on Felipe comenzó sus actividades en la mañana del lunes, 22 de septiembre, con un acto académico con beneficiarios de becas Fulbright en el Institute of International Education (IEE). Esta institución, fundada en 1919, es una de las organizaciones más antiguas del mundo dedicadas a la educación internacional. Alrededor de 30.000 personas de 185 países participan en sus programas cada año. El IIE administra los programas Fulbright para el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Más de 60 antiguos alumnos Fulbright, antiguos alumnos del IIE y consejeros del IIE han recibido premios Nobel.
El Programa Fulbright, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2014, se creó en 1946. Durante casi 70 años, ha llegado a 155 países y ha beneficiado a más de 360.000 becarios. En España las becas Fulbright han estado presentes desde 1958 y han sido una herramienta clave en el fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y nuestro país. Cerca de 5.500 españoles y más de 2.300 americanos han disfrutado de una beca Fulbright otorgada por la Comisión Binacional España-Estados Unidos. La Comunidad Fulbright está formada por individuos con un acusado perfil innovador, clara visión estratégica internacional y afán de liderazgo, y muchos de ellos ocupan posiciones de relevancia en las distintas esferas de decisión de ambos países.
Acompañaron a Su Majestad el Rey en este acto el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo; el embajador de España, Ramón Gil-Casares; el presidente del IIE, Allan Goodman; la secretaria general de Asuntos Educativos y Culturales de EE.UU., Evan Ryan, y el presidente de la Universidad George Mason, Ángel Cabrera.
En su intervención, pronunciada en inglés, Su Majestad el Rey calificó al Programa Fulbright como "extraordinario". "Desde que el Programa comenzó en 1946, los becarios han tejido una red única por todo el mundo, conectando científicos, pensadores y creadores con los mejores centros de excelencia e investigación. El programa ha cosechado unos resultados indiscutibles en términos de descubrimientos científicos, nuevos desarrollos y publicaciones pioneras. Pero más allá de eso, el programa ha tenido un enorme impacto en la construcción de puentes entre sociedades y culturas, porque no hay mejor antídoto para los conflictos que el conocimiento y la comprensión mutuos. El programa ha incrementado el acceso a la educación a la vez que ha animado el fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y otros países de todo el mundo", señaló Don Felipe.
Asimismo, el Rey se refirió a la severa crisis económica que sufre Europa en general y España en particular, que ha obstaculizado e impedido el desarrollo personal y profesional de muchas personas, especialmente jóvenes, tanto con titulación superior como sin ella. "Comprendemos la decepción y frustración que estas dificultades han causado. Hoy, mientras celebramos la gran historia del Programa Fulbright, junto con el trabajo del IIE, y la contribución de ambos al progreso humano, me gustaría aprovechar esta oportunidad para enviar esos jóvenes y sus familias un mensaje de esperanza y confianza en nuestro futuro común", manifestó.
"A través del sacrificio y el esfuerzo, España está trabajando para salir de esta crisis más fuerte y con mayor seguridad. Nuestra economía es ahora más variada y competitiva, así como más productiva y abierta al mundo. Hemos demostrado que somos una nación que responde con decisión -pero también con solidaridad- a los desafíos más complejos", afirmó el Rey.
Antes de concluir, Don Felipe recordó los lazos que unen a ambas naciones: "España y los Estados Unidos comparten los mismos valores de democracia, libertad y derechos fundamentales. Aspiramos a metas similares y enfrentamos los desafíos comunes de este siglo con igual determinación de proteger el mejor futuro para las próximas generaciones. El Programa Fulbright encarna estas convicciones y ayuda a construir un mundo más democrático, seguro y próspero en beneficio de todos.
Una vez finalizado el acto académico, Don Felipe tuvo oportunidad de reunirse con estudiantes Fulbright y con académicos españoles que trabajan en instituciones educativas norteamericanas.
Paralelamente, Doña Letizia visitó la "Dos Puentes Elementary School" de Harlem, donde mantuvo una reunión de trabajo y asistió a la firma de convenios entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España y cuatro nuevas escuelas del Estado de Nueva York que entran a formar parte de la red de "International Spanish Academies" (ISAS). Esta red agrupa a 126 centros educativos en EE.UU. y Canadá. Las ISAS son centros educativos de cualquier nivel de enseñanza no universitaria que siguen, con la totalidad o solamente con una parte de su alumnado, un programa de currículum integrado de lengua y contenidos en los que el español se utiliza como lengua vehicular.
La "Dos Puentes Elementary School", que pasa a integrarse en la red "ISAS", está situada en el Harlem hispano y acoge a niños procedentes de familias de Puerto Rico, República Dominicana y países de América Central, por lo que acceden al centro con un conocimiento previo de español. La Escuela ofrece exclusivamente estudios en el programa "Dual Language", en inglés y español.
