n su intervención, Su Majestad el Rey afirmó que "es preciso facilitar al máximo el acceso de los ciudadanos a la obra y al saber de unas instituciones que se han distinguido siempre por la calidad de sus realizaciones, por la categoría de sus componentes y por su estabilidad e independencia".
Acompañaron a Sus Majestades los Reyes en este acto el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes; el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua; el director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Bonet; el presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Alberto Galindo; el presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Marcelino Oreja; el presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Joaquín Poch; la presidenta de la Real Academia Nacional de Farmacia, María Teresa Miras Portugal, y el secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Rafael Navarro-Valls, entre otras personalidades.
Don Juan Carlos celebró la oportunidad de abrir cada año el curso de la Reales Academias para "reafirmar el compromiso de la Corona con los fines de estas doctas instituciones de las que me corresponde su Alto Patronazgo".
El Rey recordó que "desde sus inicios y durante siglos las Reales Academias han impulsado el estudio y la investigación de las Ciencias, las Artes y las Humanidades, contribuyendo al desarrollo, el progreso y el bienestar de nuestro país. Y hoy, en periodos complejos y de crisis, su labor continúa siendo fundamental, pues son instituciones antiguas que atesoran sabiduría y una larga experiencia labrada a lo largo de casi trescientos años".
Las Reales Academias, surgidas del espíritu de la Ilustración y amparadas por la Corona, empezaron a constituirse en España en el siglo XVIII como centros de cultivo del saber y de difusión del conocimiento. Han sido y siguen siendo las entidades que representan la excelencia en los diversos campos de las ciencias, las artes y las humanidades. Sus valores esenciales son, por un lado, la categoría de sus miembros, en quienes concurren los más altos méritos intelectuales y científicos, y por otro, su estabilidad e independencia frente a intereses económicos o políticos.