Me cabe hoy el honor de daros, en nombre del pueblo español y en el mío propio, la más cordial bienvenida a Cádiz, donde hoy y mañana celebraremos la Vigésimo Segunda Cumbre Iberoamericana.Es muy grande nuestra alegría por volver a reunir por tercera vez en España a esta gran familia iberoamericana.
Os agradezco mucho vuestra presencia en esta antigua y bella ciudad que fue durante siglos puerta de América, bahía privilegiada de donde salían y entraban los barcos que surcaban las rutas atlánticas.
Tudo em Cádis – as suas praças, as suas ruas, as suas igrejas e monumentos – nos faz lembrar a sua relação com a Ibero-américa, e tenho a certeza de que, desde que chegaram a esta cidade tão americana, todos se têm sentido como em vossa própria casa.
En Cádiz nació José Celestino Mutis, botánico, matemático y lingüista que organizó la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada y murió en Bogotá dejando importantísimos frutos científicos y artísticos que son parte del enorme patrimonio común que nos une.
De la bahía de Cádiz salieron los capitanes Alejandro Malaspina y José Bustamante al mando de las corbetas Descubierta y Atrevida para realizar uno de los viajes de investigación científica alrededor del mundo más importantes del siglo XVIII.
También desde Cádiz levaron anclas y a esta bahía entraron muchos otros buques y galeones que dejaron en la ciudad la impronta de personajes ilustres de vuestros países, entre ellos los diputados de Ultramar que, junto a los peninsulares, elaboraron la Constitución gaditana.
Rememorar su promulgación hace ahora dos siglos me lleva ante todo a agradeceros la labor desempeñada en aquellas Cortes por los diputados venidos de vuestras tierras.
Españoles y americanos demostramos cómo trabajando y soñando juntos podemos alcanzar metas de extraordinaria relevancia para el progreso de nuestras sociedades que, además, sirven de inspiración en otras latitudes.
Sin duda la Constitución de Cádiz fue semilla de ideas de libertad e influyó en Constituciones americanas y en otras europeas. Su génesis no fue ajena a las ideas liberales que traían muchos americanos imbuidos del espíritu ilustrado y reformista de la época.
Venezuela o Tunja, Cundinamarca o Antióquia, son bellos nombres de lugares de América que dieron nacimiento a sus propias Constituciones casi al tiempo que lo hacía Cádiz.
Esas mismas ideas liberales y reformistas, consolidadas en Cádiz, continuaron proyectándose a lo largo del Continente americano.
"...españoles y americanos demostramos cómo trabajando y soñando juntos podemos alcanzar metas de extraordinaria relevancia para el progreso de nuestras sociedades que, además, sirven de inspiración en otras latitudes.
Sin duda la Constitución de Cádiz fue semilla de ideas de libertad e influyó en Constituciones americanas y en otras europeas. Su génesis no fue ajena a las ideas liberales que traían muchos americanos imbuidos del espíritu ilustrado y reformista de la época..."
Sobre ese anhelo que impregnó por igual a españoles y americanos se edificaron las bases de los regímenes de libertad y democracia que por vez primera disfrutaron entonces los nuevos ciudadanos y que hoy están en la base de nuestras Constituciones.
Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno,
El mundo de nuestros días es muy diferente al que existía cuando comenzamos la andadura de las Cumbres Iberoamericanas hace poco más de dos decenios.
Hace dos años, en la Cumbre de Mar del Plata, os decía que Iberoamérica está en alza. Hoy lo reafirmo convencido: el Continente crece, se reducen los índices de pobreza y hay una mayor cohesión social.
Es verdad que aún persisten las desigualdades. Ya desde hace tiempo —y veintiuna Cumbres iberoamericanas lo atestiguan— se inició la senda para reducirlas. Hoy, una clase media pujante lucha por encontrar su sitio en esta nueva sociedad.
A este lado del Atlántico hemos visto en los últimos años surgir situaciones difíciles causadas por la crisis económica y financiera.
Nuestras miradas se vuelven hacia vosotros. Habéis hecho un esfuerzo extraordinario para estar hoy donde estáis y no podemos sino reconocerlo y buscar una experiencia que podamos compartir.
Necesitamos más Iberoamérica. Debemos concertarnos y conocernos más y mejor, seguir explorando y poniendo en práctica nuevas formas de trabajo conjunto, profundizando en nuestra cooperación y escuchando a nuestros ciudadanos.
Debemos esforzarnos por incorporar sus inquietudes en el quehacer de todo el ejercicio multilateral iberoamericano.
En este mundo interdependiente tenemos asimismo que estar preparados para hacernos oír con una sola voz, una voz que sea reconocible por todos y que nos permita hacer valer el peso que nuestra Comunidad debe tener.
Conectarla con los nuevos ámbitos multilaterales, regionales y subregionales que han nacido en la región y llevar más Europa a Iberoamérica y más Iberoamérica a Europa es un nuevo reto que tenemos por delante.
Termino mis palabras agradeciendo de corazón a las autoridades de Andalucía y de la ciudad de Cádiz, así como a todos los gaditanos la calurosa y afectuosa acogida que nos han dispensado.
Con la convicción de que vamos a desarrollar fructíferas sesiones de trabajo y alcanzar resultados relevantes para los ciudadanos de nuestros países, tengo el honor de declarar inaugurada la Vigésimo Segunda Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.