Tras la reunión de trabajo sobre educación y el acto de firma de un memorando para la inclusión de los centros "The Laboratory School of Finance and Technology", "Southampton Intermediate School", "The 247 Dual Middle Language School" y "Dos Puentes Elementary School" en la Red Internacional de Academias Españolas, Doña Letizia recorrió varias de las aulas del centro, con lo que concluyó su visita.
Una vez finalizados sus respectivos actos, Sus Majestades los Reyes compartieron un almuerzo con grupo de investigadores españoles líderes en sus disciplinas que trabajan en Estados Unidos, entre los que se encontraban tanto jóvenes promesas como científicos de reconocido prestigio, ya consolidados a nivel internacional. Posteriormente, Don Felipe y Doña Letizia mantuvieron un encuentro con Sus Majestades los Reyes de Jordania en el Hotel New York Palace, donde examinaron la evolución de la crisis de Oriente Medio.
El martes, 23 de septiembre, Sus Majestades los Reyes acudieron a la sede de Naciones Unidas para asistir a la ceremonia de inauguración de la Cumbre del Clima, que tiene el propósito de servir de plataforma pública para que los máximos dirigentes -de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas y de las instituciones financieras, las empresas, la sociedad civil y las comunidades, tanto del sector público como del privado- aceleren la adopción de medidas ambiciosas para reducir las emisiones, fortalecer la resiliencia al cambio climático y movilizar la voluntad política con el fin de alcanzar un acuerdo jurídico mundial a más tardar en 2015, que limite a menos de 2 grados el aumento de la temperatura del planeta.
La Cumbre sobre el Clima pretende tratar medidas y soluciones de los gobiernos nacionales y los grupos de gobiernos, en colaboración con diversos agentes del sector privado y la sociedad civil, para acelerar el logro de progresos en esferas que contribuyan considerablemente a reducir las emisiones y fomenten la resiliencia, como las de la energía, los contaminantes climáticos de corta vida, las ciudades y el transporte, la agricultura y silvicultura sostenibles, la adaptación y la reducción del riesgo de desastres, la financiación relacionada con el clima y los factores que impulsan la economía. En la actualidad, los países están elaborando un nuevo acuerdo sobre el clima y un nuevo conjunto de objetivos mundiales de desarrollo sostenible. Esos acuerdos se finalizarán en 2015. Los objetivos de ambos procesos constituyen una oportunidad sin precedentes para promover el desarrollo sostenible.
En su intervención, Don Felipe afirmó que el reto que representa el cambio climático "ha adquirido una mayor urgencia". "Amenaza los equilibrios básicos que hacen posible la vida y la continuidad de nuestra civilización y nos obliga, por ello, a actuar con decisión", destacó el Rey.
"Que nadie se llame a engaño. Ninguno de los países aquí representados puede esperar. Detrás del ascenso de unos pocos grados de temperatura, están en juego vidas humanas y la continuidad misma de nuestras sociedades. No podemos esperar, pero sí hay razones para la esperanza. Compartimos un consenso básico sobre el peligro que nos acecha. En los últimos años hemos avanzado con medidas que, aun siendo insuficientes, apuntan en la buena dirección. Ahora, toca acelerar el paso", afirmó Don Felipe, que recordó que "en menos de un año, en la Cumbre del Clima de París 2015, tendremos que tomar una decisión clave para el futuro del planeta: la adopción de un nuevo acuerdo global y vinculante que nos permita combatir el cambio climático de manera conjunta y coordinada. Seamos ambiciosos, seamos inteligentes… seamos sensibles y solidarios".
Don Felipe subrayó el compromiso de España y puso en valor las medidas emprendidas en nuestro país, como la reducción de emisiones, la apuesta por las energías renovables y tecnologías limpias -España se ha convertido en el primer país del mundo en el que la energía eólica se ha situado como la primera fuente de generación de electricidad a lo largo de un año completo-, los proyectos Huella de Carbono y Clima, así como los Planes de Impulso al Medio Ambiente y la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático.
El Rey concluyó su intervención poniendo de relieve que "la escala temporal de la lucha contra el cambio climático se mide en décadas y siglos. Por tanto, no podemos buscar las soluciones ni de forma aislada ni en el corto plazo; solo las encontraremos si somos capaces de forjar un compromiso global y duradero. No podemos permitirnos el fracaso. Hay demasiado en juego. Aseguremos que las siguientes generaciones puedan contemplar desde el espacio la visión que inspiró a mi generación: la de un planeta pequeño y frágil; perdido en la inmensidad del Cosmos, pero todavía capaz de albergar el milagro de la vida".
Sus Majestades los Reyes aprovecharon su presencia en la sede de las Naciones Unidas para mantener un encuentro con los funcionarios españoles allí destinados.
