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Palabras de Su Majestad el Rey en la Pascua Militar

Palacio Real de Madrid, 1.6.2013

Queridos compañeros:

Esta tradicional celebración de la Pascua Militar me permite reunirme con todos vosotros en compañía de la Reina y los Príncipes de Asturias; algo que, como bien sabéis, me complace mucho pues me permite expresaros mi cercanía y el orgullo que siento de mandaros.

En estas fechas navideñas os pido que compartamos un emocionado recuerdo como homenaje a nuestros compañeros fallecidos en acto de servicio a lo largo de 2012, a los que dedicamos nuestro sincero reconocimiento. Para sus familias, junto a nuestra solidaridad con su dolor, todo nuestro afecto.

También quiero destacar la  labor de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil que cumplen con su deber lejos de España, en condiciones siempre difíciles.

Dan buena prueba de profesionalidad y eficacia, de humanidad y rigor, de valor y disciplina.

Con su actividad diaria enaltecen nuestra Nación, aseguran la mutua lealtad entre aliados y garantizan  la firmeza de los valores que juntos compartimos. Les expreso mi gratitud y les pido que perseveren en su actitud. Nuestros mejores deseos a todos ellos.

Mi agradecimiento asimismo al Ministro de Defensa por su amable felicitación y su exposición de la situación y los retos de las Fuerzas Armadas.

Veo que existe plena conciencia de las dificultades y una total disposición a enfrentarlas, tal y como se recoge en la Directiva de Defensa Nacional que me fue presentada en el Consejo de Defensa Nacional celebrado el pasado 31 de julio, al que también asistió el Príncipe de Asturias.

Pocos días después me reuní con el Ministro y la nueva cúpula militar en el Estado Mayor de la Defensa, para ser informado de manera detallada del proceso de planeamiento que va a permitir alcanzar los objetivos y desarrollar las directrices marcadas por esa Directiva.

"...resulta primordial priorizar el esfuerzo para mantener las capacidades militares que garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España. Y de ahí la necesidad de que, como leales servidores del Estado, debamos contribuir, con más ahínco si cabe, a la tarea colectiva de sacar adelante a esta gran Nación con esfuerzo, generosidad y espíritu de sacrificio..."

En ella se reconoce que la actual crisis económica actúa como una amenaza a la seguridad.

Por ello, resulta primordial priorizar el esfuerzo para mantener las capacidades militares que garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España.

Y de ahí la necesidad de que, como leales servidores del Estado, debamos contribuir, con más ahínco si cabe, a la tarea colectiva de sacar adelante a esta gran Nación con esfuerzo, generosidad y espíritu de sacrificio.

La sociedad española tiene plena confianza en vuestra capacidad, iniciativa y entusiasmo para conseguir ese objetivo, porque sabe que vuestros valores y vuestra formación os permiten superaros en las situaciones más difíciles.

Ese vínculo que une a nuestra sociedad con las Fuerzas Armadas se vio aún más reforzado durante el pasado verano, cuando los incendios asolaban nuestro territorio.

Nuestros soldados fueron requeridos entonces y actuaron sin descanso. Supieron – como siempre – cumplir fielmente con sus obligaciones.

Del año 2012 también me queda la imagen de la memorable ceremonia en la que, como Soberano de la Real y Militar Orden de San Fernando, tuve el honor de imponer la Laureada Colectiva al Regimiento de Caballería Alcántara.

La sobriedad del acto castrense y el relato de los hechos nos conmovieron a todos.

Nos emociona el orgullo de saber que aquellos héroes eran nuestros y que su espíritu también lo es. Su heroico ejemplo nos obliga a asumir el íntimo compromiso de llegar a ser dignos herederos de ellos, de tenerles presentes en cada modesta acción de nuestra responsabilidad cotidiana.

Las virtudes de aquellos jinetes permanecen hoy en lo más hondo de todos vosotros, porque las habéis interiorizado en las academias y centros de formación, y las practicáis a diario en el ejercicio de la profesión, con inteligencia, tenacidad y entrega desinteresada, pensando siempre en España.

Para finalizar, junto a mi Familia, os deseo a todos y a vuestras familias paz y dicha para este año que acaba de comenzar, con la confianza puesta en el futuro.

¡Viva España!​

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