En la historia de la cultura española, y de la universal, Miguel de Cervantes destaca como una figura esencialmente congregadora. Gentes de todos los países y de todos los tiempos se han sentido y se sienten cercanos a él, identificados con sus ideas y sentimientos, seducidos por su palabra.
Así ocurre también con Gabriel García Márquez, -nuestro querido Gabo-, que mediante su formidable obra literaria contribuyó a forjar y divulgar la identidad iberoamericana, alimentando igualmente los sueños de millones de lectores de todo el mundo. Desde la amistad de tantos años, quiero mostrar hoy mi reconocimiento a su memoria y a su persona.
En esta ocasión, aceptando nuestra invitación, acudís académicos y representantes de todo el mundo de la cultura para honrar el patrimonio de nuestra lengua en la persona de Elena Poniatowska.
"...En la historia de la cultura española, y de la universal, Miguel de Cervantes destaca como una figura esencialmente congregadora. Gentes de todos los países y de todos los tiempos se han sentido y se sienten cercanos a él, identificados con sus ideas y sentimientos, seducidos por su palabra. Así ocurre también con Gabriel García Márquez, -nuestro querido Gabo-, que mediante su formidable obra literaria contribuyó a forjar y divulgar la identidad iberoamericana, alimentando igualmente los sueños de millones de lectores de todo el mundo. Desde la amistad de tantos años, quiero mostrar hoy mi reconocimiento a su memoria y a su persona...."
Y mañana inscribiremos el nombre de esta gran escritora mexicana en el cuadro de honor del Premio Cervantes, junto a los de Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco, vivos todos ellos en nuestra memoria.
Elena Poniatowska ha dicho que durante buena parte de su vida aprendió a contemplar las estrellas.
Pero ha unido ese ejercicio con la atenta observación de la realidad del mundo, cuyas luces y sombras nos hace percibir a través de la lente de su interpretación.
De ahí brota una literatura rebelde, que, a pesar de la aspereza de su realismo, abre siempre un lugar a la esperanza. A ese lugar del compromiso social y humano nos convoca.
Al agradecerle el regalo impagable de su obra y felicitarla por el galardón que mañana le entregaremos, alzo mi copa con el deseo de que su siembra resulte fecunda en toda la familia de pueblos hispanos.
Muchas gracias.