Durante la mañana, Su Majestad la Reina mantuvo encuentros con los máximos responsables de varias organizaciones de Naciones Unidas. En primer lugar, se reunió con el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. A continuación, se entrevistó con la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO), Margaret Chan. Doña Letizia concluyó la ronda de encuentros con el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva.
A mediodía, el Rey asistió al almuerzo ofrecido por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y organizado por Pacto Global, que contó con la presencia de Jefes de Estado y de Gobierno y destacadas personalidades del mundo económico, empresarial y sociedad civil. Pacto Global es una iniciativa de Naciones Unidas por la que empresas privadas se comprometen a alinear sus estrategias con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anticorrupción.
Por la tarde, Don Felipe se reunió con varios Jefes de Estado. Su Majestad el Rey comenzó esta ronda de encuentros bilaterales con el Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama. Posteriormente, se entrevistó con el Presidente de Túnez, Moncef Marzouki, y concluyó con la Presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye.
La jornada finalizó con la recepción que ofrecieron Sus Excelencias el Presidente de los Estados Unidos de América y Sra. Michelle Obama a los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Apertura del Debate General del 69º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El miércoles, 24 de septiembre, Sus Majestades los Reyes asistieron a la Ceremonia de Apertura del Debate General del 69º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que intervino Don Felipe. Esta es la primera ocasión en que Don Felipe se dirige como Rey ante el Plenario de las Naciones Unidas. Como Príncipe de Asturias habló en 2000 ante el Plenario de la ONU en la apertura del Año Internacional del Voluntariado –que se celebró durante el año 2001- y asistió al Plenario de este organismo internacional en 1995 (50º Periodo de Sesiones de la Asamblea General). Don Juan Carlos intervino tres veces en la Asamblea General: en 2005, con motivo de la 60 Asamblea General de ese organismo, en 1991 y en 1986.
En su discurso, el Rey reiteró el compromiso de España "con los principios y valores universales que mejor definen a la Humanidad". "Tengo hoy el placer de exponerles lo que una España renovada, pero fiel a sí misma y a sus compromisos internacionales, puede ofrecer en favor de la paz, la libertad, la justicia y los derechos humanos en todas las naciones y para todas las personas, junto a su bienestar y prosperidad", añadió.
"España es una nación con raíces milenarias y una clara vocación universal, que ha contribuido intensa y decisivamente a moldear la historia del mundo. Recordemos que está en la génesis histórica tanto de la globalización y el Derecho Internacional, como del parlamentarismo medieval y la democracia liberal contemporánea. Con esa perspectiva de los siglos vemos con claridad que nuestros mejores momentos tienen lugar cuando avanzamos abiertos y volcados al mundo. Sinceramente, veo hoy a la sociedad española como un ejemplo de compromiso con la dignidad de las personas, solidaria con los más desfavorecidos. Tiene un profundo sentido de la igualdad, rechaza el fanatismo, la violencia y la intolerancia, y ama la paz. Es una sociedad diversa en su cultura y en sus lenguas, capaz de superar dificultades con entereza y con sentido de la responsabilidad; y que demanda integridad y ejemplaridad como valores cívicos intrínsecos a la democracia. La española es una sociedad fuerte y generosa, con empuje, de la que me siento verdaderamente orgulloso", afirmó Don Felipe.
"Los españoles miramos hoy al futuro con una voluntad firme de compartir y de ayudar a construir una realidad mejor para todos los pueblos. Nuestras bases son sólidas, forjadas durante siglos y fortalecidas, en particular, en los últimos decenios; y sobre ellas se fundamentan los compromisos que España asume con el resto de la Comunidad Internacional", agregó el Rey.
Asimismo, Don Felipe puso en valor a la transición española: "La Democracia es hoy la guía esencial de nuestra convivencia colectiva. Pronto se cumplirán cuatro décadas de la transición política española, que nos permitió pasar de una dictadura a un sistema político de libertades y derechos, marcado por un afán de reconciliación histórica y un verdadero espíritu de concordia. Permítanme, por tanto, reivindicar con orgullo —y con emoción— esa gran obra política de los españoles, ejemplo para muchos en el mundo. Un sistema desde el que los españoles hemos articulado un Estado social y democrático de Derecho que ampara a todos los ciudadanos y a los distintos territorios de España en su diversidad política, geográfica, cultural y lingüística".
El Rey apuntó ante la Asamblea General algunos de los valores que distinguen a nuestro país y su aportación a la Comunidad Internacional: su desarrollo económico -sin olvidar los efectos de la crisis-, la relevancia cultural de nuestro país y la pujanza del español, así como nuestra historia y posición geográfica, que han hecho que desarrolle una sólida proyección universal y una vinculación especial con algunas regiones del Planeta.
