, al progreso de nuestros países. Del mismo modo, a tantos guatemaltecos que han migrado a España, donde aportan su trabajo y su talento. Todos ellos actúan como un nexo de valor incalculable entre nuestros pueblos..."
Conocemos en España su voluntad de promover la inversión, nacional y extranjera, para generar un crecimiento inclusivo y sostenible. Nuestro país es un importante socio económico de Guatemala. Nuestra balanza comercial ha experimentado un importante crecimiento en la última década y seguimos siendo el principal inversor y socio comunitario europeo en su país. Pero queremos seguir avanzando y creemos que lo podemos conseguir a través de un mejor clima de negocios mediante la adopción de acuerdos normativos que favorezcan y precisen las obligaciones de las empresas.
Algunos de los lazos que nos unen, Sr. Presidente, están bien representados en esta mesa. Permítame hacer un especial reconocimiento a la comunidad de españoles que se estableció en Guatemala y que ha contribuido ─también sus descendientes─, al progreso de nuestros países. Del mismo modo, a tantos guatemaltecos que han migrado a España, donde aportan su trabajo y su talento. Todos ellos actúan como un nexo de valor incalculable entre nuestros pueblos.
Estos vínculos se van a ampliar gracias a la aplicación del Acuerdo relativo a la ordenación de los flujos migratorios laborales que ambos países firmaron hace un año y que permitirá a centenares de trabajadores guatemaltecos trabajar en España, sin perder su vínculo de residencia en Guatemala.
Además, sin duda, los lazos bilaterales van a continuar expandiéndose a nuevos ámbitos y bajo nuevas fórmulas, como demuestra el creciente interés de numerosos jóvenes guatemaltecos que buscan culminar su formación académica y profesional en España, particularmente en sus Universidades.
La historia nos une desde hace 500 años. De cara a los aniversarios que se aproximan en este 2024, queremos trabajar con ustedes para dar a conocer la realidad del pasado desde la base del conocimiento fundamentado y del análisis riguroso. Así se podrá seguir desarrollando una relación repleta de futuro, cimentada en la igualdad, el respeto mutuo y la cooperación.
Guatemala y España mantenemos un compromiso sólido y firme dentro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Guatemala ha contribuido al fortalecimiento de este excepcional espacio de concertación y cooperación que preserva y ensancha unos valores y aspiraciones compartidos. En nuestro recuerdo permanece la XXVI Cumbre Iberoamericana celebrada en La Antigua en 2018. Confiamos en que, con el importante apoyo de Guatemala, la XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebrará este año en Ecuador, sea un éxito.
Espero, Querido Presidente Arévalo, que su estancia en España sea fructífera y pueda significar un paso más en nuestra larga tradición de amistad y cooperación bilateral. Un ilustre guatemalteco, Augusto Monterroso, en su discurso en Oviedo tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras del año 2000, dijo ─siempre modesto─, que su ideal último como escritor consistía en ocupar algún día en el futuro media página en el libro de lectura de una escuela primaria de su país. Escribió una página brillante en la literatura en lengua española. Estamos seguros, Señor Presidente, de que Usted escribirá una página muy importante en la gran tarea que ha asumido: la de construir una patria para todos los guatemaltecos. Cuente siempre con el respaldo de España.
Les invito, Señor Presidente, Primera Dama, Señoras y Señores, a levantar su copa y brindar juntos por un futuro compartido de amistad, colaboración y entendimiento mutuo. Por la imperecedera hermandad entre Guatemala y España.