"La vocación universalista de España y los compromisos de mi país en materia democrática, económica y cultural —que acabo de expresar—, se resumen en el pleno compromiso con la Carta de las NNUU bajo la que estamos aquí convocados. Una Carta que representa uno de los grandes logros de la Humanidad y que hemos de preservar, respetar y hacer cumplir. Así, España cree firmemente en las NNUU y en los mecanismos multilaterales, para preservar la paz y seguridad internacionales y para contribuir al desarrollo de los pueblos", aseguró Don Felipe.
"Vivimos tiempos marcados por la proliferación de conflictos; algunos de ellos especialmente devastadores y con efectos indiscriminados sobre las poblaciones civiles. Nuestro objetivo primordial ha de ser prevenir las guerras; y cuando no lo consigamos, entonces proteger y asistir a los inocentes y damnificados. No debemos nunca cejar en nuestro empeño de resolverlas mediante la diplomacia y todos los instrumentos que otorga la Carta de Naciones Unidas. Sobre todo, no perdamos la esperanza y recordemos que —a pesar de todo— el anhelo de concordia puede y debe prevalecer sobre los odios más enquistados", manifestó el Rey.
En este sentido, Don Felipe señaló que "los conflictos armados no son las únicas amenazas a la Comunidad Internacional. El mal adopta variadas formas y sus víctimas tienen múltiples rostros: Cada niño atrapado en situaciones de crisis o de violencia, cada mujer que es vejada o limitada en sus derechos simplemente por serlo; cada enfermo que fallece por falta de medicamentos o cada anciano abandonado; también cada familia sin alimento y sin esperanza por una injusta distribución de la riqueza… o cada periodista asesinado por cumplir con su deber de informar; son otras tantas interpelaciones a nuestra conciencia y a nuestro deber, otras tantas llamadas a la acción", subrayó el Rey, que aseguró a los miembros de la Asamblea General que "cuentan con España para hacer frente, todos juntos y desde la legalidad internacional, a quienes pretenden destruir —con intolerancia, con violencia o con sectarismo— los valores y principios que constituyen nuestras Naciones Unidas".
El Rey pidió la confianza de los miembros de la Asamblea General para la candidatura de España al Consejo de Seguridad y puso en valor la aportación de nuestro país. "España ha demostrado siempre su apoyo incondicional al Sistema de NNUU y su responsabilidad activa con los principios que —en esta Asamblea— todos reconocemos: la libertad, la justicia, la igualdad, la soberanía nacional, la independencia y la integridad de los Estados. Y continuará asumiendo, como hasta hoy, sus plenas responsabilidades como miembro de NNUU. Con esa vocación, España está dando un paso más adelante como candidata a un puesto no permanente del Consejo de Seguridad para el bienio 2015-2016. Nuestra candidatura se inscribe en un compromiso sólido de servir más y mejor a la comunidad internacional. Como así hemos hecho en el Consejo de Seguridad —una vez cada década— desde hace 40 años, gracias a que ustedes han confiado en nosotros. Solo les pido que renueven esa confianza".
Don Felipe, finalizó su intervención asegurando que “la Comunidad Internacional, representada hoy en esta Asamblea General, podrá seguir contando con el apoyo y la participación activa de España en la defensa irrenunciable de los valores e intereses de una Humanidad en paz, cada vez más próspera y más justa; de unas NNUU no solo más fuertes sino, además —y sobre todo—, de unas naciones más unidas: Más unidas contra el fanatismo, la intolerancia y la barbarie. Más unidas para luchar contra la pobreza, la miseria y la marginación. Más unidas para que la educación y la sanidad alcancen a todos. Más unidas, Sr Presidente, para defender con firmeza la dignidad de todo ser humano.”
La Asamblea General de la ONU está integrada por 193 Estados y, durante su 69º Periodo de Sesiones, acogerá la conmemoración del 70 aniversario de las Naciones Unidas y la negociación del contenido de la agenda de desarrollo post 2015.
Con anterioridad a la Ceremonia de Apertura del Debate General, los Reyes asistieron al desayuno ofrecido por Sus Excelencias el Secretario General de las Naciones Unidas y Sra. Yoo Soon-taek a los Jefes de Estado y de Gobierno.
A mediodía, Sus Majestades los Reyes mantuvieron un encuentro con el Secretario General de Naciones Unidas, Ban ki-moon, y su esposa, Yoo Soon-taek, y posteriormente, Don Felipe mantuvo un encuentro bilateral con el Presidente de Polonia, Bronisław Komorowski. Tras este encuentro, el Rey asistió al almuerzo que ofreció el Secretario General de Naciones Unidas a los Jefes de Estado y de Gobierno asistentes. El viaje de Sus Majestades los Reyes a Nueva York concluyó con la recepción que ofrecieron en honor de los Jefes de Delegación de los Estados Miembros de Naciones Unidas y los funcionarios españoles que prestan servicio en la organización.